REDACCIÓN CULTURAL @ElUniversalCtg
Jamás han tenido directores desde que existen desde 1972 y es una de las mejores orquestas de cámara del mundo. La Orquesta de Cámara Orpheus, una de las grandes sorpresas del octavo Cartagena Festival Internacional de Música 2014, es una lección de democracia musical y de toma de decisiones colectivas.
“El director supone un sistema jerárquico que queríamos evitar, para concentrarnos en la música más que en administrar egos”, le respondió Laura Frautschi, directora artística de la orquesta a Fidel Cano, director de El Espectador. Es este diálogo de prensa intervino Krishna Thiagarajan, director ejecutivo.
Una de las revelaciones de Laura Frautschi en la mañana del martes en la Capilla de Santa Clara tuvo que ver con la experiencia generacional de músicos con largos años de vida profesional y jóvenes que apenas empiezan su carrera musical. “Lo que nos mantiene vitales es la mezcla de generaciones”, en donde la voz y la perplejidad del que empieza tiene el mismo valor del conocimiento aprendido a lo largo de toda una vida musical. Por su parte, Krishna Thiagarajan fue certero al afirmar que la democracia no tiene nada que ver con el caos.
Es curiosa la complicidad que tiene la músi ca con las ciencias exactas. Laura estudió matemáticas aplicadas en la Universidad de Harvard, y violín con Robert Mann en The Juilliard School.
En Orpheus cada músico es un virtuoso y todos intervienen en la face final de los ensayos para superar la interpretación y la ejecución. Cada uno de los músicos se turna en el liderazgo pero nadie monopoliza ese privilegio.
El co-fundador es el violonchelista Julian Fifer quien ha revelado que la filosofía de esta orquesta puso a prueba desde siempre el criterio de dirección, autoridad, pensando en metas colectivas, “liderazgo y responsabilisad compartida”. Algunos de los ideales de la época alimentaron esta visión creativa. Cada uno toca y comparte lo mejor de sí mismo, pero todos se nutren del aporte de cada uno. El repertorio de Orpheus ha pendulado entre Vivaldi, Mozart, Ravel, pero su larga y exigente búsqueda ha abrazado géneros diversos como el tango de Astor Piazzola, el jazz de Gershwin o Herbie Hancock.
La mayoría de sus grabaciones las hizo el sello Deutsche Grammophon, pero luego de la década del noventa emprendió una intensa y extensa lista de autores y géneros heterógenos. Fue la primera orquesta de cámara de Estados Unidos que además de realizar conciertos en Vietnam, desarrolló clases magistrales en el Conservatorio Nacional de Música de Hanói. En esa gira de 1998 por el Sureste asiático se presentaron en Hong Kong, Bangkok, Singapur, Kuala, Lumpur, Manila, Brunei, Taipéi, y Hanói. De vuelta a Estados Unidos, la orquesta propagó su filosofía del liderazgo compartido, a través de talleres y seminarios en grandes organizaciones como Kraft Foods y Novartus Pharmaceuticals.
El método Orpheus
En Cartagena esta filosofía ha sido socializada gracias al festival musical que organiza la Fundación Salvi. Se habla del Proceso Orpheus que ha suscitado estudios en Harvard y Stanford. Más de mil quinientas escuelas públicas en Nueva York asimilan las lecciones de Orpheus. Y no solo los músicos se han beneficiuado de esta filosofía, también los empresarios, los ejecutivos, los médicos y los artistas