Ser un flautista de éxito y ser famoso son dos cosas muy diferentes. Y yo estoy muy contento de ser lo primero.”
Vía: www.juanvalflauta.com | Por Juan Val, Flautista
La entrevista que os presento es, sin duda, muy muy especial para mi. Desde que empecé con la flauta y a tener consciencia de que me iba a dedicar profesionalmente a ella, he tenido ciertos flautistas que han sido referentes para mí.
Desde mis estudios en el Conservatorio Profesional, donde todos siempre tenemos como referencia a nuestro profesor; en mi caso Simón Fernández. También posteriormente en los estudios superiores y posgrado, como ocurrió con profesores como Júlia Gállego, Fernando Gómez o Antonio Nuez. O actualmente en mis estudios de máster con mis profesores Irmela Boßler o Christian Sprenger. Incluso con grandes compañeros y amigos como Francisco López, Diego Aceña o Ana Naranjo.
Al margen de esos compañeros y amigos musicales, más cercanos pero igualmente admirables, siempre hay ciertas estrellas “inalcanzables” con las que sueñas escuchar en directo o conocer.
Pues bien, tal y como ya anuncié en los 7 conciertos que no debes perderte si eres flautista, los próximos 16, 17 y 18 de diciembre de 2016, Emmanuel Pahud, solista internacional y flauta solista de la Filarmónica de Berlín, estará interpretando el concierto para flauta de C. Reinecke con la Orquesta Nacional de España en el Auditorio Nacional de Música de Madrid.
He tenido el enorme placer de compartir con él un ensayo de la Filarmónica de Berlín y posteriormente charlar un rato con él para poder compartirlo con vosotros. Espero que disfrutéis tanto como he disfrutado preparando esta entrevista.
Un especial agradecimiento a Elsa por toda su ayuda.
Básicamente, cuando tenía 5 años nos mudamos con mi familia a Roma (Italia), y los vecinos de arriba eran una familia de músicos. Tenían niños que tocaban el violín, la flauta, el cello y el piano. Y por alguna razón empecé a silbar y a cantar lo que estaba tocando el flautista. Dije: “¿Qué es esto?” Mis padres preguntaron arriba y nos contaron que era el Concierto para Flauta No.1 de Mozart, así que dije: “Yo quiero tocar el Concierto para Flauta No. 1 de Mozart”. Y así fue como empecé. Mi hermano pequeño escogió el violín.
- ¿De qué forma estudiaste de pequeño para llegar a ser flauta solista de la Berliner Philharmoniker y solista internacional?
Nunca, nunca. Solo cuando conseguí mi primer trabajo y tenía 19-20 años, empecé a ganar concursos y a ser uno de los mejores en mi generación internacionalmente. Así que en ese momento, cuando salió el trabajo en Berlín, por supuesto me prepare intensamente para ese trabajo. Pero nunca antes pensé en llegar a ser flautista, flauta solista de la Filarmónica de Berlín, en ser solista o en hacer grabaciones. Nunca fue una ambición, simplemente ocurrió.
- Sabemos que tienes una actividad profesional enorme, ¿qué haces habitualmente cuando estudias? ¿Cómo preparas tus conciertos?
Depende, algunas cosas están en mi repertorio. Las cosas que aprendí antes de tener 22 o 23 años, están ahí para toda mi vida. Las cosas que aprendes después, tienes que trabajar en ellas de nuevo cada vez para volver a reajustar todo. Esto es algo que depende realmente de qué pieza o proyecto tienes que hacer en el presente y de cuál es el siguiente. Básicamente, siempre veo cada proyecto de solista, orquesta o música de cámara como una ventana abierta al próximo proyecto. Así que para mi es como oxígeno, pero ahora con mi edad necesito un poco más de tiempo; medio día o un día quizá, para cambiar y pensar sobre qué va a ser lo siguiente.
- ¿Con que flauta tocas? ¿Está hecha exclusivamente para ti?
No, tengo dos flautas con las que toco. Una, desde el año 1989, es una Brannen Cooper con una embocadura Sheridan, todo de oro de 14K. Es la que tenía cuando tenía 19 años. La compré con los premios de mis primeros concursos. Y recientemente, pensé que Haynes hacía un maravilloso desarrollo e investigación en los instrumentos, y hacen instrumentos muy curiosos. Así que también estoy usando actualmente una flauta Haynes. Depende de cada proyecto. Diría que en la orquesta es más la Brannen, y para recitales y música de cámara es quizás más la Haynes.
- ¿Cuáles son las cosas más curiosas que te han ocurrido en tu carrera musical?
El hecho de cómo llegué a la música o la música llegó a mí es la cosa más curiosa que probablemente me ha ocurrido, porque no había absolutamente ninguna razón para mi de encontrarme esto. Cambió mi vida básicamente, lo que me ocurrió cuando tenía 4 ó 5 años. Realmente cambió mi vida. Aparte de esto, hay muchas cosas divertidas o incidentes que ocurren a menudo, pero no merece la pena hablar sobre ellos.
Muchos flautistas tienen la preocupación de encontrar un trabajo cuando terminan los estudios, y a veces no es sencillo. ¿Qué recomendarías a todos los flautistas que terminan y que todavía no han encontrado un trabajo con la flauta?
Sabes, no creo que sea un problema de flautistas. Es un problema de la sociedad. Es cierto que más del 40% de los estudiantes jóvenes españoles después de tener el título, mujeres y hombres jóvenes y cualificados entre 25 y 27 años, no tienen trabajo. Están desempleados durante los primeros años después de sus estudios. Es una cuestión sobre la sociedad. ¿Por qué queremos gente que estudie y para qué trabajos? Pero no es sólo en la música. Pasa también en particular en las ciencias, investigación, matemáticas, económicas, estadística, etc… Creo que quizá hay soluciones a nivel político para cambiar cómo funciona la sociedad. Pero desafortunadamente no son necesariamente populares. Hemos visto a muchos países intentar diferentes modelos. Es el caso de España, el caso de Francia o de Alemania por ejemplo, por elegir tres grandes países. O también Gran Bretaña o Italia. Tres grandes países en Europa. Pero hay modelos sociales y económicos muy diferentes. Ciertamente, si el dinero fuera bien invertido y mejor redistribuido, probablemente podríamos salvar más trabajos.
El consejo por supuesto es que si te haces internacional, amplías tu horizonte. No quiere decir que tengas un trabajo cerca de casa, pero al menos tendrás un trabajo (probablemente en la otra punta del mundo). Incluso si tienes que ir a América del Sur, Australia, Nueva Zelanda, África, Asia… hay muchas cosas humanitarias que pueden ser hechas de muchas maneras y muchas cosas diferentes. Eso son trabajos también. Y podrían estar mejor conectados con lo que has estudiado de lo que piensas en realidad, porque la gente incluso cuando hay un tsunami en algún lugar, también necesita música.
- Y acercándonos más al mundo orquestal… ¿Qué es lo que te gusta escuchar de un flautista en una audición de orquesta?
Sabes, lo primero de todo cuando estás tocando una audición, es no intentar impresionar a nadie; intenta agradarlos. Porque lo que tú necesitas es el voto del jurado si quieres conseguir el trabajo. No se trata de conseguir satisfacción, eso no es para nada importante. Primero de todo, estudia la orquesta para la que aplicas: busca en internet, en YouTube, o en otros documentos disponibles; cómo tocan, qué les gusta, cómo puedo tocar algo de forma que les vaya a gustar, que les haga sentir: “Ah sí, es nuestro estilo, es nuestro tipo, esta es nuestra persona, es lo que estamos buscando”. Porque es lo que necesitamos hacer. Esa es la prioridad, pensar correctamente sobre qué es una audición. No es para presumir, no es una carrera para ver quien va a salir primero del semáforo. No. Quien va a llegar el primero, al final, es quien ha mostrado a través del programa que entiende cómo está funcionando la orquesta.
- ¿Piensas que somos muchos flautistas?
Depende. Quiero decir, cuando estuvimos buscando piccolo principal, buscamos durante 10 años. Contratamos a dos personas, pero la segunda vez fue la elección adecuada. Hicimos muchas audiciones, casi cada año. Audicionó mucha gente, pero hay generaciones en las que no es el momento o el tiempo adecuado, o necesitas entrenar a algunos. Esto es lo que intentamos hacer, porque tenemos el programa de la academia. Y en una de las audiciones preguntamos a los dos finalistas (dado que eran relativamente jóvenes) si estarían interesados en ir a la academia y estudiar nuestro estilo de interpretación y obtener algo de conocimiento y preparación para una próxima audición. Y es así como acabó.
Creo que es mejor desde que tenemos este modelo de academia, como cada buen club de fútbol tiene su propio centro de entrenamiento. Coger los jóvenes talentos bastante pronto, y educarlos nosotros mismos en nuestro estilo de tocar. De esta forma podemos garantizar la incorporación de nuevas generaciones y gente de una amplia variedad. No es necesario que sean alemanes. Ahora hay una mayoría de músicos extranjeros en la Filarmónica de Berlín. Pero este es el caso de la Filarmónica de Berlín. Si hablas de otras orquestas, puede haber distintas situaciones, porque tienen diferentes posiciones. Están en diferentes ciudades, tienen una misión diferente, tienen una posición diferente en el mercado. Nosotros somos relativamente concertistas globales, realmente un tipo de “embajadores de la música”, si quieres. También por la ciudad de Berlín o por la vida en Alemania. Llevamos algunos valores, pero deberíamos coger otras orquestas alemanas como Leipzig, o Dresden, o Radio de Baviera. Habrá algunas orquestas de radio en Alemania que tendrán una misión muy diferente u otra posición diferente también.
- ¿Qué opinas del panorama musical actual?
Yo creo que es mucho más colorido de lo que mucha gente pueda imaginar. Porque sí, culturalmente nuestra sociedad está en receso en el mundo occidental, en muchos países de gente blanca, diría yo. Es una ola que baja pero volverá a subir, estoy seguro. No importa las generaciones. Pero en algunos de los países, algunos de los territorios están subiendo como locos. Hablo de latinoamérica, China, Corea… Se ve por supuesto en los concursos, en las clases, en los estudiantes… pero también en la actividad concertística por allí; puedo contarte que hay realmente un montón de nuevos auditorios en construcción. No es así en otros países como Japón; ha ido bajando lentamente a lo largo de la última década, porque ha pasado por mucho desde la Segunda Guerra Mundial también. Cada país tiene una historia diferente, y a pesar de que estos países estén bajando, veo por mis viajes de solista, que hay muchos otros lugares en los que está subiendo al mismo tiempo. Es un panorama mixto, y depende de dónde vengas y dónde estés, y de si estás preparado por el mundo, hay muchas posibilidades.
- ¿Crees que los músicos de hoy en día debemos innovar para acercar la música clásica a más gente? ¿Qué haces tú para ello?
Si y no. Quiero decir, la forma de concierto tal y como la conocemos, o la actuación para el público, es relativamente nueva. Es algo que fue estructurado alrededor de la Revolución Francesa. Fue la primera vez que la música no fue religiosa o para la corte. Fue abierta al público, con gente que estaba interesada en la música; y no sólo porque estaba pagada por el rey, el príncipe o por el duque, etc… o para un propósito religioso. Ya no tuvo más ese significado del poder, sino que fue más el poder de las generaciones burguesas. Esto básicamente coincidió con el final del periodo clásico y con el principio del romántico. Fue el tiempo donde los músicos eran empleados primero, y después empezaron a ser contratados. Los compositores tuvieron un propósito diferente. Empezaron escribiendo música sobre ellos, sobre la expresión, con muchos crescendo, diminuendo, dinámicas, articulación… mucho más que antes. Todo esto cambió básicamente en ese tiempo.
Pero el concepto tal y como lo conocemos, es algo bastante reciente. Y tocamos en nuestros conciertos mucha música que no encaja en ellos. Esto viene de tiempos anteriores donde la música tenía otra función en la sociedad, o era música de otras culturas como tocamos aquí. Música de Hungría, de Rusia, de América, de Australia, del norte de Alemania y del sur de Alemania, de periodos muy diferentes dentro de una semana en la Philharmonie de Berlín. Pero todos nosotros tocamos en el mismo espacio, y ello solo, es una paradoja. Y está poniendo todo un poco en un formato.Así que el formato de concierto existe, es parte de nuestra sociedad. Creo que somos verdaderamente, como Filarmónica de Berlín, bastante conscientes de esto a través de los programas educativos que Simon Rattle ha introducido. No existían anteriormente. Algo que es muy importante en el mundo anglosajón, pues existía en Inglaterra, o también en América, desde hace mucho más tiempo. Alcanza y trae la música a la gente, tocando en sus espacios. Pueden ser hospitales, escuelas, prisiones… Puede ser también en la oficina, ¿por qué no? Con los flashmobs y este tipo de cosas en lugares públicos. Creo que es algo muy interesante hacer a la gente consciente de que esto existe. Si no, no vienen necesariamente a los auditorios.
Pero hay todavía mucha gente (no en Alemania, Escandinavia o el norte de Europa, pero sí en el sur de Europa, Inglaterra o en América…) que piensa que la gente que toca música es sólo por hobby, que tienen talento. No piensan que sea una profesión. Que tu estás empleado para hacer un trabajo, y que cada ticket para ir a los conciertos sirve para pagar a los músicos. No se dan cuenta de esto, lo cual es sorprendente. Porque cuando construyen una casa, entienden que tienen que pagar por cada persona que coloca las piedras, por el fontanero, etc… Y nosotros somos el mismo tipo de gente. Necesitas un arquitecto (que es el director en una orquesta), necesitas diferentes artesanos de cada grupo. Como solista es algo diferente. Van a ver una representación, como acrobacias, como gimnasia, y la gente lo entiende mejor en general. Así que los flashmobs son una buena forma de hacer que las cosas ocurran ahora, haciendo a la gente consciente. También puedes organizar flashmobs en movimiento que van hasta dentro del auditorio. Es relativamente un concepto nuevo. Hay otras muchas cosas que hacer. Creo que poner la música en un espacio que no es para ello puede ser peligroso también, porque puede sonar realmente mal. Y entonces no es atractivo, y al final no es bueno para la música.
- Has estado muchas veces en España tocando en Valencia, Valladolid, Barcelona, Madrid… también en la convención de flautistas. Pronto visitarás España para tocar con la Orquesta Nacional. ¿Es la primera vez que vas a tocar con la Orquesta Nacional de España?
Si, creo que si. He tocado muchas veces en Madrid, en varios ciclos, recitales y música de cámara… Pero creo que es mi primera vez tocando con la Nacional.
- ¿Te gusta venir a España? ¿Qué es lo que más te gusta de España?
Por supuesto. Lo que me gusta particularmente de la cultura española es que hay muchas generaciones de flautistas. Tienen los padres, los niños, y también la generación de los abuelos, y sus amigos… Muchas cosas en España son cosas familiares. También ir a los conciertos, es lo que siento. Y juntar a esta gente de varias generaciones. También estas clases de flauta juntas. Realmente se siente esta cosa familiar. Esto da el fuerte sentimiento del poder que puede dar el estar juntos y creer en algo juntos. Quizá, en este caso, el poder de la flauta. Es el poder de la música, y es genial ver venir también a los niños muy motivados, impacientes de estar ahí para escuchar y para tener una foto, un souvenir, un autógrafo o algo para llevarse a casa y simplemente recordar que han estado ahí. Y darles solo unas pocas palabras de consejo para practicar, para motivarlos. Porque puedes tener talento, pero aún necesitas mucho entrenamiento. Es como los atletas: no porque corran bien desde niños pueden llegar a ser campeones olímpicos. Se necesita mucha práctica, entrenamiento, la dieta correcta, una buena preparación, mucho equipo alrededor, y el apoyo de la familia, del estado quizás, o de los sponsors… y este tipo de cosas. Es lo mismo en la música. Alcanzar el máximo nivel es muy parecido en los deportes y en la música, excepto que nosotros tenemos una carrera un poco más larga… ¡y un poco menos de público también!
- Muchos flautistas quieren ser como tú, ¿crees que has creado tendencia en la forma de tocar de los flautistas de hoy en día?
No estoy realmente en la posición correcta para contestar esta pregunta, porque si a alguien se puede observar, es más a los profesores de flauta, la gente que está en los jurados de los concursos… Yo estoy muy ocupado tocando… No doy muchas clases, así que no estoy en la posición de decir eso. Ahora, lo que yo pienso que es interesante es cuando dices que muchos flautistas quieren ser como yo. Por supuesto cuando yo era niño admiraba a Rampal, Galway y Nicolet, quienes eran los tres mejores flautistas. Pero por supuesto muchos otros que han sido mis profesores también. Pero nunca quise ser como ellos. Yo siempre usé la flauta para expresar mis propios sentimientos, mi propia idea. Cogía algunas cosas que ellos hacían realmente bien, intentaba imitar aquel número de cosas. Quizá es más eso lo que quieres decir, que ellos querrían estar en la misma posición, tener uno de los mejores trabajos y estar grabando, y ser uno de los pocos instrumentistas que están tocando por todo el mundo con este instrumento. Primero de todo es excepcional, no es la regla. Y no hay una receta para conseguirlo. Si tienes algo que decir, si tienes talento, y si practicas, y trabajas mucho, y encuentras la gente adecuada para guiarte, y tienes los contactos adecuados, y coges las oportunidades en el momento adecuado, como algunas plazas que salen, etc… todo debería desarrollarse hacia esto.
Hoy en dia hay muchas formas de ser famoso: con Facebook, vídeos de YouTube, Twitter, redes sociales… No uso ninguna de ellas porque soy de una generación previa. Pero entiendo que hay muchas formas de ser famoso ahí. Pero si tocas música clásica para ser famoso, quizá deberías hacer otra cosa. Porque toda la audiencia es sólo un 2-3%, 5% en el mejor de los casos, en el mercado de la música. Si quieres ser famoso en el negocio del espectáculo es mejor actuar, bailar, cantar, hacer televisión, telenovelas, películas… algo menos cultural. Porque lo que nosotros hacemos… hablamos sobre Stravinsky, Bartok, Mozart, Bach, Beethoven, Brahms… es una herencia cultural. Y creo que es una pena usarlo para tu propia fama.Sería abusar y hacer un mal uso de ello. Estoy muy contento de que muchos niños están sentados en mis conciertos. Están llenos y hay muchas generaciones jóvenes que vienen a mis conciertos. Pero deben ser conscientes de qué es esto. Ser un flautista de éxito y ser famoso son dos cosas muy diferentes. Y yo estoy muy contento de ser lo primero.
- Como sabes, hay algunos flautistas que se dedican a dirigir, como Jaime Martín, etc… ¿Te planteas otras carreras al margen de la flauta? Como dirigir o enseñar…
- Y para terminar, me gustaría que dieras un consejo a los lectores del blog.
Estaría feliz haciendo algún tipo de proyecto pedagógico, con jóvenes orquestas, clases… más tarde quizá, cuando tenga que dejar de estar en un escenario o cuando sienta que quiero hacer algo más. Sería otro punto a decidir por mi parte, como una decisión proactiva. Es como yo lo veo. Creo que Jaime Martín o uno de sus predecesores en la Chamber Orchestra of Europe, Thierry Fischer, o Philippe Bernold también, son gente que, en sus carreras, han tenido menos desarrollo hacia la actividad como solistas después de diez años, y por lo tanto reorientaron sus miras, aún disfrutando de la misma gran música. Yo estoy disfrutando cuando estoy tocando dentro de la Filarmónica de Berlín desde Brahms a Mahler y Stravinsky. Pero también los directores, por eso ellos tocan menos. Tienes que tomar una decisión. Porque si no practicas dos días todo el mundo lo va a escuchar. Si no practicas un día, puedes fingir un dia con el resto de músicos a tu alrededor. Pero si dejas la flauta como una semana, después necesitas dos semanas para volver a donde estabas de nuevo.
Bien… primera cosa: respira si quieres tener éxito tocando la flauta. Porque somos el instrumento que usa más aire. En todos los demás instrumentos se toca dentro del instrumento. Ahorras aire comparado con nosotros, que estamos desperdiciando, desparramando el aire. Por lo tanto necesitamos respirar mejor. Y yo intento sentir en el aire que lo estoy mandando hacia abajo a mis piernas primero, a veces respirando cuatro segundos antes de empezar a tocar. Realmente pienso un compás. Y tomando tiempo, pensando con el tempo mientras estás todavía respirando. Así pones todo junto en tu mente y sabes exactamente lo que vas a hacer.
Y una segunda cosa: no uses mucho los labios. Cuando tocas la flauta, no es un instrumento de labio, es un instrumento de viento. Por eso los labios tienen que dejar pasar el aire. Si hacemos mucha fuerza, entonces apretamos mucho los labios. Esta presión del aire está cambiando y moviendo a la siguiente octava o a la siguiente nota; es así como tocamos notas equivocadas. Y esto es por lo que es muy importante mantener los labios relajados si queremos tener mucho aire para tocar más fuerte (también para controlar las dinámicas). Esto son consejos técnicos. Y después por supuesto muchas cosas que he aprendido a través de la escuela francesa de la flauta. Muchas cosas que James Galway ha aprendido, fueron a través de la escuela francesa, a través de sus profesores, como Geoffrey Gilbert, que fue también el profesor de William Bennett y Trevor Wye, quien básicamente puso todos los libros de Moyse en inglés. Esto a empezado a ser completamente internacional ahora, pero este “estándar” técnico de tocar con escalas y arpegios lo encuentras en cada pieza desde Telemann, Bach, Vivaldi, Mozart, sinfonías de Beethoven, sinfonías y variaciones de Schubert … Está todo hecho de escalas y arpegios. Si los practicas, entonces estás listo para la orquesta y para la repentización de todo tipo de música. Por supuesto, cuando tocas Jolivet, son diferentes armonías, pero muy a menudo encontrarás patrones que habrás estudiado antes y evitarás muchas sorpresas.
Y de nuevo, si aprendes estas cosas cuando eres un adolescente, lo tienes para toda la vida. Si tienes que aprender estas cosas específicamente para cada pieza cuando tienes 25 o más, entonces es, siento decirlo, demasiado tarde. Son ese tipo de cosas que tienen que aprenderse en una edad temprana, cuando integras ese conocimiento, realmente antes de los 22 años. Y entonces lo que aprendes después es cómo usarlo, cuándo usarlo. Pero técnicamente tienes que tener estas habilidades antes para poder usarlas como una cualidad estructurada en tu interpretación.