Los músicos académicos nos parecemos con frecuencia a religiosos que asumen la vida como un sacerdocio
Después de estudiar un instrumento tan difícil como el violín o el piano durante años es común escuchar, hasta de los más consagrados artistas, hablar de cansancio, tedio, desanimo, etc., casi como si se tratase de una “Noche Oscura del Alma”. Es por eso que se hace necesario para el músico innovar, crear, reinventarse, observarse, etc., es decir, poner en perspectiva lo que se está haciendo y afianzar lo que funciona y al mismo tiempo buscar un ángulo distinto a aquello que se ha estancado con la rutina del estudio repetitivo.
La tecnología disponible hoy en día es maravillosa porque nos permite documentar cualquier evento en tiempo real. Observarse y escucharse es tan fácil como apretar un botón del teléfono celular. Precisamente, el videotape es una herramienta en el estudio de la técnica que nos permite “ponernos en evidencia”. A veces es duro someterse a la prueba de fuego de las grabaciones; unas veces salimos animados y otras desconsolados. Uno con frecuencia aprende más de sí mismo que de comentarios pasajeros o aislados de colegas o amigos.
También el YouTube se ha convertido en un magnífico instrumento para obtener y difundir información valiosa. Hace 20 años no teníamos a la disposición la extensa variedad de videos de artistas como Itzhak Perlman, Pinchas Zukermann, Daniel Barenboim, Zubin Mehta, Jacqueline Dupré, por nombrar algunos (documental de la Trucha de Schubert) cuya maestría es una fuente infinita de inspiración para quienes tenemos ganas de seguir aprendiendo.
El músico orquestal que se conforma con el horario de trabajo y no se alimenta de la música de cámara tiende a extinguirse, apagarse. En el caso de los instrumentistas de cuerdas, tenemos la dicha de contar con las Sonatas, Partitas y Suites de J.S. Bach. Este repertorio, de inmensa belleza y maestría, es fundamental para mantener un sonido sano y una entonación homogénea. Otra forma de “renovar la fe” en el instrumento.
En mi experiencia de más de 20 años en educación musical, encuentro también la obligación de cumplir lo que predico. Mis alumnos me han ayudado a desarrollar una prédica a la cual estoy sometido porque es necesario enseñar con el ejemplo. Es decir, enseñando también he aprendido mucho. Aun cuando se encuentran estudiantes difíciles de abordar, la satisfacción de verlos avanzar a través de los años es una forma de renovarse a sí mismo.
Finalmente, vale la pena mencionar el trabajo orquestal con jóvenes músicos en donde se pueden enseñar valores, historia, obviamente lo musical y que con el uso inteligente de la psicología se puede afectar, influir y como decía mi maestro Emil Friedman “enamorar”. Yo creo que quien es capaz de inspirar a otros también es capaz de inspirarse a sí mismo.
Alfonso López Chollett, concertino de la Orquesta Sinfónica de Venezuela ( fundada en 1930) quien acaba de completar su tercera temporada a la batuta de El Cascanueces en el Teatro Teresa Carreño está de gira por los Estados Unidos donde ha realizado ya más de 200 recitales con el Lopez Tabor Dúo en 12 años de giras que lo han llevado desde Key West, Florida hasta Carolina del Norte. A su regreso, le espera la nueva temporada de la Sinfónica (OSV) en su 87 aniversario, así como un homenaje a Memo Morales, el Gitano Maracucho, que tiene preparado con su Orquesta Típica Emil Friedman en la interpretación de “Ni Se Compra Ni Se Vende” de Genaro Monreal.