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Todos tenemos talentos sorprendentes e increíbles, solo que, no tenemos la disciplina (o el tiempo) suficiente para hacerlos crecer.
Por Sergio Daniel R.
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-Una premisa importante…
Como humanos, siempre vamos a tener la necesidad de estar motivados, sentir que somos importantes en algo y es sumamente vital saber que tenemos un propósito para no sentirnos vacíos.
En el arte, una acción que ha ayudado a muchos consiste en, desarrollar un talento ampliamente… Esto nos puede hacer sentir bien, sanamente satisfechos, ya que, aprender diariamente nuevos conocimientos, hará mover la mente hacia esa sensación de alegre curiosidad y este aprendizaje continuo puede producirnos bienestar, a estar felices y sentirnos productivos.
Pero, una vez que tengamos más de alguna cualidad o talento desarrollado, que sea sorprendente, con el que podamos deleitar a los demás, con el que recibamos aplausos, tenemos otra tarea… la de observarnos en el espejo del alma, para que “el egocentrismo” no nos haga personas detestables. Después de todo, estos talentos son un regalo del compositor mayor, el creador ejecutante de todas las cosas existentes… debemos recordar eso.
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Ahora, de nuevo en nuestro mundo, ejecutantes y compositores siempre hemos sentido agrado y conexión con determinados estilos musicales, algún genero siempre nos atrapa y esta conexión musical puede influir en nuestra personalidad e identidad por el curso de la vida.
-Ahora que hablamos de esta conexión con la música…
Muchos de nosotros hemos podido observar los patrones que crean las ondas de audio en sus frecuencias, cuando se hacen visibles colocando arena sobre una placa de metal, por encima de un altavoz. Estas ondas con sus sellos invisibles han tenido efectos casi mágicos en la humanidad y la música que conocemos es solo una muy pequeña parte audible de toda está magia que día a día entra por nuestros oídos y puede liberar toda la química hormonal, causándonos emociones variadas.
Cuando se compone una canción sencilla, o una obra para orquesta, audiblemente pero de forma invisible, se juntan grandes cantidades de estos patrones mencionados, todos juntos a su vez crean un patrón general que al entrar en contacto con nuestro tímpano, libera en el cuerpo el neurotrasmisor del placer “dopamina”.
De allí que, escuchando algunas canciones, en ciertos momentos sentimos esa sensación de caricia, (así como de euforia, tristeza, etc), todo esto movido por simples patrones específicos de frecuencias.
Así, la música nos atrapa, (como cuando hacemos cariño a un cachorro), cierto estilo, cierto género y sus ondas van conectando con cada individuo.
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-En la música para cine…
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Donde se ponen en juego todos estos factores es en la música compuesta para el cine, donde la banda sonora está absolutamente compenetrada a las imágenes, la música está allí llevándonos de emoción a emoción (casi sin darnos cuenta), con patrones armónicos asociados a sentimientos básicos de los que ya estamos acostumbrados. Si quitamos esta música a las escenas de amor, heroísmo, o a las películas de suspenso, de seguro serían escenas absolutamente normales y frías.
Los compositores de música para cine tienen la habilidad de juntar estos patrones consonantes dentro del sistema tonal, porque ya están muy familiarizados con este lenguaje musical. Toda esta música es el componente detonante principal de la química hormonal que se manifiesta en nuestras emociones, producto de las películas, pues, la música trabaja como un amplificador de las emociones, pero este es otro estudio aparte.
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Sin embargo, un punto básico, de lo que nos concierne; algunos de estos compositores famosos, de música para cine, en sus inicios no sabían componer con este lenguaje, de hecho, varios de ellos, hoy día, no son orquestadores.
Algunos componen pistas midis con muy buenas melodías y acompañamientos desde luego y un personaje adicional (el orquestador), es quien realiza el score de su música para orquesta sinfónica. Les recomiendo el Libro: “Complete Guide to Film Scoring”. de Richard Davis.
Músicos, compositores y público en general, sentimos gran admiración por este género musical tan respetado en el arte, que se pudiera ver inalcanzable si quisiéramos aprenderlo. Sin embargo no es así.
Si eres un músico que conectó completamente con esta música, puedes tener un punto de inicio y comenzar a componer tus primeras melodías con lenguaje sonoro de cine. ¿qué elementos te pueden ayudar para dar los primeros pasos?.
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Lo primero será, compenetrarnos con el lenguaje.
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-Junta en un playlists los audios de tus bandas sonoras sinfónicas de películas favoritas. Un ejercicio que acelera la mente a familiarizarse con este lenguaje musical consiste; cuando te retires a dormir, deja sonar las canciones por algunas horas mientras sueñas. Cuando se está dormido, el cerebro tiene actividad similar a cuando se está despierto y la química hormonal es más intensa. Así, cuando el playlists deja de sonar, el cerebro, muchas veces sigue reproduciendo su propia música con los remanentes orquestales de este lenguaje musical de tu playlists, (este ejercicio me permitió al poco tiempo soñar con música inédita y traerla del mundo de los sueños). Nuestro cerebro es misteriosamente asombroso.
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Un Pc, un secuenciador midi y un teclado controlador.
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Existen muchos programas para componer: “Reason”, “Logic”, “Sibelius”, con cualquiera de ellos podrás armar sets con sonidos midi de orquesta sinfónica, con ellos podrás comenzar a experimentar y grabar tus primeras melodías. También, un piano controlador que puedas conectar al software con tu computadora. Con estas herramientas puedes escuchar tus ideas al instante.
Cantar es un acto natural con el que podemos hacer frases y componer sin mucho esfuerzo. Por esto, graba cualquier idea o frase musical corta o larga que te pueda sonar a este lenguaje, no importa que no te guste, graba, practica, la música no se crea sola, debes sacarla de tu mente.
Depende de tu tiempo, crea la rutina de componer una idea diaria, la práctica continua es lo que produce que tus discursos melódicos sean cada vez más largos y más coherentes.
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Si no sabes de armonía, comienza por aprender los acordes básicos: Mayores, menores, disminuidos, séptimas, novenas. Las principales bandas sonoras de belleza consonante están construidas sobre estos simples acordes. Así que, no tengas miedo, practica encima de ellos, inventa tus frases imaginando los instrumentos.
Analiza los acordes de las bandas sonoras y anota sus cadencias, estas armonías son fundamentales ya que nos dan el color emocional de esta música. Una vez más, practica.
La emoción hará crecer la pasión y todo esto llevará cada vez más a perfeccionarte, ¿tal vez , estudiar en alguna academia?. No tengas miedo ni te limites, ni dejes que te limiten, has música.
Un poco de Trabajo autodidacta.
Conocer la técnica de cada uno de los instrumentos de la orquesta sinfónica es muy necesario y aprender a orquestar es aún más importante. Para esto existen muchos libros que nos pueden ayudar:
-Orquestación, de Walter Pistón.
-El estudio de la orquestación, de Adler Samuel.
-Instrumentación practica, de Hofmann.
-Orquestación, de Cecil Forsyth.
-Manual de orquestación, de Hamilton Clarke.
Se ha hablado mucho de Rimsky Korsakov, este compositor autodidacta nos dejó un libro de orquestación de dominio público que se ha convertido en un pilar importante en este estudio: “Principios de orquestación – texto y ejemplos musicales”. Este libro aborda temas prácticos para aprender a orquestar tus melodías, a través del análisis y la observación, es como mirar el plano de un arquitecto, como construir, ladrillo a ladrillo.. Nos enseña técnicas profesionales que van de lo simple a lo complejo.
Puedes tomar estos ejemplos sacados de sus obras y grabarlos a midi en tu secuenciador, así podrás analizarlos audiblemente, esta acción te va a ser útil en toda tu carrera.
Escucha y analiza las partituras de los grandes compositores.
Actualmente en internet, existe una gran biblioteca virtual de partituras que ya son de dominio público: IMSLP Petrucci Music Library, allí conseguirás scores de grandes obras para analizar, detallar, comparar, escuchar melodías, contramelodias, texturas, acompañamientos armónicos , etc. Este es uno de los trabajos que nunca cesa cuando compones para orquesta sinfónica, pues a través de sus partituras aprendes mucho… es como recibir clases directamente de estos genios de la música.
Como se dijo, cuando este excelente género musical, con sus patrones de frecuencias, haga conexión con tu ser de manera totalmente cabal, convirtiéndose en una gran pasión, descubrirás también por ti mismo otros métodos, otros atajos, pero con practica y más practica, es la única forma de seguir aprendiendo.
Finalmente podrás lograr completar tu primera obra con lenguaje sonoro a cine, y aún mejor… Tú mismo el poder dirigirla…
Hubo un tiempo en el que no sabía componer y recordar ese momento en una línea de tiempo… de no saber absolutamente nada, hasta lograr dirigir mis propias obras, ( esa primera vez), es constancia de que cualquiera puede aprender desde cero hasta lograrlo, ( pueden ver ese primer momento en YouTube: Sergio Daniel R. Obras Sinfónicas).
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