La situación actual que vive Venezuela ha afectado notoriamente la actividad cultural en el país en todas sus vertientes.
Por Roberto C. Palmitesta R. | Especial para Venezuela Sinfónica
A diario los medios de comunicación y las redes sociales se inundan de comunicados de conciertos, exposiciones y obras de teatro que son suspendidas o pospuestas. Los locales nocturnos han visto mermada la asistencia del público y hasta los cines no escapan de la crisis.
El guitarrista y productor Aquiles Báez es sin duda una de las figuras más relevantes de la movida musical venezolana, especialmente dentro de la corriente de la tradición venezolana, el jazz y las nuevas propuestas. Sus “Noches de Guataca” se han edificado como una de las principales opciones tanto para los músicos más consagrados como para las figuras emergentes. Son muchos los artistas que creen en el arte como un puente para el entendimiento y la construcción de una sociedad y justamente el maestro Aquiles es uno de ellos.
“Son tiempos difíciles en donde es complicado planificar, son tiempos de incertidumbre y realizar el proceso artístico que va desde ensayos hasta conciertos es muy cuesta arriba. A pesar de todo hay que levantarse y seguir. El arte ha sido históricamente muy importante en tiempos de crisis”, expresó Aquiles Báez.
Ante la situación actual que ha afectado la actividad artística, hay que preguntarse si la solución es suspender o intentar continuar con los conciertos; Báez asegura que es una interrogante “difícil de responder porque hacer un concierto en Venezuela requiere planificación, implica un esfuerzo en tiempo y dinero. Sin embargo ese esfuerzo se ve afectado porque cierran los teatros o los accesos, por esa razón en muchos casos el público y los mismos artistas no pueden asistir”.
“Por otro lado, la realidad país no ayuda. Los patrocinios han mermado y estamos en un momento en que vivimos apostando a la solidaridad entre los artistas. En lo personal sigo ensayando y planificando conciertos para este primer semestre del año. Tengo tiempo en esto por un compromiso con la cultura del país, haciendo una resistencia cultural”, agregó.
El maestro afirma que un músico en esta circunstancias que vive Venezuela sirve “para alimentar el alma y no las armas, eso es algo muy importante en este momento” y cree firmemente en que “el arte desarrolla la conciencia y las emociones, nosotros los músicos tenemos que seguir haciendo música por amor a Venezuela y a todos los venezolanos sin excepción”.
La situación de protestas de calle ha llevado a posponer muchas actividades artísticas, esto agudiza la precaria situación de los músicos, quienes ya habían visto mermada su capacidad de ingresos. Esto sumado a la inflación y la escasez han creado una situación de éxodo artístico que no favorece para nada a Venezuela, aunque por el contrario muchas figuras se resisten y todavía apuestan por la nación que los vio nacer.
En medio de la crisis económica, el valiente que decide quedarse en Venezuela busca subsistir, pero la actualidad convulsionada de violencia y represión desatada en las calles lo obligan a cancelar muchas de sus actividades, Amén de las situaciones de luto por lo que hay que preguntarse: ¿El artista es el enemigo o es el sensato? Aquiles Báez asegura que “ninguna de las dos, es sencillamente artista. Me parece muy radical quien juzgue una decisión de este tipo”.
“Hay que seguir haciendo, crear, avanzar, creer en el país y en su gente, los artistas somos parte de ese creer en el país. El arte tiende puentes, este país necesita la concertación, algo que sería muy bueno porque viéndolo desde otro punto de vista, concertación es hacer muchos conciertos”.
Además elogió la labor de los cultores, quienes también se han visto muy perjudicados con el día a día: “cultor es ser un paladín de la cultura. Una persona que hace arte por la necesidad espiritual más que por otra cosa, es un altruista. Los cultores no solamente somos “cultos” sino unos locos idealistas”.