Investigadores del Instituto Astronómico de Canarias (IAC) sostienen que las galaxias son capaces de emitir su propia música, con sonidos no caóticos.
El equipo de IAC describió el 18 de diciembre que encontraron complejos patrones de resonancia en los discos espirales que no estaban descritos previamente.
“Dentro de los discos de las galaxias espirales hay olas que se propagan concéntricamente en forma de espirales. Esto es algo similar a las ondas en la superficie de un lago, o las ondas estacionarias en las cuerdas de un violín, o en la superficie de un tambor, para usar una metáfora musical”, según IAC
Los astrofísicos llaman a estas ondas, las “ondas de densidad”. La novedad, según IAC, es que descubrieron que “en más de un centenar de galaxias que se han observado, hay más ondas de densidad que las predichas por la teoría”.
Según los astrofísicos de Canarias, hay relaciones muy particulares entre estas ondas, y es así como forman un patrón complejo de resonancias, que orquestan la “Música de las Galaxias”.
Lo que se conocía hasta la fecha, según previos estudios, es que muchas galaxias espirales contienen estrellas organizadas en un patrón de línea recta, llamadas barras.
En estas galaxias la teoría predice dos conjuntos de ondas, una en la parte interior de la galaxia, y otra en la parte exterior que contiene los brazos espirales. En su estudio, sin embargo, los astrónomos de Canarias “encontraron para su sorpresa, más de dos zonas circulares de ondas de densidad en casi todas las galaxias analizadas. El número más frecuente fue el de cuatro, aunque el máximo fue de siete, informó IAC.
Lo que fue llamativo para los investigadores es que los diferentes anillos de resonancias se enlazan en pares. Se observó por ejemplo que “la segunda onda se enlaza con la cuarta, la primera con la quinta, la tercera con la cuarta, y así sucesivamente”.
“Los patrones difieren de galaxia en galaxia, pero existen en prácticamente todas ellas. La mayoría contienen uno de estos patrones pero hay discos con dos, tres, cuatro e incluso “explicó el astrónomo John Beckman, de IAC.
Beckman destaca si consideramos estas ondas con las un instrumento que vibra, “en cada galaxia estaríamos oyendo una sinfonía diferente”.
Para el astrónomo no solo cada galaxia es única en su música, sino que su frase musical es al parecer más bien armoniosa.
“Las olas no resuenan de forma caótica o al azar, sino que siguen los patrones: ésta es una orquestación en la música de las galaxias”, advirtió John Beckman.
Resolviendo las paradojas
Los astrónomos usaron instrumentos propios instalados que miden el campo completo de la velocidad de una galaxia, en el telescopio William Herschel en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma, y se disponen a resolver las dos paradojas de las galaxias espirales.
Beckman explica que hace tiempo los astrofísicos se dieron cuenta que hay dos paradojas en relación a las galaxias espirales, las cuales contienen brazos que brillan con la luz de millones de estrellas azules, más masivas y de estrellas más jóvenes.
“Cuando medimos sus velocidades de rotación alrededor del centro de la galaxia nos predicen que las armas (brazos de la galaxia) podrían terminar en un par de vueltas de galaxias y desaparecer. Pero la gran mayoría de las galaxias de disco tienen brazos, por lo que no han desaparecido”.
A su vez, las azules estrellas masivas tienen vidas que son demasiado cortas para los estándares astronómicos, ya que solo duran alrededor de diez millones años o menos, mientras que las galaxias tienen varios miles de millones de años.
“¿Cómo podrían existir estas estrellas azules masivas en los brazos de tantas galaxias?”, cuestiona el astrónomo, al destacar la segunda paradoja.
Beckman propone que las respuestas a estas dos paradojas se pueden encontrar en la teoría de ondas de densidad espiral.
“Existen las ondas, en forma de espiral, que giran dentro de los discos de galaxias, las cuales mantienen los brazos de la espiral, y que provocan la formación continua de nuevas estrellas azules masivas, alimentando continuamente los brazos”, explica el astrofísico del IAC.
Cuando la onda densidad de una espiral pasa a través de una región del gas la región se comprime, “haciendo que el nacimiento de nuevas estrellas del hidrógeno, que es abundante en el medio interestelar”, agrega Beckman.
Para el equipo de astrofísicos de IAC, estudiar estas ondas podría arrojar datos de su comportamiento, las forma de los brazos, la distribución de la luz en los discos, o la presencia de anillos estelares en algunos discos”.
El estudio se llama “Patrones de enclavamiento resonancia en discos de galaxia” y estará publicado en el Suplemento de la Astrophysical Journal. (210, 2, 2014 ) y fue realizado por J. Font, JE Beckman , M. Querejeta , B. Epinat , PA James , J. Blasco- Herrera , S. Erroz -Ferrer e I. Pérez.