[et_pb_section bb_built=”1″][et_pb_row][et_pb_column type=”1_3″][et_pb_text _builder_version=”3.5.1″]
A menudo se suele usar a la ligera el concepto de salud y su significado, el dicho “Sin salud no hay nada” o “la salud es primero” es muy común en nuestro lenguaje, sin embargo aplicarlo no es tan fácil como decirlo.
[/et_pb_text][et_pb_blurb _builder_version=”3.5.1″ image=”https://www.venezuelasinfonica.com/wp-content/uploads/2016/08/Fatima_.jpg”]
Escrito por Fátima Fernández | Músicos de Alto Rendimiento |
Terapeuta ocupacional especializada en músicos
“Entrenando Músicos de Alto Rendimiento” musicosdealtorendimiento@gmail.com
Teléfono:04163470815
[/et_pb_blurb][/et_pb_column][et_pb_column type=”2_3″][et_pb_text _builder_version=”3.5.1″ text_orientation=”justified”]
Cada día hay más factores que inciden negativamente sobre la salud, generando lesiones y enfermedades que limitan el desempeño profesional, en el caso de los músicos además de los riesgos propios de la actividad se le suman los hábitos negativos que van en contra de la vida saludable, por lo que se dificulta seguir el dicho de “la salud es primero”.
En la actualidad cada vez son más los músicos que sufren alguna lesión o enfermedad, lo que representa inversión difícil de costear y de superar no solo desde el punto de vista económico, sino también físico, emocional así como profesional. Esto nos invita a visualizar la posibilidad de ir en la búsqueda de una vida más saludable, puesto que mientras más se cuida la salud menos riesgo existe ante la enfermedad, considerando además que es menor la inversión.
Es común entre los músicos enfocarse más en los aspectos técnicos, el estudio, el nivel musical y, por ende, en el desarrollo profesional, quedando de lado la salud; esto se debe a diversos factores como la falta de conciencia de los riesgos asociados a la práctica, las condiciones de repetitividad y posturas anti naturales propias de la ejecución instrumental, el poco descanso entre jornadas, mala alimentación, así como la falta de acondicionamiento físico, lo que sugiere que el estilo de vida no está orientado hacia la salud y el auto cuidado de la misma.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row][et_pb_column type=”4_4″][et_pb_text _builder_version=”3.5.1″ text_orientation=”justified”]
Ciertamente cada persona debe ser responsable de su estilo vida, sin embargo, no ser educados con este fin es determinante, especialmente en el caso de los músicos de los conservatorios, orquestas, grupos u organizaciones en las que se desempeñan, no se incluye la atención, promoción y prevención en relación a los hábitos saludables.
Cada vez se hace más necesario considerar estos aspectos de la vida musical, que forman parte de su realidad pero que pueden ser reducidos si se adoptan estilos de vida orientados hacia una mejor relación con la salud; “Para lograr una buena interpretación el músico necesita sentirse sano, estar emocionalmente equilibrado y confiar en sí mismo” (Bruser, 1997). Por lo que los hábitos no son solo físicos sino también psicosociales, en cada uno de los contextos y ambientes en los que se desarrolla su vida.
No promover la salud en la música puede ser un indicador de calidad de vida o la falta de ella y por ende un rendimiento no optimo en la práctica, la solución esta, justamente, en un cambio en la visión de la salud y en el estilo de vida de los músicos.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row][et_pb_column type=”1_3″][et_pb_text _builder_version=”3.5.1″]
¿Cómo apropiarse de un estilo de vida más saludable?
[/et_pb_text][/et_pb_column][et_pb_column type=”2_3″][et_pb_text _builder_version=”3.5.1″ text_orientation=”justified”]
Las alternativas deben estar orientadas a lo que hace saludables a los músicos, así como a la conciencia de la necesidad de apoyo y asesoría ocupacional, siendo primordial que la comunidad musical se sensibilice en relación a este tema, tomando en cuenta que no solo es responsabilidad individual lo que concierne a la salud, también debe ser parte de la estructura organizacional de donde se desempeñan (orquestas, grupos, centros de formación) incluyendo educación y promoción acerca de temas relacionados con la salud en todos los sentidos, física, mental y emocional. Este proceso de sensibilización es de manera informativa y de acciones concretas en función de la prevención de problemas de salud asociados a los riesgos ocupacionales de la actividad musical.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row][et_pb_column type=”4_4″][et_pb_text _builder_version=”3.5.1″ text_orientation=”justified”]
Aspectos como el descanso adecuado, la alimentación, el ejercicio, la buena postura también son importantes para generar un estilo de vida distinto en los músicos, siendo además vitales para mantenerse dentro de su profesión con mayor calidad y rendimiento.
Realizar al menos una consulta médica periódicamente y de manera preventiva ayudara a evitar enfermedades o tratarlas a tiempo en el caso de su existencia, incluso la terapia ocupacional especializada que ofrece Músicos de Alto Rendimiento es una alternativa que puede aportar importantes beneficios a la práctica musical que sin duda pueden verse reflejados en el control corporal, postural, mental y técnico dentro de la ejecución instrumental.
Un cambio de pensamiento y de hábitos es necesario en el gremio musical, generalmente el músico está más atento a las necesidades de su instrumento que las de su propio cuerpo; pero la realidad es que el cuerpo es el primer instrumento por lo que debe estar en óptimas condiciones, es decir, con buena salud y bienestar, sin embargo, lograrlo depende de la importancia que se le da al hecho de mejorar las condiciones de vida de cada uno.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]