El tenor español Josep Carreras, que se encuentra en Australia como parte de su gira mundial de despedida, aseguró hoy, en una entrevista con Efe, que el futuro de la ópera se encuentra en buenas manos
EFE | Rocío Otoya
“Sinceramente, las nuevas generaciones tienen una gran cantidad de artistas magníficos, grandes talentos, artistas de magnífica calidad, magníficas voces, por lo tanto creo que el panorama mundial de la lírica está en buenas manos”, enfatizó Carreras en Sídney, donde presenta la turné “A Life in Music” (Una vida en la música).
El cantante de 70 años opinó que la ópera, al ser una manifestación artística de grandes costes, necesita “la sensibilidad de los gobiernos, de las administraciones, para que no solo sea un evento privado sino también público”, y en ese sentido añadió que también necesita del apoyo privado.
Carreras ha recorrido un largo camino profesional de casi medio siglo en el que ha cosechado aplausos en todo el mundo interpretando las obras de grandes maestros como Verdi y Puccini y ha actuado en el proyecto “Los tres tenores” junto a Luciano Pavarotti y Plácido Domingo.
“Lógicamente empiezo a sentir un poco de nostalgia, pero el final de una vida profesional le llega a todo el mundo y creo que en un par de años será un momento adecuado para que todavía, relativamente joven, me dedique a otras actividades y otras cosas que durante más de cincuenta años no he podido hacer”, explicó el tenor.
Vestido de chaqueta y corbata, y de hablar pausado sin tutear, Carreras, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1991 y sobreviviente de una leucemia que le detectaron a finales de los ochenta, en pleno auge de su carrera artística, confiesa que se siente “un privilegiado de la música”.
No puede olvidar algunos momentos “puntuales” entrañables desde que subió a los escenarios en 1970, como “los debuts en ciertos teatros, en ciertas representaciones, con directores de orquesta como (Herbert) Von Karajan”, así como momentos “más personales que uno vive de otra manera más emotiva todavía”.
Carreras aludía a un concierto gratuito que ofreció en Barcelona tras recuperarse del trasplante de su propia médula para curarse de una leucemia infoblástica aguda y que lo motivó a crear una fundación para luchar contra esta enfermedad y a la que dedicará más tiempo cuando se retire.
Durante su dilatada carrera como intérprete del “bel canto”, recuerda que a menudo ha dicho que “es fácil cantar con las vocales y difícil cantar con las consonantes porque las vocales te ayudan a cantar (en) legato y a expresar mejor”.
“Por eso el italiano es el idioma perfecto y el castellano, el español es un idioma muy bueno para cantar. Las consonantes son necesarias, pero realmente se canta con las vocales”, subrayó el maestro.
A pesar de los éxitos cosechados y la fama, Carreras no es inmune a las críticas, aunque admite que “evidentemente uno tiene que ser consciente de que no le vas a gustar al mundo en todas tus actuaciones”, en alusión a unos recientes comentarios adversos en Londres.
“Es natural, yo quiero pensar que la crítica es bien intencionada y por lo tanto nada que decir, forma parte del juego”, declaró.
“Si crees en las buenas críticas, debes creer en las malas, y por lo tanto es mejor no creer”, ironizó el tenor parafraseando irónico lo que solía decir Von Karajan.
“A Life in Music”, que comenzó el pasado octubre y durará hasta el año 2018, recoge una selección personal de canciones y se presentará en Sídney, Melbourne y Perth entre el 18 al 25 de febrero.
Carreras imagina que si tuviera que elegir un momento con el que vería con gusto bajar el telón a su carrera profesional sería con “el último acto de Carmen”.