Un androide llamado EveR 6 dirigió a la Orquesta Nacional de Corea del Sur en Seúl, presentando movimientos detallados y superando las expectativas. El androide EveR 6 y el director de orquesta, Soo-Yeoul Choi, codirigieron una interpretación de seis piezas con la Orquesta Sinfónica Nacional de Corea.
EveR 6, el androide que codirigió la actuación titulada “Absence”, fue diseñado por el Instituto Coreano de Tecnología Industrial (KITECH). El robot estaba equipado con un rostro humanoides y tenía forma humana con torso, dos brazos, cuello y cabeza.
EveR 6 fue entrenado por KITECH utilizando la tecnología de “captura de movimiento” a través de sensores que registraban digitalmente la trayectoria de la batuta de un director de orquesta. El robot también fue entrenado para seguir la velocidad de los movimientos de la batuta. Antes de la representación, el teatro publicó un vídeo en su canal de YouTube que mostraba el proceso de ensayo y entrenamiento.
El robot fue acompañado en el escenario por el director de orquesta Soo-Yeoul Choi, quien codirigió la actuación. Según Choi, uno de los mayores desafíos para los robots era la “interacción y comunicación en tiempo real”, especialmente en el contexto musical.
Choi mencionó que la “debilidad crítica” de EveR 6 era que no podía escuchar. Sin embargo, también dijo que “el robot fue capaz de presentar movimientos tan detallados mucho mejor de lo que había imaginado”.
Choi y EveR 6 se turnaron en la dirección de las piezas. El robot dirigió tres de las cinco piezas y luego interpretaron una pieza juntos. Después del concierto, Choi declaró: “Fue un recital que demostró que (robots y humanos) pueden coexistir y complementarse, en lugar de que uno sustituya al otro”.
Uno de los asistentes al concierto, Lee Young-ji, comentó sobre la habilidad del robot para mantener el ritmo. Sin embargo, mencionó que le faltaba “aliento” y que “parecía que había que hacer algo para que el robot hiciera el trabajo”.
Otro miembro del público, Song In-ho, dijo que el robot actuaba a un nivel muy básico y que podría hacer más si estuviera equipado con un sistema de inteligencia artificial (IA) que le ayudara a comprender y analizar la música.
Aunque la actuación fue la primera de este tipo en Corea del Sur, en el pasado, un robot creado por Honda llamado Asimo dirigió como invitado una actuación con la Orquesta Sinfónica de Detroit en 2008.
En 2017, se vivió otro hito cuando un robot llamado YuMi dirigió una actuación como invitado en Suiza. Además, en 2020, un robot de diseño japonés llamado Alter 3 dirigió una pieza musical de siete minutos, considerada una “ópera androide” llamada Scary Beauty.
Aunque algunos asistentes expresaron opiniones mixtas sobre la capacidad del robot EveR 6, la actuación en el Teatro Nacional de Corea representó un avance significativo en la intersección entre la música y la tecnología. La presencia de un robot en el podio de dirección desató reflexiones sobre el papel de la inteligencia artificial en el mundo artístico y la posibilidad de una coexistencia armoniosa entre humanos y máquinas.
Sin duda, el desafío de lograr una verdadera comunicación y comprensión musical por parte de los robots sigue siendo un tema a explorar y perfeccionar en el futuro. La actuación de EveR 6 demostró el potencial de la tecnología en la industria musical y dejó abiertas las puertas a nuevas posibilidades en la interacción entre humanos y androides en el ámbito artístico.