El periplo de vida de este ícono de La Asunción, gloria neoespartana y una de las más flameantes musicales de la Venezuela de hoy, da para que sea orgullo nuestro, de todo su árbol familiar, de su patria chica y de la Patria Grande.
Vía: El Sol de Margarita | Escrito por Ramón Sabino Salgado
Ir a su currículo de vida musical es encontrarse con un compendio de vivencias exitosas que van desde las clases iniciales en La Asunción, Pedro González y otras plazas margariteñas, pasando por su laureada carrera como violinista en la Gran Caracas y otras ciudades de su amada Venezuela hasta columbrar el medallero glorioso de conciertos, trofeos y aplausos que ha cosechado en distintos escenarios del mundo donde su violín, sus manos y su alma han conjugado un sinfín de piezas que han deleitado el alma de quienes le han visto y escuchado.
Cuatro décadas de vida en este copeyero -como decía Prieto– han sido suficientes para alcanzar la cima musical nacional y allende de los mares donde es aplaudido y admirado desde el maestro Abreu pasando por el glorioso Dudamel, quien una vez recibió de sus lecciones.Las décadas de existencia que Dios le dé a partir de este mes de marzo cuando celebra su cumpleaños van a ser suficientes para que la historia magna musical venezolana y el conservatorio de las glorias del pentagrama lo acoja como una de las figuras que mas orgullo ha de generar en la Venezuela actual y la Venezuela por venir.
Un abrazo, amado Eddy, de admiración, afecto y agradecimiento, por todo lo hecho para exaltar la grandiosidad Margariteña a la vez que agradecerte tus palabras para el maestro Prieto la vez que le dedicaste “Prieto es el ciudadano de más alta dimensión en el campo integral de la educación, la ciencia y la cultura.
Este es el Prieto que yo he conocido, más a través de su prolífica y variada obra bibliográfica, donde palpitan con emocionada intensidad todas las inquietudes de su denso pensamiento pedagógico y de sus constantes inquietudes sociales, traducidas en una lucha indetenible en pro del niño, la escuela, el maestro y la cultura.
El Maestro que nunca subestimó ninguna de aquellas dimensiones por las cuales se hacían sentir las múltiples y variadas necesidades de la Nación y su gente”.