Vía: www.lacapital.com.ar | Por Pedro Squillaci /
El músico panameño Billy Cobham, que grabó con gigantes de la talla de Carlos Santana, Peter Gabriel, James Brown y Quincy Jones, tocará junto a Otmaro Ruiz, Dean Brown y Ric Fierabracci.
Para entender quién es Billy Cobham bien basta una comparación. Hoy cuando un chico juega a la pelota y hace tres goles en un partido, no faltará quien le diga “ya sos como Messi”. Bueno, antes, en los 70, cuando alguien hacía un solo de batería y metía palos a toda velocidad en tones y platillos, a ese batero le decían Billy Cobham.
Este martes, a las 21, la historia viviente del jazz fusión llega al teatro Lavardén para presentar “Spectrum 40º tour”. El músico panameño, que grabó con gigantes de la talla de Carlos Santana, Peter Gabriel, James Brown y Quincy Jones, tocará junto a Otmaro Ruiz (teclados), Dean Brown (guitarra) y Ric Fierabracci (bajo).
En diálogo con Escenario, Cobham contestó con menos explosión que en sus solos, pero con la misma precisión de la base rítmica de “Stratus”, quizá uno de los temas emblemáticos de aquel disco de 1973 que marcó un hito en su carrera. “El mejor baterista es un músico sólido y completo, y no sólo un acompañante de las idas y venidas de sus compañeros músicos”, lanzó como un break con doble golpe de bombo incluido.
—¿Por qué eligió tocar la batería, fue un amor a primera vista?
—Los tambores e instrumentos de percusión, que yo recuerde, eran parte de mi familia desde el principio. Mis primos hacían tambores de acero y timbales en Colón, Panamá, donde nací. Realmente no lo sé, pero mi curiosidad por los instrumentos de percusión sigue siendo bastante alta a lo largo de los últimos 70 años.
—Al cumplirse 40 años de “Spectrum”, ¿qué cree que se mantiene vigente de ese disco?
—Fue grabado por la necesidad de ganarme la vida. Yo no estaba buscando producir un disco de éxito. Creo que cuando alguien está tratando de encontrar una manera de sobrevivir saca jugos creativos de otra manera que no la encuentras cuando tienes el objetivo de crear un éxito por sobre todas las cosas.
—Para muchos, el mejor baterista es el que sabe acompañar adecuadamente cada música, captando el tiempo y el clima de esa interpretación ¿Coincide o le agregaría alguna otra característica?
—El mejor baterista es un músico sólido y completo, y no sólo un acompañante de las idas y venidas de sus compañeros músicos. Para que un baterista sea el protagonista de una banda debe tener la voluntad de querer hacer simplemente eso.
—En tiempos de la Mahavishnu le tocó estar en el mejor momento y en el mejor lugar, ya que fue un quiebre en el género del jazz, el jazz rock y la fusión ¿Qué buscó como intérprete para que su toque sea distinto al de los demás?
—Estar obligado a ser un músico y no sólo un baterista. Esto significa ser una fuente imaginativa de información proyectada para los colegas de uno y no sólo un receptáculo para contener las ideas recibidas. Yo estaba dispuesto a recibir, digerir y presentar alternativas a los demás en tiempo real. Esto no es lo que normalmente se espera de bateristas y es por eso que no me considero un baterista. Yo me considero un músico.
—En los 70, decir Billy Cobham era sinónimo del mejor baterista de todos los tiempos. ¿Cree que su estilo hizo escuela? ¿Quiénes son los músicos que siguieron sus pasos?
—En cierto modo me siento cómodo sabiendo que he ayudado a mis colegas ofreciéndoles ideas para que puedan mejorar en su oficio.
—¿Hoy sigue escuchando aquellos referentes como Herbie Hancock, Miles Davis o John Coltrane, o se nutre de las nuevas generaciones del jazz?
—Yo escucho a los músicos como los que usted ha mencionado, aunque no tan a menudo como antes. Ellos todavía tienen un lugar en mi corazón como puntos de referencia, seguro. Me encanta escuchar a quien siento que me trae alegría a través de sus creaciones. Música, para mí es todo lo positivo extraído de cualquier fuente, incluidas las negativas.
—Después de acompañar a Miles Davis, Quincy Jones, Ron Carter y John McLaughlin, ¿a qué músico soñaría acompañar?
—A Joni Mitchell.