Un aspecto que forma parte de la vida diaria de los músicos es el estrés, en ocasiones la práctica musical genera altos niveles de presión, exigencia corporal y mental. Lo que se traduce a un factor psicosocial importante ante el manejo de situaciones estresantes
Escrito por Fátima Fernández | Músicos de Alto Rendimiento
Aunque los músicos generalmente están bien preparados para entender e interpretar su repertorio, no escapan de padecer los efectos del estrés, que pueden variar de acuerdo a los elementos que lo desencadenan. El estrés puede definirse según la RAE como un estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal; suele provocar diversos trastornos físicos y mentales.
En los músicos existen varios factores que pueden ser la causa de condiciones de estrés: una de ellas es el miedo escénico o ansiedad teatral, otra es la demanda constante de perfección, atención y extrema concentración, así como la exigencia física de la ejecución instrumental, estos tres factores están siempre presentes ante la práctica, considerando además el tiempo en el que debe realizarse el montaje del repertorio o si se trata de solos, recitales, audiciones, exámenes conciertos importantes entre otras actividades.
Algunos efectos del estrés que pueden presentarse en los músicos de acuerdo a las características de su actividad están relacionadas tanto con el aspecto físico como con el mental y emocional, por ejemplo, cansancio generalizado, dolores musculares y articulares, tensión en la espalda, dolor de cabeza, alteraciones del sueño, cambios drásticos en el estado de ánimo (humor), dificultad para concentrarse, todo esto puede ocasionar frustración durante la práctica.
¿Cómo Influye esto en el músico ejecutante? El primer efecto no deseable es que son más propensos a equivocarse, se disminuye la capacidad expresiva, creativa y comunicativa al momento de interpretar, el control sobre el instrumento que se logra durante el estudio individual y demás actividades se pierde. Lo que por ende perjudica la calidad, rendimiento técnico, corporal y mental del músico.
Tres tips que pueden ayudar a disminuir o prevenir los efectos del estrés en los músicos son:
La actividad física siendo esta una herramienta fundamental en el manejo corporal, la seguridad de los movimientos a realizar para cada obra a tocar y en la resistencia del cuerpo ante la ejecución del instrumento, mejorando el rendimiento, libertad en la expresividad en el trabajo musical. Además de liberar las hormonas del placer y el bienestar generando en el ejecutante la energía necesaria física y mental para el desarrollo de su actividad.
Organizar la jornada de trabajo en función de objetivos a corto plazo en cada sesión de práctica, de esta manera se pueden trabajar los detalles con mayor eficiencia, además promoviendo la automotivación y satisfacción en el logro de aspectos concretos que harán del resultado final un éxito.
Relajarse y disfrutar tomar en cuenta el trabajo que se ha realizado desde el principio hasta el final, no dejando que los resultados sean el único motivo de éxito, cuando se está esperando que todo salga a la perfección es posible no estar conforme al final de la jornada, entonces es momento de valorar todo lo que se hace para lograr lo que se quiere, en definitiva disfrutar del proceso es un buen ejercicio que permite el equilibrio emocional, ayudando a sentir y mostrar mayor seguridad.
La relajación también es una maravillosa herramienta para concentrarse y realizar la ejecución instrumental libre de tensiones tanto físicas como mentales, diversas técnicas pueden ayudar a mejorar este aspecto considerando la respiración así como la regulación del ritmo cardíaco y la eliminación de los efectos negativos del estrés dentro de la práctica musical.
Aunque el estrés puede mantener alerta a las personas ante diversas situaciones, transformarlo a favor de la actividad es de suma importancia para prevenir y disminuir sus efectos negativos promoviendo un mejor rendimiento.