La semana pasada te hablé de la importancia de integrar a los trabajadores dentro de la política del marketing online de la empresa.
Más si la empresa es una orquesta en redes sociales.
El problema mayor que veo desde que monitorizo distintas empresas del sector cultural, es la falta de conocimiento de las posibilidades de las redes sociales.
Y muchas de las que las usan, no lo hacen de una manera profesional.
Y esto es imprescindible.
Algo que se consigue usando un plan estratégico de redes sociales llevado a cabo por un equipo especialmente capacitado.
De la misma manera que una orquesta no contrataría a un director sin conocimientos de dirección, no debería ceder la gestión de sus redes sociales a personas que no estén preparadas para ello.
Es muy usual que la dirección de una orquesta ceda la gestión de redes sociales a algún profesional del departamento de marketing y/o comunicación que tenga alguna noción.
Quizás por desconocimiento.
A lo mejor porque piensan que es más barato.
En otros casos, son los propios trabajadores los que se ofrecen a llevar dicha gestión ante la pasividad al respecto de la directiva o el equipo de marketing yo comunicación.
Pero una orquesta en redes sociales necesita algo más que esto.
Más en estos tiempos donde la sociedad avanza con las redes y donde la conexión e interacción con la sociedad es vital para la supervivencia del sector.
No sólo eso.
Las redes sociales mal gestionadas por una empresa, pueden dañar irreparablemente su imagen.
Y suponer una pérdida de tiempo y por lo tanto de recursos.
Gestionar mal las redes sociales en cultura es una pérdida de oportunidades
Pero incluso en los pocos casos donde he detectado un equipo competente detrás de la gestión de un perfil en redes las redes sociales de una orquesta, no he visto todavía a ninguna que haya involucrado a sus músicos en su estrategia de marketing online.
Y si lo han conseguido empresas como IBM o Philips, ¿por qué no nosotros?.
No es una cuestión de presupuesto
Sé que lo puede parecer.
Ni siquiera de implicación del músico.
Las grandes multinacionales tienen las mismas oportunidades que las pequeñas empresas del sector cultural en redes sociales.
Una empresa cultural tiene las mismas oportunidades en socialmedia que una multinacional
Todos somos iguales en Twitter, Facebook o Youtube.
O mejor dicho.
Partimos de la misma base.
La diferencia la marca quien tiene un plan y sabe usar sus recursos de manera inteligente. Involucrando a sus trabajadores en esa estrategia.
Te voy a poner un ejemplo.
Si una orquesta tiene 7000 seguidores en Twitter, quiere decir que tiene una influencia considerable si el equipo liderado por el social media manager profesional, usa bien esos contactos y consigue implicar a su público.
Pero imagina ahora que dicha orquesta consigue involucrar a sus 80 músicos (empleados) en su estrategia online y que cada uno de esos músicos llega a tener una media de 600 contactos.
De repente la orquesta no tiene 7000 seguidores.
Tendría 48000 más.
Y además compromete al músico en la labor de difusión de su orquesta, lo que repercute en un mayor compromiso y un mayor sentimiento corporativo, tan importante en cualquier empresa.
Más en una orquesta.
Pero ¿cómo hacer que las redes sociales en la empresa sean también de alguna manera de todos sus trabajadores?
Yo creo que es fundamental tener en cuenta varios puntos:
Formación e información
El músico debe ser formado y evangelizado en el uso de las redes sociales, importancia de las mismas para su orquesta y su responsabilidad en ellas.
Soy consciente que dentro de una orquesta hay también músicos que prefieren sólo hacer música. Pero es necesario también que la orquesta busque la manera de implicarles en el contacto con su público.
Es vital.
Y si es a través de las redes sociales también, mejor que mejor.
Evangelizar desde dentro y hacia afuera.
Desarrollar protocolos corporativos
No cabe duda que la participación en la estrategia de la empresa por parte del trabajador debe ser voluntaria y responsable.
Para ello la empresa cultural u orquesta, deberá crear unos protocolos y libros de estilo muy claros para que el trabajador sepa en todo momento cómo actuar dependiendo en qué circunstancias: crisis de reputación, respuesta al público, etc.
Es importante también definir los canales a usar en caso de tener que hacer consultas cuando se crean situaciones de dudosa resolución en redes sociales.
No es necesario cargar con la responsabilidad de resolver estos incidentes al músico. Para eso debe haber unequipo profesional definido en un plan de crisis en redes sociales.
Un protocolo en redes sociales de una orquesta permite eliminar el miedo a las mismas del trabajador.
Desgraciadamente son demasiados los que son despedidos por publicar información en sus perfiles privadosque no agrada a las empresas. Y a medida que las redes sociales vayan arraigando en el sector cultural, ocurrirá lo mismo si no definimos protocolos adecuados.
Incentivar la participación en redes sociales
Yo soy partidario de incentivar a aquellos trabajadores que obtienen mejores resultados con su participación en la redes.
Quizás no de manera económica.
O a lo mejor sí.
En cualquier caso esto revertiría en un compromiso mayor y una cultura que fomentaría y premiaría laparticipación en la estrategia corporativa en redes sociales.
Por supuesto en ningún caso, este incentivo debe interferir con el trabajo del músico: Twittear si, pero en momentos definidos dentro de los protocolos definidos.
Hacerlo a escondidas en un ensayo, no me parece una buena manera de usar en una orquesta las redes sociales.
Crear embajadores de la orquesta en redes sociales
Hay muchos músicos que superan en influencia a su orquesta en determinadas redes
O que tienen blogs con gran número de seguidores desde los que hablan de temas profesionales relacionados con los de su empresa o los cambios que tienen que realizar.
Sí.
Es mi caso.
Estos son sin duda los trabajadores que hay que considerar como verdaderos embajadores de la organización, llegando incluso a integrarlos dentro del equipo de marketing y comunicación de la propia orquesta .
No.
No es mi caso.
Un embajador cualificado en redes sociales de una empresa cultural proveniente del mismo sector sólo tiene ventajas para la orquesta:
- Es músico y conoce el mundo de la música y del profesional mejor que nadie. Puede ser un granevangelizador entre sus compañeros
- Conoce internet y las redes sociales para moverse en ellas de manera profesional
- Es un referente para músicos que quieren participar del cambio…, y termina siéndolo también para los más reticentes
- Es publicidad de calidad para la orquesta en redes sociales.
Conclusión
Integrar es sumar en redes sociales.
Por eso el músico tiene que estar integrado en el plan de redes sociales de un orquesta o al menos estar informado de las políticas de la empresa al respecto.
El músico tiene un valor muy especial como imagen de la orquesta: es trabajador y producto. Sin música no hay músico.
¿Entonces por qué no tomar ese ejemplo como referente para el público en las redes sociales?.