Prensa FundaMusical Bolívar
Bailaron, zapatearon, gritaron “¡Bravo!”. Este 26 de julio en la Fundación Mozarteum, en Salzburgo, la Coral Nacional Juvenil Simón Bolívar y el Ensamble de Metales de Venezuela conquistaron a un público que rara vez aplaude rítmicamente para exigir bises, y se pone de pie para honrar a una agrupación.

Bajo la conducción de Lourdes Sánchez y Juan Gorrín, la Coral protagonizó la primera parte del concierto. Un repertorio de 16 piezas, incluyendo tres obras extras, aumentó en el público su receptividad, y la calidad vocal de los coristas terminó de enamorarlos.
Cuanto entonaron Lux Auruque de Eric Whitacre, los asistentes se levantaron de sus asientos y elevaron sus manos para elogiar la interpretación que habían escuchado. Pero el sublime final con la canción Venezuela, que terminó con una extendida aclamación, no sólo conmovió a los asistentes sino a los mismos intérpretes quienes se sorprendieron por la reacción del público.
Luego de un intermedio, entraron al escenario los ejecutantes del Ensamble. La vigorosa batuta del director alemán de bandas, Thomas Clamor, capitaneó la ejecución de ocho piezas y tres bises. Uno de los mayores aplausos lo representó la interpretación del trompetista Tomás Medina, quien tocó como solista en la pieza Tico Tico no fubá de Zequinha de Abreu. El West Side Story de Leonard Bernstein también catapultó a los artistas venezolanos al triunfo, cuando después de iniciar su presentación con un rígido público, los cuerpos de los asistentes se movían al ritmo de la música.
Ya lo había afirmado la presidenta del Festival de Salzburgo, Helga Rabl-Stadler: “El público austriaco no está acostumbrado a ponerse de pie, pero con las orquestas venezolanas sí lo ha hecho”. Afirmación que se evidencia en las ovaciones que han recibido la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño y la Juvenil de Caracas, en los primeros tres conciertos de El Sistema en Salzburgo.
El ex diplomático venezolano y actual presidente de la Asociación Cultural Humboltd, Nicolás Lemus, quien se encontraba presente, expresó que viajó a Salzburgo únicamente para presenciar los conciertos de sus connacionales. “La música clásica se ha salvado en Venezuela”, manifestó convencido.