‘Estirpe’, el disco del trompetista venezolano Pacho Flores, incluye obras de compositores como Arturo Márquez, Daniel Freiberg, Paquito D’Rivera, Efraín Oscher y del propio Pacho
“Se ha escrito muy poco para para trompeta aquí en México, siendo que somos una tierra trompetista”, afirma el compositor mexicano Arturo Márquez (Sonora, 1950), famoso mundialmente por su Danzón n.º 2, pieza influenciada por los salones de baile, los ritmos populares de América Latina y la música mexicana de concierto. El sonorense abre el disco Estirpe — el último álbum del trompetista venezolano Pacho Flores, donde La Orquesta Sinfónica de Minería, dirigida por Carlos Miguel Prieto, se convierte en la primera agrupación mexicana en grabar con el mítico sello alemán Deutsche Grammophon — con su última composición Concierto de Otoño para trompeta, divido en tres movimientos: Son de luz, Balada de floripondios y Conga de flores. La grabación mira las raíces populares de la música latinoamericana y se concentra en la trompeta, el instrumento de viento metal indispensable en la música del mariachi, la banda, el mambo, la guaracha, el merengue, la cumbia y la salsa. El argentino Daniel Freiberg (Buenos Aires, 1957), el cubano Paquito D’Rivera (La Habana, 1948), el uruguayo Efraín Oscher (Montevideo, 1974) y el propio Pacho Flores (San Cristobal, 1981) completan las obras llenas de los ritmos, sones y cadencias de la música que se escucha desde Tijuana a la Patagonia, géneros que han alcanzado presencia y reconocimiento internacional.
El disco fue grabado en 2019 en los Estudios Churubusco de Ciudad de México, la conocida fábrica de sueños, donde se reunieron los músicos. “Este disco se está haciendo en México, pero es un disco que une a México, Venezuela, Cuba, Argentina, Uruguay. Es realmente un esfuerzo que pone la música latinoamericana en el mismo plano que cualquier música de cualquier nivel. Grabar cinco obras de las cuales cuatro de los compositores están aquí con nosotros para preguntarles si una nota está bien, si hay que cambiar una dinámica, si hay que cambiar un tempo… es un lujo. En lo que a mí respecta, me da enorme orgullo que una orquesta mexicana, absolutamente mexicana nacida en México, pueda tener el nivel de grabar con Pacho Flores, grabar la obra de estos enormes compositores, con este sello que nunca había grabado ningún disco con una orquesta de este país. Es una cosa que hay que resaltar, en vez de dormirnos en los laureles del pasado. Es un aliciente para el futuro”, dijo Carlos Miguel Prieto, en conferencia de prensa desde la Sala Nezahualcóyotl, en Ciudad Universitaria, donde se presentaron algunas de las obras de este disco.
“Soy privilegiado al estar en esta grabación. Son cuatro conciertos de trompeta, cuatro conciertos latinoamericanos con una orquesta mexicana por primera vez en la Deutsche Grammophon, con el maestro Carlos Miguel Prieto, que ha hecho una alianza muy fuerte con cada una de las músicas. Yo diría que hasta es nuestro cómplice. Lo puedo decir en breves palabras: va a ser histórico”, dice Arturo Márquez. Y es que no solo en México sino en el mundo la producción y divulgación de conciertos para trompeta es muy escasa. A pesar de que “es reina en el alma de México”, dice el compositor sonorense, “la encontramos prácticamente en todas las expresiones musicales populares, es el grito mexicano de alegría y tristeza. Es también fundamental en la música latinoamericana de concierto y mi Concierto de otoño es una recopilación de todos estos sentires, colores y quitapesares”.
“Este va a ser un disco histórico. Va a marcar el comienzo de una nueva era. No solo para el repertorio de trompeta, sino en el repertorio de música latinoamericana. Los trabajos, las obras son muy interesantes. Yo estoy muy orgulloso de estar en este grupo de cuatro compositores, que admiro mucho y es un gran honor para mí”, continúa el pianista, arreglista y compositor argentino Daniel Freiberg, quien aparece en la grabación con Crónicas Latinoamericanas en tres movimientos: panorámicas, diálogos e influencias, composición concebida originalmente para clarinete y que Freiberg adaptó para trompeta especialmente para Pacho Flores, formado en el maravilloso Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela.
“Me siento honrado y feliz de estar en ese grupo de cuatro compositores que forman este disco para Pacho Flores”, dice el saxofonista y clarinetista Paquito D’Rivera, encargado de la tercera pieza musical Concerto Venezolano, una sabrosa, tropical y extrovertida obra. El último de los cuatro conciertos que incluye el disco es Mestizo, de Efraín Oscher, encargado por el Sistema de Orquesta Infantiles y Juveniles de Venezuela y estrenado en Caracas en 2010 con la Orquesta Simón Bolívar, bajo la dirección de Domingo Hindoyan. Se trata del primer concierto compuesto para diversos instrumentos de la familia de la trompeta. “El sonido de una trompeta de hace 100 años pintaba con dos colores. Hace 50 años, con diez. Hace diez años, con 20. Y hoy en día estamos ya pintando con 500. Ha sido un proceso exponencial. Estoy tocando con 12 instrumentos, 12 trompetas hechas por la casa valenciana. Esto indica que gracias a esa colaboración yo realmente puedo soñar a hacer algo como esto”, dice Pacho Flores, que termina el disco con su propia composición, Morocota, un vals venezolano originalmente compuesto para trompeta y guitarra e incluido en ENTROPÍA, su segundo disco para Deutsche Grammophon, con el guitarrista y cuatrista Jesús ‘Pingüino’ González, y posteriormente orquestado por el propio Pacho.
Morocota es el nombre que se dio a una moneda acuñada en Estados Unidos, con valor nominal de veinte dólares, que circuló en Venezuela durante buena parte del siglo XIX y principios del XX. Pacho Flores recuerda que un tío suyo, hermano de su madre, tenía dos morocotas, que por entonces tenían un gran valor, eran como un tesoro. Pacho Flores compuso Morocota con dedicatoria a su madre, que le llamaba así, morocota, queriéndole decir “mi consentido”, “mi tesoro”.