Como parte de los eventos derivados del Primer Lugar, “Batuta de Oro” obtenido por el director Gerardo Estrada, el maestro venezolano realizó un concierto muy especial al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay el pasado 26 de agosto en el Teatro del Hotel Guaraní en Asunción.
Una fuerte e inesperada lluvia (con granizo incluído) azotaba las calles de la capital paraguaya, pero esto no impidió que la enorme sala luciera una nutrida asistencia para escuchar una vez mas a la orquesta local, pero esta vez, en el podio estaría un director que había levantado muchas expectativas. Gerardo Estrada se presentaba ante la audiencia guaraní como el flamante ganador de la Batuta de Oro y la gente deseaba ver en acción al maestro venezolano y constatar los méritos que lo llevaron hasta allí.
El programa lucía variado y nutrido. La primera parte comenzó con una lograda interpretación de la “Noche en el Monte Calvo” de Modest Mussorgsky” plena de fuerza y drama, elementos que contrastaron con el lirismo alcanzado en la parte final de la obra.
El plato fuerte de la primera parte lo constituyó el estreno mundial de la Sinfonía número 1 del compositor paraguayo Pedro Pablo Vera, estructurada en 4 movimientos con forma tradicional e inspirados temas. De mucho interés resulta el 3er movimiento: un scherzo muy clásico pero que en vez de de tener el tradicional Trio, inserta una polka paraguaya, dándole un toque de identidad nacional y sabor idiscutiblemente sudamericano. La interpretación de la Sinfonía fue ovacionada por el público presente y el propio compositor, presente en la sala, subió al escenario a recibir los efusivos aplausos y agradecer a la orquesta y al director el buen hacer con su obra.
La segunda parte fue una verdadera fiesta, de pequeñas y contrastantes obras que emocionaron al público y permitieron el lucimiento de la Orquesta y el Director Invitado. Primeramente el público disfrutó del célebre Intermedio de la Zaruzuela “La Leyenda del Beso” de Sotullo y Vert y seguidamente escucharon el Vals Final y la Apoteosis del “Cascanueces” de Tchaikovsky en una versión que mezcló dinamismo y ternura. Como punto central emocional de la segunda parte, la orquesta se sumergió en la emotividad del “Nimrod” de las Variaciones “Enigma” de Elgar donde Estrada extrajo de la orquesta una versión de mucha profundiad y potencia emocional.
El ambiente se hizo mucho mas colorido y distendido cuando la OSN del Paraguay interpretó la “Conga del Fuego Nuevo” de Arturo Márquez en la vibrante versión de Estrada. Para finalizar, el público paraguayo pudo disfrutar por primera vez de la Rapsodia Bicentenaria, obra compuesta por el propio Estrada y que recoge elementos de la cultura venezolana para narrar musicalmente las épicas gestas independentistas del pueblo venezolano.Ovaciones de pie para el Maestro y la Orquesta..Reconocimiento a los solistas y grupos instrumentales (especialmente aplaudida resultó la sección de percusión de la OSN) y rostros satisfechos en el público y los artistas.
Para responder a los numerosos aplausos, Estrada tomó un violín prestado y junto a algunos músicos de la orquesta, homenajeó al Paraguay regalando la hermosa guarania “Recuerdos de Ypacaraí”. El gesto del venezolano llevó al éxtasis al público presente quienes estallaron en aplausos antes de terminar la interpretación del Maestro.
Como cierre de la espectacular noche de concierto,Gerardo Estrada despidió a la venezolana con el Alma Llanera y el orgullo patrio a flor de piel. Las críticas del público y la prensa fueron maravillosas y todo apunta al inicio de una interesante colaboración entre el venezolano “Batuta de Oro” y la principal formación orquestal del Paraguay.