Vía: El País.uy | Hugo García Robles
Un programa difundido por televisión, en el canal para abonados Film and Arts, versa sobre la admirable violonchelista Jacqueline du Pré. Se la ve rodeada de otros maestros, haciendo música de cámara o bien como solista con orquesta. La filmación es muy interesante entre otras razones, al margen de lo que concierne a la du Pré, por la presencia de violinistas como Permaln y Zuckerman, Daniel Barenboim en el piano y al maestro Zubin Metah en el contrabajo. La interpretación de La trucha de Schubert es un placer insuperable. La diversión de los entonces jóvenes músicos reina visible. Juegan y se ve a la du Pré ejecutar en un violín sosteniéndolo verticalmente, como si fuera un violonchelo. Mientras que cada uno de los maestros presentes ofrece una broma diferente, transmitiendo el distendido disfrute de su arte.
Jacqueline du Pré nació en Oxford, en 1945, en el seno de una familia dueña de un alto nivel cultural. Cuando a los cuatro años de edad escucha un violonchelo en una audición radial, su vida se orienta hacia este instrumento. Sus primeras lecciones de música las recibe de su madre Iris du Pré, pasa luego a Londres en la prosecución de su estudios. A los diez años gana un premio internacional y contaba doce cuando realizó su primer concierto por la BBC.
Pero su verdadero maestro fue William Pleeth en la Guildhall School of Music and Drama, en Londres. En la grabación que comentamos la propia du Pré lo reconoce y habla con cariño y agradecimiento. Por su parte Pleeth, aparece diciendo que desde las primeras lecciones advirtió que el talento de su alumna era milagroso y que podía alcanzar todo lo que se propusiera. En su formación están otros maestros del violonchelo como Paul Tortelier en París, Rostropovich en Rusia y Casals en Suiza. Como puede verse, recorrió toda la gama de los indiscutibles virtuosos de su instrumento.
Se casó en 1967 con Daniel Barenboim, conformando una pareja musical poco común. En su corta discografía, la interpretación del concierto de Elgar, con la Sinfónica de Londres dirigida por Sir John Barbirolli, es un referente inexcusable de esta obra maestra.
De pronto, en 1971 aparecen los primeros síntomas de la esclerosis múltiple, que finalmente la llevó a la muerte en 1987. Contaba con apenas cuarenta y dos años.