CIUDAD DE MÉXICO, mayo 17 (EL UNIVERSAL).- Angustia e indignación ante la crisis en Venezuela. Nicolás Maduro significa desgracia, inconsciencia e inhumanidad para el pianista venezolano Kristhyan Benítez, quien se encuentra molesto por la situación política muy complicada en el país sudamericano, donde la gente carece de alimentos, medicinas y seguridad.
Vía: www.viveusa.mx | EL UNIVERSAL, México
Son niveles en que la gente muere. “No hay ni para hacer una sutura sencilla”, asegura Benítez en entrevista con EL UNIVERSAL. “Yo he vivido muchísimo tiempo fuera de Venezuela y lo siento muy a flor de piel. Tengo la necesidad y deber como humano, como artista y como venezolano, de ayudar a mi país”, enfatiza.
Benítez ofrecerá la noche de este miércoles, a las 20:00 horas, un concierto en el auditorio de la Escuela de Música “Expresión Musical Artística”, en San Pedro Garza García, Monterrey. La entrada es gratuita pero acepta donativos, los cuales servirán para comprar medicinas y enviarlas a hospitales públicos de Venezuela. La iniciativa es de la Fundación Salud y vida para Venezuela, que está integrada por venezolanos y mexicanos residentes en Nuevo León.
Las circunstancias actuales de su país han impedido que Kristhyan visite su tierra. Asegura que la información que tiene es la que proporcionan los venezolanos a través de redes sociales, pues el gobierno tiene el control de la información. “Cuando el presidente de la república tiene todos los poderes se habla de dictadura. Lo que vivimos en Venezuela es dictadura. La gente sale a protestar y a quienes piensan distinto los meten presos y a unos los matan”.
El pianista cuenta que cuando comenzaron las manifestaciones estaba angustiado y nervioso, pero también sintió un poco de esperanza porque mucha gente salía a protestar. “Decía: qué fuerza, qué valientes son, los admiro, los quiero. Me da como una especie de fuerza, pero vi que las cosas se ponían peor y que todo el dinero que se gastaba en gases lacrimógenos con los ciudadanos se podía invertir en alimentos… Me sentí mal”.
Benítez asegura que el control del gobierno ha llegado incluso a directivos del Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, una de las entidades más importantes del país fundada por José Antonio Abreu. El pianista venezolano dice que gente le ha dicho que la directiva del sistema sancionaría a los músicos que protesten por sus derechos.
El músico relata que algunos de sus compañeros han decidido irse de su país y fundadores de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar han optado por incorporarse a la orquesta de Jalisco en busca de una mejor calidad de vida.
Sin embargo, hay otros que se quedan en Venezuela porque no tienen otra alternativa porque irse requiere de dinero, aunque reconoce que también “hay muchísima gente que no se quiere ir porque es su país”.
Benítez habla sobre los comentarios del director de orquesta Gustavo Dudamel. Le parece que su llamado a políticos a encontrar vías para salir de la situación en Venezuela es un comentario neutral, pero que hay que respetar los puntos de vista; sin embargo, “más que declaraciones se necesitan acciones”, opina.
Para Kristhyan Benítez la esperanza en Venezuela significa poder caminar en la calle sin problemas, sonreír a pesar de la crisis, “es que la gente que está afuera pueda volver, y la gente que quiera volver pueda volver, que reine la libertad de expresión y la paz, no que sea una cosa dibujada”.