Escrito por Prensa FundaMusical Bolívar
Junto a los coros de Argentina, Cuba y Colombia, la coral que encabeza El Sistema Nacional de Coros, ingresó al cuadro de potencias corales de Latinoamérica. Su flexibilidad vocal, solvencia artística y atractivo repertorio, causaron admiración en el público y en los maestros y directores que asistieron al festival en Bogotá
Alguien comentó en el lobby del Hotel Cosmos de Bogotá –sede del América Cantat-, que esta séptima edición del festival parecía un “encuentro de titanes”. Y a juzgar por las opiniones de especialistas, maestros y público, la Coral Nacional Juvenil “Simón Bolívar” de Venezuela (CNJSBV) subió al cuadro de honor de los titanes internacionales del canto coral.
Así lo demostró con cinco conciertos en el marco del festival. El ofrecido en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán fue significativo. Allí, luego de la actuación del Coro Masculino de Cámara de Moscú –que dejó el escenario impregnado de la fuerte herencia musical rusa-, apareció la frescura artística y versatilidad interpretativas de los jóvenes venezolanos.Cantaron obras de la música sacra –de Bruckner, Thompson, Penderecki y Holst, entre otros-, que permitieron escuchar el audaz bordado de registros y tonalidades que tiene el conjunto. La segunda parte, –con piezas de Aldemaro Romero, Federico Ruiz, Gilberto Rebolledo, Antonio Estévez- dejó aflorar la picardía y sabor de la música venezolana. Los bis añadieron sentimientos de hermandad: la CNJSBV homenajeó a los colombianos con Sola camisola, canción folklórica del pacífico colombiano con arreglos de Ricardo Jaramillo y Rodrigo Trujillo, y cerraron con Venezuela, de Herrera y Armenteros.
Desde las butacas del añejo teatro bogotano, los oídos de expertos estaban atentos. El catalán Josep Vila, compositor y director del Orfeón de Cataluña, director del Coro de Cámara del Palau de la Música, y profesor de la Universidad de Barcelona, España, -cuyo taller sobre el madrigal europeo contó con más de 40 participantes de la CNJSBV-, destacó especialmente la armonía musical que logran las 90 voces.
“Este coro tiene una virtud que para mi es suprema: la ductilidad, muy pocas veces vista en un grupo tan numeroso, y la cual le permite interpretar con naturalidad el complejo repertorio que tienen… (sic) Me parecen admirables su empaste, nitidez del sonido, y la afinación única que no pierden en ningún momento. Definitivamente estos jóvenes venezolanos le dieron un alto nivel a mi taller, porque captaban rápidamente las ideas y se ve que conocen muy bien las exigencias del madrigal, un género difícil”, dijo Vila.
Bertha Quinteros, sub directora del Instituto Distrital de las Artes de Bogotá, exclamó: “estos muchachos nos regalaron un repertorio magnífico, difícil de olvidar”, mientras que Ricardo Denegri, fundador del América Cantat, dijo: “no soy músico pero tengo una apreciación sensible ante el canto coral, actividad en la que he trabajado por 50 años; sin dudas la Coral “Simón Bolívar” tiene un sonido brillante y un notable repertorio”.
Se hace camino al andar
Otro concierto que reveló el camino de ascenso por el que está transitando la CNJSBV, fue el del Jueves Santo en la Iglesia del Convento de los Predicadores de Santo Domingo. Cantar con el corazón, sin olvidar la búsqueda de la perfección técnico-vocal, reportó a los coralistas venezolanos una noche muy especial. No sólo recibieron efusivos aplausos de pie, sino también congratulaciones de sus experimentados colegas del Coro Entrevoces (Cuba) y de Time Ensamble (conformado por 17 cantantes profesionales de varios países).
La maestra cubana Digna Guerra, toda una autoridad mundial en canto coral, dijo con regocijo. “Esta coral de El Sistema es extraordinaria y estoy muy feliz de haber escuchado el trabajo sólido y riguroso que ha hecho Lourdes Sánchez. Estos muchachos le transmiten a uno sus ganas de cantar, y técnicamente son excelentes. Me sorprendió el Alelluya, de Thompson, que es una prueba muy fuerte de resistencia y que ellos resolvieron sin problemas, algo de tanto alto nivel lo cantaron tan natural, como si nada, para luego llenarnos de alegría con la música folklórica más bella: la venezolana”.
Una de las voces más respetadas del medio coral colombiano, el maestro Alejandro Zuleta, director del Coro Santa Cecilia de Bogotá, señaló la importancia que la plataforma gerencial y artística de El Sistema tiene en el exitoso posicionamiento de la CNJSBV. “Esta coral tiene un altísimo nivel, y lo que uno siente al escucharla es una sana envidia al ver que Venezuela, tan sólo pasando la frontera, tiene un Sistema de Orquestas y Coros del primer mundo, y a un genio que ha hecho todo esto posible como es el Maestro Abreu”.
María Beatriz Iraldo de Calle, directora del América Cantat – Colombia, expresó su máxima emoción. “Al Maestro Abreu le debemos gran parte de este festival y del desarrollo que ha tenido el canto coral en Colombia, por el emprendimiento que él gestionó y apoyo con los Talleres de la CAF, y es ahora cuando estamos recogiendo los frutos. La Coral Juvenil “Simón Bolívar” nos tiene a todos boquiabiertos, y más allá de los conciertos, todos los profesores internacionales han estado orgullosos de tener a los coralistas venezolanos como alumnos”.
Con sus maletas pasadas de kilos de experiencias artísticas y pedagógicas, este sábado la CNJSBV –perteneciente a FundaMusical Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular del Despacho para la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela-, regresa al país para continuar cumpliendo el lema del 38 aniversario de El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles que reza: “Los niños y jóvenes venezolanos triunfan con la música”.