Seguramente para la inmensa mayoría de los músicos y artistas en general, una de las mayores preocupaciones podría ser llevar a cabo una interpretación excelente justo en el momento adecuado.
Este texto fue escrito por Óscar Sala (couching musical) | Vía: oscarsala.com
Esto a priori no tiene el por qué ser algo difícil, ya que normalmente ha habido un estudio personal y unos ensayos previos, pero sigue siendo una acción en muchos de los casos es casi “improbable”.
Llegar a manejar toda la serie de pensamientos que van a sabotearnos una actuación en público es una acción totalmente entrenable y que resulte emocionalmente satisfactorio al igual que si practicaramos
Conocimientos mínimos.
Desde mi percepción y generalizando, se puede ver que la formación musical deja unos vacíos bastante grandes a la hora de la formación práctica. Siendo esto normal ya que no se ofrece ninguna formación con personas altamente especializadas, que puedan aportar esa vasta extensión de conocimiento que es la experiencia (no las propias experiencias sino las sensaciones, vivencias y situaciones que se pueden vivir) en el desarrollo de actividades frente a miles de personas que pueden llenar un auditorio.
Ejemplo: es como si para pilotar un avión sólo nos enseñaran a manejar la palanca del timón y la aceleración.
Control de emociones y preocupaciones.
Todas las personas tenemos en mayor o menor medida preocupaciones, que pueden derivar en emociones positivas o negativas. Afectando estas a las reacciones que se dan en nuestro organismo, y que pueden quedar “grabadas” como malas o buenas experiencias. Siendo algo común cuando estamos en un concierto, audición…y aparece un error o algo que nos sale mejor, rápidamente se puede grabar en nuestro cerebro como “mala experiencia”o “buena experiencia” y cuando volvamos a interpretarlo se puede llegar a convertirlos en un punto que nos genere miedo.
Yendo algo más lejos, todo lo que nos ocurre de manera emocional, según estudios de medicina, esto se traslada al funcionamiento del organismo creando una serie de hormonas, por lo que deberíamos poner especial atención al exceso de stress o un stress que se convierta en sufrimiento (que pudiera desembocar en la toma de medicamentos para contrarrestar lo que emocionalmente se nos escapa por falta de preparación emocional).
Prácticas bien dirigidas
Dedicar solo la atención a la parte práctica tal como normalmente hacemos, dejamos por entrenar el apartado que nos crea más problemas en el momento menos adecuado. Lejos de dejar al azar la interpretación, debemos preparar nuestros pensamientos en cada parte de la obra, pasando de la parte técnica a la parte figurativa, ya que de esa manera vamos a cambiar el foco de las preocupaciones. Centrarnos en lo que realmente nos importa( la actuación) nos va a proporcionar la seguridad necesaria para realizar una deseada presentación.
Por último no hay que olvidar toda una serie de acciones practicables que nos serán de gran utilidad en nuestra vida cotidiana haciéndonos disfrutar de la calma necesaria para afrontar cualquier reto.
Por cierto; puedes seguir pasándolo mal en una actuación o por el contrario, aprender a disfrutar realmente teniendo el control de lo controlable