Daniel Fernández | Especial/El Nuevo Herald
Se ha venido comentando entre sus fanáticos, cada día más, que la Miami Symphony (MISO) cada vez suena mejor. Bien, ha llegado el momento de decir que es la mejor. Así de sencillo. El concierto del domingo 15 en el New World Center de La Playa –que, dicho sea de paso, se vendió totalmente– demostró que esta orquesta ha alcanzado un nivel de excelencia que la coloca como la mejor de la ciudad. También ha ganado en popularidad por sus bien pensados programas.
El acostumbrado concierto con música del cine este año tuvo toques especiales que demostraron mayor trabajo y esfuerzo que de costumbre. En primer lugar, la presentación filmada de Ed Bell, comentarista de South Florida Arts Beat, de WLRN, y las introducciones en off sobre cada pieza. En segundo lugar la calidad de las proyecciones en la pantalla del fondo.
La primera parte estuvo dedicada a la música clásica que ha sido usada en películas. Así hablaba Zaratustra, de Strauss, en 2001: A Space Odyssey, de Kubrick; luego Meditación de Thais, de Massenet, en el violín impecable de Daniel Andai, con las imágenes de Titanic, de James Cameron. La infaltable escena de El aprendiz de brujo, de Fantasía, de Disney, con el ratón Mickey y la música de Dukas fue seguida por un profundo contraste, las imágenes inolvidables de Muerte en Venecia, de Visconti, con el famoso Adagietto, de La quinta, de Mahler.
Las evocadoras escenas de Elvira Madigan, de Widerberg, que rebautizaron el Adagio, del Concierto no. 21 para piano y orquesta, de Mozart. Cerró esta primera parte con escenas de The Godfather III envueltas en el Intermezzo de Cavalleria Rusticana, de Mascagni. Prácticamente cada pieza fue ovacionada y coronoda con gritos de “Bravo”.
Pero la segunda parte no habría de ser menos aplaudida. Dedicada a música compuesta especialmente para el cine, abrió con Apollo 13, de James Horner, para la película homónima de Ron Howard. De John Williams, Jurassic Park y Scent of a Woman, de Spielberg y Breast, respectivamente. En la última, Andai volvió a lucirse con su violín. Luego las violentas y tristes escenas de Gladiator, de Ridley Scott con la música impactante de Hans Zimmer. Lo salvaje y lo imposible en King Kong, de Peter Jackson, con la música formidable de James Newton Howard.
Concluyó el programa con tres temas del versátil Williams, quien ha recibido varias veces el Oscar por su música. E.T. y Schindler’s List de Spielberg, y Star Wars, de Lucas dieron un cierre espectacular a la noche. Ante la ovación, como encore: Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides, de Rob Marshall, con música de Zimmer.
Después de algunas imágenes del filme, se proyectó lo que captaban en ese mismo instante las cámaras que transmiten el concierto a la pantalla exterior (donde también había numeroso público), lo cual le dio a la noche un toque final muy cinematográfico. El público siguió ovacionando por largo rato. Sin duda un concierto digno de un Oscar. •
El próximo concierto de la MISO, ‘Ocean Drive in Viena’, será en el Arsht Center, el 19 de enero.