Nadie mejor que el Maestro Gustavo Dudamel para exponer el potencial trasformador de las artes en las sociedades como dejó claro durante una presentación realizada en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el 14 de diciembre al dictar la Cátedra Enrique V. Iglesias de Cultura y Desarrollo
Vía: blogs.iadb.org | Por Ferdinando Regalia
Este artículo fue publicado originalmente en el Blog Primeros Pasos del Banco Interamericano de Desarrollo.
Su visión y liderazgo al frente de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, California, han sido la fuerza principal detrás de la renovada fascinación por la música clásica del público estadounidense, incluyendo a los escurridizos millennials. Pero su talento y pasión no se limitan únicamente a la dirección de una de las orquestas más importantes en los Estados Unidos, sino que ha contribuido constantemente a la trasformación de la vida de cientos de miles de jóvenes venezolanos, a través de El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, conocido como “El Sistema”, y a través de su dirección de la Orquesta Simón Bolívar.
El Sistema es un programa de formación musical para niños y jóvenes venezolanos, fundado en 1975 por el Maestro José Antonio Abreu. Hoy a más de cuarenta años de su fundación, El Sistema ha recibido premios y condecoraciones alrededor del mundo, e incluso ha llevado al Maestro Abreu a ser nominado con el Premio Nobel de la Paz. El Sistema va más allá de la formación musical, ya que es un programa social, cuyo objetivo primordial es la inclusión social y desarrollo integral de la persona.
Pese al reconocimiento internacional, existen algunos escépticos entre los economistas. En los últimos años algunas revistas como The Economist y The Wall Sreet Journal (WSJ) han cuestionado que “la reputación casi mítica” del programa, nunca ha sido científicamente fundamentada. Las comparaciones estándar de participantes y no participantes, son deficientes ya que según The Economist “es imposible saber si El Sistema efectivamente crea buenos estudiantes, o si tiende a atraer sólo a aquéllos que son naturalmente disciplinados“. “Lo que es necesario es un estudio basado en resultados” de acuerdo al WSJ.
Al respecto, recientemente se publicó la evaluación de impacto titulada: “Los Efectos de la Formación Musical en el Desarrollo Infantil: un Ensayo Aleatorio de El Sistema en Venezuela“, financiado por el BID e implementado por un equipo multidisciplinario de renombrados psicólogos, economistas y otros especialistas que muestran cinco motivos científicos por los que esta meticulosa evaluación de impacto resulta tan relevante:
1. Rigor: Existen innumerables estudios de música y habilidades, pero casi todos con base en correlaciones en vez de en relaciones causales. Este es el primer estudio de control aleatorio de un programa en un país en desarrollo que utiliza un gran tamaño de muestra para identificar impactos. Dado que la asignación al tratamiento (entrada temprana) y los grupos de control (entrada tardía) fue aleatoria entre los niños interesados en unirse al programa, las comparaciones no se ven afectadas por las diferencias en las características, ni siquiera las características no observadas como la motivación.
2. Escala: Los estudios a menudo encuentran resultados para programas boutique, pilotos que luego se evaporan cuando los programas son ampliados. La evaluación encontró resultados a pesar de la escala masiva del programa. El Sistema actualmente alcanza a más de trescientos mil participantes en los 24 estados de Venezuela gestionados a través de la Fundación Musical Simón Bolívar (FMSB).
3. Impactos: El estudio encuentra que el programa mejoró el autocontrol y redujo las dificultades de comportamiento, con los efectos más pronunciados entre los niños más vulnerables, específicamente los niños de madres con menor nivel educativo, así como en niños expuestos a violencia. Además, el programa reduce el comportamiento agresivo entre los niños expuestos a violencia. Los constructos impactados por el programa son cada vez más reconocidos como críticos para el bienestar individual (Cunha & Heckman 2007, 2010). Por ejemplo, Daly et al. (2015) encontraron que el autocontrol medido a la edad de 11 años es predictivo del desempleo subsiguiente en edades más avanzadas. Esto es plausible porque las habilidades que permiten a los niños controlar sus emociones y comportamiento durante la edad escolar están estrechamente relacionadas con las habilidades utilizadas para asegurar y mantener buenos trabajos y relaciones saludables.
4. Exposición: El estudio captura los efectos parciales de un corto período de exposición, ya que los datos de referencia y de seguimiento se recogieron con un año de diferencia. La mayoría de los participantes en el programa permanece durante mucho más tiempo que el período de exposición del estudio.
5. Beneficiarios: El Sistema es importante entre los programas extracurriculares para una proporción de género que no distorsione fuertemente a mujeres o varones. El Sistema atrae a niños y niñas de todos los estratos socioeconómicos, lo cual genera un ambiente de inclusión social que proporciona una oportunidad para el aprendizaje entre pares con perspectivas diferentes.
Realizar un ensayo de control aleatorio no es una tarea sencilla y normalmente requiere años desde el diseño del estudio hasta la medición de los resultados finales. En este caso se trata de un gran equipo multidisciplinario, y se requiere la colaboración de los centros de música (núcleos) para implementar protocolos relacionados con la asignación al azar de la lista de preinscripción.
Para el Banco Interamericano de Desarrollo, identificar qué programas son efectivos para fortalecer las habilidades para la vida no puede basarse en anécdotas o presentimientos. El diseño experimental del estudio abordó la cuestión de la atribución: el programa venezolano de orquestas y coros juveniles e infantiles está transformando vidas, especialmente para los niños y jóvenes más vulnerables.
Ferdinando Regalia es el Jefe de la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo.