www.filomusica.com/ Por Cristina Vargas Rodríguez. Licenciada en música, U.C.R.
Una palabra no comienza como palabra, es un producto final que se inicia como un impulso o estímulo en la actitud y conducta de los individuos como necesidad de expresión.
La necesidad de nombrar según Freud, se da gracias a la ausencia y su vez al reconocimiento del otro (entendiendo “el otro” como lo que está fuera de mí), esto es lo que hace posible el tránsito a lo humano, porque el sujeto solo se constituye como tal a partir del símbolo, es decir, el hombre solo toma conciencia de si mismo en el momento en que por primera vez dice “yo” pues el yo se revela en la palabra como una representación de sí mismo.
Esta posibilidad de nombrar las cosas, le permite al individuo hacerlas presentes en la ausencia, porque justamente ya tiene una representación de ellas en el cerebro. Este es el inicio de inmersión en el universo del lenguaje, gran salvador de distancias en el espacio y en el tiempo que nos permite nombrar lo que no está y actualizar lo que ha dejado de suceder.
La voz humana es la forma en que materializamos nuestros pensamientos y dejamos ver nuestras emociones y dentro del proceso de crecimiento la vamos descubriendo en la medida en que nos relacionamos con el entorno y sentimos la necesidad de nombrarlo.
Cuando el ser humano habla, incluso cuando lo hace a solas o juega con el eco, está hablando para otro, habla para ser escuchado y reconocido; habla para ser interpretado, amado, odiado, deseado, etc. En síntesis para SER. Cuando habla intentando con ello comunicarse, también puede caer presa de enredarse con las palabras, porque ellas; así como son el vehículo en el que navega el ser, también y con mucha frecuencia, naufraga.
En el proceso de socialización, ocurre una fractura entre lo que se piensa y lo que se siente, con lo que realmente expresamos; generando hábitos que limitan su expresión, empobreciendo la voz, por lo que la gente no se habitúa a hacer un uso saludable de ella.
Algunas de estas reflexiones servirán como herramienta para cantantes y todas aquellas personas que de una u otra manera enfrentan públicos.
Hay aspectos que toda persona al enfrentar público debe tener en cuenta, hay dos en particular importantes: Nunca subestimarlo o dar por sentado que este interpreta lo que uno quiere transmitir. El público lo ve todo, desde la presentación personal, una mala proyección de la voz, o una postura incorrecta. Son elementos que manifiestan inseguridad o desconfianza.
¿Cuál es entonces el sentido de la presentación ante los espectadores y el manejo de la voz?
Todo esto radica en la habilidad del cantante para lograr la atención y para ello el comunicador se vale de herramientas de expresión del cuerpo, la voz y el gesto.
Para lograr este fin primero tiene que tener conciencia de si mismo, conocerse, auto-evaluarse. Es decir volver a verse. No solamente exponerse al reflejo de su imagen en el espejo; también tener conciencia de sus gestos, modulaciones, perfiles, planos, maquillaje, peinado, vestuario, etc.
Los problemas de dicción, proyección de la voz y presentación personal no son hechos aislados cuando se está frente a un público. No es lo mismo departir con el vecino que cantar ante una audiencia o público meta.
En muchas ocasiones se puede tener un gran propósito o idea para transmitir, pero problemas que son como la baja auto-estima, timidez, trastornos en la personalidad constituyen un gran impedimento y en ocasiones escuchamos voces apagadas, inseguras y poco audibles, que no generan interés.
Para la mejor comprensión de esto vamos a hablar de ello por separado.
El fenómeno de la comunicación brinda elementos en los que el artista hace uso en circunstancias diversas. Cuando hablamos de la voz, hablamos de aspectos básicos que son: respiración, afinación, postura y proyección (elementos que se trabajan en el canto), con estos elementos de expresión encontramos una tonalidad adecuada para dirigirnos ante el público meta y está relacionado con la técnica vocal y la expresión (técnicas que muchas escuelas de música y canto trabajan). Durante la emisión de la voz se manejan cualidades como son el volumen, manejo del aire, los matices, el brillo y coordinación de la salida del aire.
Una vez adquirido este proceso, el cantante logrará una evolución natural de la voz. Tendrá conciencia en la dicción, acentuación, pausas y cadencias de la voz. Este tipo de cadencias y pausas están condicionadas frente al objetivo o impacto que se quiere lograr con el público meta.
También hay que tener en cuenta los géneros musicales en que se enmarca lo que se va a interpretar (canto lírico, canto popular y otros), ya que la voz debe verse como un personaje.
La voz es nuestra carta de presentación por lo tanto hay que recurrir a la técnica para no caer en el mal uso o abuso de ella puede llevarnos a patologías como nódulos, pólipos y disfonías.
Siempre hay que tener en cuenta que, lo que se quiere decir está condicionado; es decir el cantante busca un objetivo en la interpretación y los elementos que se utilizan para lograrlo, son planeados con antelación ( por no decir ensayados), el timbre de voz, las pausas, las acentuaciones en ciertas palabras, plasmar momentos emotivos, etc.
Son elementos que hay que saber emplear y va unido a las fortalezas que tenemos en nuestra imagen física que generalmente es innato en nosotros (debemos hacerla grandilocuente sobre todo si sabemos que funciona para el público), debemos resaltar todo aquello que es ganancia y favorece la atención del público.
En la presentación física me refiero a lo que se ve, es decir a cómo me ven, la interpretación de mi mismo tiene que ver con la gestualidad, vestuario, peinado, maquillaje, etc. Genera una proyección que el espectador ve como confiable y fresca.
En un rostro podemos ver aspectos como cansancio, angustia, inseguridad, malas noches, carácter, etc., y es muy importante para el cantante que las intenciones verbales y no verbales estén sincronizadas y atrapen al público. Un poco lo que en teatro se llama presencia escénica.
Internamente el cantante debe estar consciente que, lo que busca es una especie de emoción en el espectador y esto genera atención en él y nos seguirá en todo lo que hagamos e inversamente yo estoy recibiendo una respuesta de aceptación o de rechazo de acuerdo a la lectura que voy observando en sus elementos no verbales que nos manifiesta.
Esta parte casi se convierte en una respuesta intuitiva que se aprende a reconocer con la práctica y es en este tipo de prácticas es donde conocemos nuestras limitaciones, sin necesidad de que nos digan cómo nos fue o recibir palmaditas en el hombro. Porque el mejor crítico es uno mismo.
A continuación dejo unas recomendaciones importantes para el manejo del público:
-Ser preciso
-Buscar la manera de captar la atención del público desde el inicio (con una idea interesante).
– Utilizar un buen volumen de voz .
-Adoptar una posición correcta y cómoda para el cuerpo (postura corporal)
-Utilizar gestos de la cara y las manos para reforzar lo que se dice
-Cantar claro, con buena dicción.
-Conectarse con imágenes para desarrollar la imaginación
-Dominar lo que se quiere comunicar
-Convencer,envolver emocionalmente el público
-Buscar propuestas nuevas
-Descansar, calentar el cuerpo antes de…
-Calentar la voz
-Entregarse en escena (disfrutarlo), ofrecer lo mejor de sí mismo
-Manejar roles o personajes (sin pretender parecerse a nadie)
-Dar a conocer tus cualidades que te hacen único
-Enfrentar público en diferentes lugares y situaciones
-Hacerse respetar que escuchan en silencio y atención
Saber manejar la respiración es un aspecto esencial y de grandes beneficios para mantener la calma en nuestros músculos, gestos y movimientos. Por que además de regular el ritmo cardíaco, bajando la presión sanguínea; produce un estado de quietud y armonía, mejora la visión periférica, controla el stress, oxigena el cerebro calmando y controlando el proceso del pensar, permite que nuestras ideas sean claras y coherentes.
El calentamiento de la voz mediante ejercicios de vocalización libera endorfinas que son las encargadas de mantener un buen estado anímico. Esta, unida a la respiración, le da un mejor apoyo a la voz, mejora la coordinación de los grupos de músculos que se utilizan en la oratoria y el canto, activando la energía corporal y los sistemas de información.
Respirar es un acto pasivo e inconsciente, sin embargo se puede hacer conciente para lograr un mejor desempeño.
No es un camino fácil el asunto de enfrentar públicos, pero hay que ejercitar la habilidad de expresar y comunicar opiniones, sentimientos, ideas y convicciones propias con claridad y eficacia. Buscar otras maneras de comunicar en las demás artes como la plástica, la pintura, el audiovisual, que también tienen una particularidad en lo relacionado a la transmisión de mensajes o ideas.
Hay tres elementos que son el núcleo de trabajo sobre la comunicación: postura, respiración y objetivo. A partir de estos enunciados podemos desarrollar otros aspectos técnicos a la hora de enfrentar público.
Postura: Apoyar bien los pies en el suelo, si el apoyo es firme y equilibrado, ayuda a la coherencia y fluidez en el manejo del discurso.
Respiración: Usar muy poco aire o tomar más del que se necesita para hablar o cantar, puede generar exceso de tensión en la garganta y cansancio. Lo ideal es saber dosificar la cantidad de aire que se requiere.
Objetivo: Tener un propósito específico al efecto que desea causar en el publico, debe verse como necesidad sincera que la audiencia percibe en el cantante. La existencia de este compromiso constituye una energía que compensa naturalmente las fallas en la ejecución.
Estoy segura que con la práctica y la aplicación de recursos para vencer el miedo o la ansiedad practicando ejercicios de relajación, aumentará la confianza en si mismo; soltar los músculos del cuerpo mediante respiración y ejercicios corporales, imaginar que estas haciendo bien las cosas, que estas cómodo y seguro, ensayar mucho para lograr la experiencia necesaria. La planificación y el tiempo que se dispone, el tipo de audiencia para encauzar el objetivo, los apoyos visuales, son elementos de gran ayuda para todas aquellas personas que de alguna manera han pasado por los mismos y similares vacíos en lo que al manejo del público se refiere.
BIBLIOGRAFÍA:
Freud, Sigmund. Más allá del principio del placer. 4ª Edición, Madrid, Biblioteca Nueva, 1.981, pg 2512
Kojéve, Alexandre. La dialéctica del amo y el esclavo en Hegel. Buenos Aires, La pleyade, pg 11.
Harahan, William. El Poder de la Voz. Herramientas de interpretación para cantantes, oradores, públicos y comunicadores. Vocal Integration Concepts. U.S.A 2005