Por Raumel Reyes
La degradación de la calidad no es, en el fondo, mas que una falta de cultura y de buen gusto. Es gracias a ella que las mafias, circuitos y grupos aprovechan para desarrollarse. las limitaciones artísticas de nuestros productos son la base de sus creaciones.
¿Como desear razonablemente que los artistas piensen y reflexionen si estamos condicionados por tales grupos? Estamos demasiado ocupados en luchar para no morir, para no ser devorados por esas criaturas que nos gobiernan musicalmente. Formados sin una base de pensamiento sano, sin desarrollo espiritual, no tenemos las armas para enfrentarlos. Tenemos, al contrario, personalidades débiles y maleables.
No sabemos esperar. No sabemos ser felices en el trabajo, en la realización de nuestra tarea mayor. Queremos solamente hacer conciertos, vivir del oficio y ganar dinero porque ´´estudiamos´´ música. Pero, puesto que no hemos sido formados ni informados, nos encontramos miserablemente desamparados en esta selva implacable. ¿Qué sabemos en verdad de la Música, estos productos nuestros? ¿Y de las obras que interpretamos? ¿Por qué tenemos una ambición obtusa, malsana e irracional sin estar preparados? ¿Por qué esta incultura?
La mayoría de nosotros ni siquiera sabemos analizar lo que hacemos, ya que la base de nuestro trabajo no ha sido la educación, sino la repetición. Tocamos desde un instinto primario, sin concepción, sin visión, sin revelación y sobre todo sin preguntarnos por que lo hacemos. No somos verdaderos profesionales, pero eso es lo que nos han hecho saber en escuelas poco serias y en concursos deplorables. Tenemos hasta un repertorio miserable, y ni siquiera conocemos las obras básicas.