Agradecidos con el Prof. Domingo García Flores, por el aporte de este maravilloso artículo
El instrumentista de cuerda que toca en una orquesta debe desarrollar una habilidad llamada “Lectura a primera vista” la cual consiste en ejecutar una partitura sin antes haberla estudiado. La vida en orquesta es sumamente activa y a veces no da tiempo de estudiar toda una sinfonía sino aquellos pasajes que revisten una gran dificultad como en la obras de Richard Strauss por ejemplo.
La lectura a primera vista involucra facultades visuales así como una buena técnica del instrumento y un profundo conocimiento del solfeo a fin de resolver en fracciones de segundos combinaciones de ritmos complejos y reconocer de igual forma los distintos intervalos presentes en la partitura.
Es conveniente dar un vistazo antes que el director baje la batuta a fin de identificar los compases que puedan ser problemáticos, reconocer los ritmos e intervalos y ubicar las alteraciones (sostenidos y bemoles) en la música.
El dominio de la técnica del instrumento de cuerda, bien sea violín, viola, cello o contrabajo debe permitir al ejecutante resolver de inmediato los problemas de cambio de posición o de arco que se puedan presentar.
Según la dinámica de ensayo de la orquesta todos los problemas de ejecución presentes en una obra sinfónica se pueden resolver. La Lectura a primera vista es solo el primer momento, el primer contacto con la obra.
De igual forma, existe hoy en día libros que recogen los pasajes mas difíciles de las obras orquestales, siempre es conveniente que el ejecutante, que debe practicar todos los días, tome un tiempo para estudiar sin la presión del ensayo estos contenidos musicales de manera que cuando llegue el momento de tocarlos en ensayo ya sean suficientemente conocidos .
Con esta practica, el ejecutante logra desarrollar una gran agilidad visual y una gran agudeza mental que le permiten resolver en fracciones de segundos las dificultades de una partitura.
Debo señalar en cuanto a la destreza visual que el músico de orquesta debe mirar simultáneamente a la partitura y al Director, cosa que no desarrolla un solista, por ejemplo.