Si hay algo en lo que los integrantes de Les Luthiers están de acuerdo últimamente es en el temor que les produce la actuación que los tendrá en el escenario del Colón junto a Martha Argerich y Daniel Barenboim. Resulta difícil entender ese miedo, especialmente después de verlos actuar en Viejos Hazmerreíres, un show en el que batallan con todos los géneros -desde una comiquísima parodia de zarzuela hasta uno de esos encendidos rap que seguramente dejaría de cama a más de un grupo de veinteañeros-, pero las expresiones de pánico son de una unanimidad tal que no queda más remedio que rendirse ante la evidencia.
“Sí, tenemos miedo. Nos sentimos honrados por la invitación, pero sorprendidos y, sobre todo, asustados”, reconoce Carlos López Puccio. “Nos da miedo crear falsas expectativas. La gente va a escuchar a Barenboim y a Argerich. No queremos arruinar esa presentación”.
¿Por qué la arruinarían?
Porque no lo podemos llenar de ruido, con gags a lo Les Luthiers en el medio de la música. Tampoco se puede cambiar ni una pizca laHistoria del soldado.
Entonces, ¿qué van a hacer?
Marcos Mundstock : Vamos a relatar la Historia del soldado e intervendremos un poco más el Carnaval de los animales.
¿Serás vos el relator?
No, la vamos a relatar entre todos. Hay versiones de todo tipo, con un relator, con varios; actuadas, bailadas. Vamos a hacer los diálogos entre el Diablo y el Soldado como si fueran amigos en un café.
Carlos López Puccio : (se ríe) Terminaremos haciendo una especie de Anastasio el pollo con música de Stravinski. Hablando en serio, a nosotros nos cuesta de alma hacer una modificación de raíz y a Barenboim le costaría mucho más porque no admitiría ningún cambio en la partitura de Stravinski.
Mundstock : Sí, nos dijo que hiciéramos lo que quisiéramos con elCarnaval…, pero que con la Historia del soldado no nos metiéramos con la música.
López Puccio : Así que en el Carnaval nos metemos con la música porque a Barenboim y a Saint-Säens no les importa. Pero a Stravinaki le hubiera importado que le modificáramos la partitura.
¿Saben con seguridad que a Saint-Saëns no le hubiera importado que se metieran con su música?
Mundstock : ¡Pero si la escribió en joda!
Bueno, pero podría pensar que su chiste era suficientemente bueno como para que ustedes se lo cambiaran.
Mundstock : Pero no pensamos estropeárselo.
López Puccio : Nos metemos muy pero muy poquito.
Daniel Rabinovich : Yo no tengo mucha idea de cómo era su humor, pero si escribió esa obra creo que se divertiría muchísimo con nuestra versión.
Jorge Maronna : El Carnaval de los animales tiene un humor sutil y nos costó pensar en sumar nuestros instrumentos informales. Le dije a Baremboim que me daba miedo que nuestros instrumentos, tan imperfectos y desafinados, le arruinaran la versión. Pero a él la idea le pareció buena. Me respondió con mucha gracia: “Mejor, ¡va a sonar más animal!”.
Pero el público que irá al Colón más o menos sabe con qué se encontrará.
López Puccio : Espero que sí, aunque tengo mis temores.
Mundstock : Es una noche, es el abono, ¡qué sé yo quiénes son!
Por suerte, eso nunca se sabe. ¿Qué criterio usaron para decidir en cuáles de los números intervenir?
López Puccio : El de encontrar el lugar donde calzar razonablemente. Hay sitios donde nos parece que no hay cabida para nuestra intervención porque son muy virtuosos o porque qué sé yo…
Mundstock : ¿Porque queremos que se escuche un poco la obra?
Entonces, ¿cuentan con el aval de Barenboim para todas las intervenciones que harán?
Rabinovich : Sí, completamente. Así que desde ya advertimos a la población: lo que salga mal será de exclusiva responsabilidad del maestro Daniel Barenboim.