Uno de los directores de orquesta más reputados del mundo, Simon Rattle, defendió el martes el proyecto de construcción de una nueva sala de conciertos en Londres
El proyecto, de unos 280 millones de libras (323 millones de euros) comporta la creación de un “Centro para la música” dotado de una sala de conciertos de clase mundial concebida para la explotación de instrumentos digitales.
Sus defensores destacan que, con ella, Londres podrá seguir compitiendo con las capitales mundiales de la música que ya cuentan con infraestructuras ambiciosas, como Hamburgo o París, con sus “Filarmónicas” respectivas.
Esta nueva sala construiría donde ahora se encuentra el Museo de Londres, que se mudaría un poco más lejos, y acogería la Orquesta Sinfónica de Londres (LSO), de la que Simon Rattle (61 años) tomará las riendas en septiembre.
El director de orquesta británico consideró el martes que la sala de conciertos del Barbican Centre, que acoge actualmente a la LSO, sólo le permitirá tocar el 80% de las obras que él piensa dirigir.
Este “escenario fue magníficamente concebido para una orquesta de cierto tamaño, pero no para una orquesta muy grande. Y seguramente fue en gran parte concebido sin pensar en la idea de un coro”, declaró el director durante la presentación de la nueva temporada de la LSO.
“A veces, uno necesita espacio para que el sonido pueda propagarse y desarrollarse”, agregó.
El proyecto ha registrado altibajos en los últimos meses, perdiendo el apoyo financiero del gobierno pero recibiendo después el de la City of London Corporation, organismo que defiende los intereses del distrito financiero de Londres.
Simon Rattle reconoció, aún así, que aún quedaba “muchísimo dinero por recabar”.
El director de orquesta se pondrá al frente de la LSO con un programa que dará prioridad a la música británica, y efectuará en paralelo su última temporada en la Filarmónica de Berlín, donde debería seguir hasta el verano de 2018.
“Voy a hacer la locura que había dicho que no haría: ¡dirigir dos orquestas al mismo tiempo!”, bromeó.