La Orquesta Sinfónica del Estado Mérida ofrece un “Concierto Sacro” para celebrar el inicio de Semana Santa, bajo la dirección del destacado maestro francés Chritophe Talmont, con los solistas invitados: Kris Stornelli (soprano), Jesús Villamizar (barítono), el Sábado 23, a las 7:00 p.m., en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario (Belén), Estado Mérida.
Talmot estudió dirección de orquesta en la Escuela Normal Superior de Música, en París; Academia Internacional de Orquesta, en Saumur; Academia Chigiana, en Sienne y en Wiener Hochshule Für Musik, en Viena. Entre 1998 y 2002 fue el responsable musical en la Ópera de Tours y fue director asistente en la Ópera Nacional de Montpellier, donde además dirigió a la Orquesta Nacional. El talentoso músico además condujo una gira de conciertos en Normandia con la orquesta de la Ópera de Rouen, estuvo a la cabeza de la Orquesta Filarmónica de Niza y de la Orquesta Nacional de Pays de la Loire. Fue director residente de la Orquesta Nacional de Lyon y colabora de manera regular con la Orquesta Nacional de Lorena, así como con la Ópera de Metz. En noviembre del año pasado, tuvo mucho éxito al dirigir la Orquesta Filarmónica de Bialystok, en Polonia, con un programa dedicado a la música francesa
Interpretarán la Suite “Ma mere l´oye” y el Réquiem de Fauré , así que les invitamos cordialmente a escuchar a los hijos de la noche a través de la literatura y la música:En la mitología griega, Muerte y Sueño era conocidos como Tánatos e Hipnos, hermanos gemelos, hijos de la noche. El Sueño, imitando a la Muerte, anulaba por las noches a los mortales. Cuentan que tras el ocaso ambos debatían quien debía dormir o morir.
La Suite Mi Madre la Oca de Maurice Ravel (Ciboure 1875-París 1937) regalo para los hijos de los Godebski, está inspirada en cuentos infantiles escritos por Charles Perrault, Marie d’Aulnoy y Jeanne-Marie Leprince de Beaumont. La Bella Durmiente representada en una danza del siglo XVI: la Pavanna. Pulgarcito, narra el episodio donde este pequeño ávido de aventuras, va dejando migas de pan para señalar el camino de regreso a casa, olvidando que éstas son devoradas por las aves. En Laideronette, narra el momento en el que una princesa condenada a la fealdad por un hechizo se sumerge en las aguas de los Pagodins, convirtiéndose en la bella Emperatriz de las Pagodas. En la Bella y la Bestia, el compositor muestra el encuentro y conversación entre ellos. La historia final sin origen literario claro, recrea una escena primaveral donde las hadas juegan y encuentran tun mundo de fantasía.
Gabriel Fauré (Pamiers 1845- París 1924) compositor cuyas sonoridades buscan recrear las tonalidades impresionistas, en El Requiem, concilia al ser humano con la muerte. La idea del descanso eterno trasciende la pena y la expiación, mostrándose como una liberación del alma que experimenta todo creyente en la vida eterna. En esta obra, escrita originalmente sin violines ni madera, el compositor modifica el orden litúrgico y el texto que era tradicional en estas composiciones.
El Requiem estructurado en siete partes, inicia con el unísono de la orquesta que da paso al coro, que susurra la oración del camino hacia la luz perpetua. Ese paso de la oscuridad a la luz se hace palpable en el Offertorium en las voces de contraltos y tenores. En el Sanctus se integran los violines que junto con la orquesta, acompañan a sopranos y tenores. Al Pie Jesu, le sigue el Agnus Dei cuya compleja melodía recrea pasajes contrapuntísticos de Bach. El Libera me que surge sobre un pizzicato de la sección de cuerda grave hace referencia brevemente al Dies Irae del Juicio Final. Concluye el Requiem con un antifonal en el que Coro y orquesta dialogan en suaves armonías.
La invitación es para que nos acompañen el Sábado 23 de marzo de 2013, en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario (Belén), a las 7:00 p.m.