Escrito por Fátima Fernández | Músicos de Alto Rendimiento
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Uno de los aspectos más difíciles de enfrentar por un músico lesionado es el psicológico/emocional de la situación, tomando en cuenta que cualquier daño corporal cuyas consecuencias se vean reflejadas en la ejecución del instrumento o en el rendimiento musical de la persona afectada, puede considerarse una enfermedad o lesión asociada a la ocupación; sin embargo estas no siempre tienen el mismo efecto en todos los músicos y su entorno.
Cada individuo manifiesta diferentes signos y síntomas de acuerdo a la zona afectada y al tipo de lesión, pero no se deja de lado todo lo que estos elementos implican en la vida emocional y mental del ejecutante. Los más fuertes miedos responden al hecho inminente de dejar la práctica del instrumento, a no recuperarse totalmente, y a perder el nivel y calidad de la ejecución. Todos estos factores influyen directamente en la recuperación, rehabilitación, y el regreso a la actividad musical luego de una lesión.
El manejo emocional y psicológico es quizás el aspecto más importante que se debe tomar en cuenta en este caso, pues lo físico, el dolor y las restricciones funcionales dentro de la actividad son la principal causa de los cambios emocionales en el estado de ánimo del músico, generando desmotivación, frustración, y depresión ante la amenaza que representa una lesión o enfermedad para la práctica instrumental. Además, el tiempo de inactividad los coloca en una situación de ansiedad y estrés que los lleva muchas veces a no medir consecuencias desde lo físico, dificultando el proceso de recuperación y por supuesto dejándolos más tiempo fuera de la actividad.
Varios factores evitan que el músico pueda aceptar psicológicamente que está lesionado, entre ellos podemos mencionar: las presentaciones, los conciertos, las audiciones, las clases, y los exámenes. Todos ellos son factores predisponentes, pues en muchas ocasiones el ejecutante le da prioridad a sus actividades musicales, por lo cual requieren una recuperación rápida, irrespetando el tiempo de reposo haciendo realmente estresante el hecho de asumir su condición como una situación circunstancial.
Las fases por las que pasa un músico ante una lesión producto de su ocupación implican un proceso de negación o shock en el que existen sentimientos como: impotencia, rabia, y culpa, lo que genera el no reconocimiento del esfuerzo físico al momento de la ejecución instrumental, negando que esta sea la causa de la lesión.
La siguiente fase es la de enfrentar la necesidad de solución y recuperación, sin embargo, durante la rehabilitación el músico puede presentar cambios en su autoestima e identidad como ejecutante no solo por la falta de condiciones físicas sino también porque consideran que el dejar de tocar implica cambios negativos en la calidad y el rendimiento musical. Esta fase es la más larga en la que la aceptación es la base de la recuperación total.
La última fase es la del regreso a la práctica, en la cual el músico debe comprender que luego de la lesión su cuerpo es más vulnerable y requiere un reacomodo técnico y corporal. Es muy probable que existan sentimientos de frustración, ansiedad, y estrés por recuperar el nivel, y esto genere de nuevo tensiones y posibles recaídas en la lesión.
¿Cómo debe afrontar un músico una lesión
- Lo primordial en este caso es atender la lesión desde el punto de vista médico y rehabilitador, lo que además de permitir el conocimiento del diagnóstico también les brindará las soluciones y los pasos a seguir para disminuir los síntomas de la misma, así como las consecuencias en la práctica del instrumento.
- Permitirse pasar por cada una de las fases emocionales: la expresión de las emociones es una parte importante en el proceso de curación.
- Para favorecer el proceso de recuperación es necesario aceptar la lesión. La aceptación NO es resignarse, es más bien una invitación a equilibrar las emociones y pensamientos; a partir de ello debe trazarse el plan de acción hacia la recuperación.
- Establecer metas a corto plazo acordes con la realidad actual dentro de la terapia física. Ahora los objetivos se basaran en el plan de ejercicios y tareas dentro de la misma; mientras más comprometido sea el músico con su cumplimiento, obtendrá mayor percepción de control frente a la situación y por supuesto de los resultados de la rehabilitación.
- Mantener la mejor actitud y mente positiva. Las emociones positivas favorecen la recuperación, generan un clima agradable, y quizá lo más importante, la fisiología del cuerpo experimenta cambios que pueden acelerar la curación. Esto puede ir desde mantener el buen humor hasta reírse y ser consciente de los pensamientos positivos que pueden producirse gracias a la ejecución del instrumento.
- Al momento de retomar la práctica, se debe iniciar sin miedo y progresivamente como base fundamental para aprender a manejar la ansiedad y las frustraciones. El músico debe proponerse pequeños logros a diario con el instrumento considerando ahora las pausas, el trabajo corporal y técnico, así como el hecho de la recuperación del nivel como parte de un proceso gradual, que requiere de constancia y paciencia. De esta manera irá aumentando la auto confianza y la motivación.
Sin embargo, todas estas condiciones psicologicas pueden prevenirse con el manejo adecuado del aspecto técnico y corporal, no solo al momento de iniciar en el músico los síntomas de una lesión sino que este debe conocer las variables y condiciones de riesgo inherentes a su profesión, y de esta manera pueda tomar decisiones correctas en el momento adecuado con relación a la práctica del instrumento.
El músico debe trabajar sobre la influencia del estrés, las horas de trabajo, y las condiciones ergonómicas/psicológicas/emocionales durante la actividad musical, de manera que pueda reconocer todos aquellos factores que lo colocan en una situación estresante, de tensión, y que mediante determinadas técnicas pueda alcanzar su estado óptimo dentro de la ejecución instrumental.
El manejo psicológico de las lesiones en lo músicos es una oportunidad para reentrenarse en la práctica con un sentido más corporal entendiendo cada una de las emociones que pueden evitar la recuperación. Mientras más se acepten estos aspectos mayor será el rendimiento y la efectividad del músico luego de presentar una lesión.
Fátima Fernández
Terapeuta ocupacional especializada en músicos
“Entrenando Músicos de Alto Rendimiento”musicosdealtorendimiento@gmail.com
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