Vía: El Universal | 104 Aniversario | YUBIRÍ ARRAIZ PINTO
Frenesí avasallante, vocación, entusiasmo, constancia, entrega y trabajo permanente son las claves del éxito de esta caraqueña que con su arte y talento brilla en el mundo, cultivando a la vez el prestigio del movimiento coral venezolano
El fallo rezaba: “Ha consolidado su nombre en la comunidad coral internacional, representa a un continente joven, ha abierto nuevos horizontes en la música coral y ha construido una gran red de trabajo de inmensa relevancia artística… “.
Estos rotundos argumentos resaltan en el veredicto que un jurado de maestros de la música mundial, tuvo para otorgar a María Guinand el Premio Helmuth-Rilling de la prestigiosa Academia Internacional Bach, en su primera edición (2009), por su contribución al desarrollo del arte musical.
Tan resonante triunfo es, para Guinand (1953), un honor que rinde la música mundial a la labor de la Schola Cantorum de Caracas, organización que para la artista es una solida familia que, desde hace 45 años, comparte la vida a través de la música coral.
Lo que más impresiona al conversar con esta caraqueña de frágil figura, suave voz y tenaz carácter, es su extenso historial. Trabajadora incansable, como parte de su labor de difusión del repertorio sinfónico coral, ha fundado numerosas agrupaciones, dirigido orquestas en Venezuela y el exterior y preparado coros para directores como Simon Rattle, Claudio Abbado o Krzyzstof Penderecki. Además, desarrolla una intensa actividad como invitada a eventos corales, bien como directora, jurado, conferencista o docente, en todo el orbe.
SCHOLA MUNDO
A esta artista y gerente cultural le cuesta hablar de sí misma en singular. El nosotros aflora en todo momento, especialmente cuando refiere sus logros como fruto de una labor colectiva, esa que en 1973 dio origen al Movimiento Coral Cantemos, y que un año después, en el 74, tomaría impulso definitivo con el triunfo de la Schola en el Concurso Internacional de Coros Guido D’Arezzo, en Italia.
“Por primera vez un coro latinoamericano ganaba el primer premio de ese evento, el más afamado de la época. Este triunfo llevó al maestro Alberto Grau a crear la Fundación Schola Cantorum de Caracas”, dice Guinand, quien para entonces estudiaba en la Universidad de Bristol, Inglaterra.
En 1976 obtuvo el título de Bachelor of Arts in Music, retornó a Venezuela y se incorporó a la Schola, comenzando a escribir una historia llena de premios, intensa actividad pedagógica y una enorme proyección internacional… desde el país.
Y es que para Guinand, Venezuela ha sido una inspiración. “Siempre he tenido la inquietud y deseo de sembrar en mi país. Mi pasión ha sido ser venezolana, hacer mi labor aquí y, desde aquí, proyectarla al mundo. Esto me permitió ayudar a construir peldaño a peldaño, un movimiento coral, una plataforma de prestigio. Todo desde aquí”, dice.
En esa ruta, considera esencial el manejo de información. “Hoy en día no hay excusas para no conocer y profundizar. Sin embargo, en una época donde solo contábamos con casetes, discos de pasta o un fax, Alberto Grau, mi esposo, y yo tuvimos la inquietud de asistir a muchos eventos para ver y aprender. Eso fue determinante en nuestro crecimiento como movimiento coral y para el desarrollo de una metodología propia, que hoy es referencia en el mundo entero”.
Aparte de sus más de 30 discos y numerosas distinciones internacionales, para Guinand La pasión según San Marcos, del compositor Oswaldo Golijov, marca un hito en la consolidación del prestigio que la Schola posee hoy en el circuito coral internacional.
“Desde su estreno en el año 2000, hemos obtenido elogios de la crítica y del público. La primera grabación, en Sttutgart, Alemania, publicada por Hänsler, fue nominada a dos Grammy en 2002, mientras que la segunda, editada por Deutsche Grammophon, recibió el premio Echo Klassik en 2010”, refiere.
Guinand asevera que el secreto de su éxito ha sido la siembra de valores ciudadanos y el amor por la música coral. “El verdadero sentido de este trabajo está en la formación del ser humano dentro de la solidaridad, el trabajo en equipo, la tolerancia, la disciplina y la autoestima. Cuando esto se conjuga con la búsqueda de la excelencia artística, se produce un milagro maravilloso”.
Construir Cantando, programa orientado a niños y jóvenes de los barrios, es uno de los pilares de su labor. Además, desde 2003 lidera el proyecto Voces Andinas a Coro, que busca consolidar el movimiento coral en la región.
Próxima a cumplir 60 años, continúa convencida de la filosofía que ha guiado su carrera. “Soy muy afortunada porque he hecho lo que quiero. Siento que mi vida artística sin la Schola, sin este espacio dentro de mi país, no hubiera tenido razón de ser”.