Tras el ataque con ácido sulfúrico sufrido por Serguei Yurevich Filin (Moscú, 1970) el pasado 17 de enero delante de su domicilio, directamente relacionado con su trabajo como director artístico del Ballet del Bolshoi según la hipótesis policial, las noticias iniciales fueron muy desalentadoras: Filin sufría quemaduras de tercer grado en el rostro y podía quedar totalmente ciego, además de sufrir una gran desfiguración. Pero en los días siguientes las noticias han sido más positivas y en la rueda de prensa del pasado sábado 25 de enero, los doctores del Hospital nº 36 de Moscú que le están tratando han declarado que esperan salvarle la vista, por lo menos en un ojo, y que el tratamiento que se le está realizado con células madre para tratar las quemaduras químicas está siendo un éxito: “su progreso es positivo, sus heridas se están curando y él se siente bien”. Ayer lunes, 28 de enero, fue sometido a una nueva operación en la vista (la tercera de importancia, además de otras operaciones menores).

En cambio policialmente las noticias no son tan positivas. Aunque desde el primer momento se ha considerado que el ataque es debido a problemas internos y celos dentro del Ballet del Bolshoi, especialmente por lo que se refiere a la selección de los primeros bailarines para cada función del ballet, no hay nada concreto y no existen todavía detenciones. Filin llevaba sufriendo acoso telefónico desde hacía varias semanas y su coche había sido atacado ya en otras ocasiones anteriores. La hipótesis de una venganza por parte de alguien cercano se ve reforzada por el hecho de que la persona que le atacó con el ácido se dirigió a él por su nombre de pila como si le conociera. Los rumores en el Bolshoi se centran en un bailarín, Nikolai Tsiskaridze (Tiflis, 1973), una de las principales figuras de la compañía y un bailarín espléndido, quien se ha quejado a la dirección del Bolshoi del comportamiento de Filin en varias ocasiones además de enfrentarse a él directamente, pero Tsiskaridze niega totalmente ser responsable del ataque y considera que existe una campaña de descrédito contras él. También se ha interrogado a numerosos miembros de la compañía de ballet del Bolshoi y a diversos familiares de Filin.
El Teatro Bolshoi no ha nombrado como sustituto de Filin -quien ocupaba el puesto desde marzo de 2011- a ninguno de sus colaboradores directos, sino a la ex-bailarina Galina Stepanenko, quien se retiró de la escena en diciembre de 2012 y actualmente era una de las instructoras de ballet de la compañía.