Los festivales de música, sea cual sea el género, siempre dejan resultados positivos y son tan necesarios, sobre todo ahora en Venezuela, país en el que debido a la crisis se han reducido tanto los eventos musicales como los espacios para llevarlos a cabo.
Por Roberto C. Palmitesta R. | ESPECIAL PARA @VZLASINFONICA
La OSMC con su director artistico, el maestro Rodolfo Saglimbeni, siempre ha tomado la iniciativa de realizar ciclos y festivales como el Pasado y Presente, en conjunto con la Asociación Cultural Humboldt, que se realizará hasta el 25 de marzo y apenas en su jornada inicial empezó a arrojar un saldo positivo con la actuación del Cuarteto de Cuerdas Amindra. Vale resaltar que sigue siendo acertada la inclusión de conciertos de música de cámara.
No se podía esperar menos de un cuarteto encabezado por un músico tan sólido y virtuoso como Otto Rodríguez en el primero violín, una violinista con tan experiencia y sabiduría como Rosana Sánchez, un joven como César González que logra sacarle el máximo provecho a un instrumento tan subestimado como la viola, haciéndolo brillar, y a la violoncelista Norma Aparicio, quien desarrolló un sonido tan balanceado que llama la atención, porque es fuerte y delicado, grueso y dulce al mismo tiempo.
Venezuela Sinfónica, al terminar la presentación, conversó con Norma Aparicio, amiga de la casa y de quien se esperan muchas cosas buenas, tanto en la movida sinfónica como en los predios de la música de cámara. Con mucha honestidad, la joven ofrece interesantes opiniones y revela un adelanto de sus planes futuros, tanto individuales como con las agrupaciones a las que pertenece.
VS: Además de tus compromisos con la OSMC y ahora con el Cuarteto de Cuerdas Amindra ¿Cuáles son las otras actividades de las que formas parte?
El Cuarteto Amindra forma parte principal de nuestras actividades aunado a la Camerata Pittier en Maracay, nos vemos una vez a la semana y nosotros en el cuarteto trabajamos con jóvenes con edades entre los 17 y los 25 años, los orientamos y les damos clases, además tengo compromisos solistas con mi esposo Otto Rodríguez, pronto vamos a interpretar con la OSMC el Doble concierto de Brahms.
VS: ¿Qué crees que hace falta para desarrollar aún más la música de cámara en Venezuela?
Principalmente falta consciencia, las ganas de los músicos siempre han estado allí, pero también la migración masiva ha frenado y además ahora hay menos escenarios, faltan lugares donde poder presentarnos. Gracias a Dios nos han prestado otros espacios como el Museo de Arte Contemporáneo y la Galería de Arte, ahora acá también en la Asociación Cultural Humboldt con esta excelente iniciativa de la OSMC. Pero nosotros los músicos siempre buscamos un espacio para poder tocar.
VS: ¿Cómo has logrado desarrollar tu propio sonido? Porque en sus inicios la mayoría de los violoncelistas tienen un sonido uniforme y a medida que van creciendo, y agarrando experiencia, entonces desarrollan su estilo.
Es debido a la escuela que hay en Venezuela, que por otra parte ha estado un poco dividida, pero los que quedamos somos una camada de alumnos de los maestros principales como Williams Molina y mi maestro Germán Marcano, ellos nos guiaron a desarrollarnos y nos enseñaron cómo podemos asumir la escuela nacional de violoncelo. Cuesta un poco porque casi todos nosotros venimos de El Sistema, donde hay predominio de trabajo orquestal y cuesta conseguir un maestro que nos permita ir a donde debemos llegar, y cuando lo conseguimos ya hemos recorrido un camino que nos ha permitido desarrollar un poco un sonido. Lleva tiempo, cuesta pero cada uno de nosotros hemos podido desarrollar nuestro sonido, que más que nada viene del corazón.
VS: Ya que mencionas al maestro Germán Marcano ¿Has escuchado sus discos de música venezolana? Es frecuente ver flautistas y violinistas incursionando en la tradición venezolana, pero con el violoncelo es inusual. ¿Te gustaría desarrollar un proyecto similar al de tu maestro como violoncelista?
Lo que pasa es que el maestro Germán dejó demasiada alta la barra y ahora uno para llegar allí y tocar aunque sea uno de sus temas, nosotros no sé que tendremos que hacer en la vida (risas). Obviamente si tengo intenciones de comenzar a incursionar en la música venezolana, mi esposo Otto es cuatrista y conoce otros instrumentos tradicionales y me está encaminando. Yo como solista vengo de la parte clásica y me ha costado un poco entrarle, pero él me está orientando y estoy encontrando también ese rumbo.
VS: ¿Estás de acuerdo en que la música tradicional venezolana interpretada en formatos de cuartetos, tríos o ensambles también puede ser considerada como música de cámara?
Si, obviamente, claro que sí. Además hay muchas obras de música de cámara escrita por autores venezolanos realmente increíbles como Aldemaro Romero o Juan Bautista Plaza y de ellos dos tenemos proyectos de estrenar algunas de obras con el cuarteto, esto se debe gracias al apoyo del maestro Rodolfo Saglimbeni con quien estamos muy agradecidos, él nos ha ayudado mucho a conseguir música inédita, que nadie sabe que existe y ahora eso es un compromiso que hemos asumido.
VS: Ya que lo mencionas, si es cierto que el maestro Aldemaro Romero dejó muchísimas obras que no han sido estrenadas y que vale la pena interpretar.
Su página web no tiene ni la mitad de lo que él escribió y hay que sacarle provecho, mi esposo también está haciendo arreglos de música del maestro Aldemaro Romero, de otros compositores como Luis Laguna y de otros cercanos a su familia, la familia, él está a la cabeza del equipo de llevar nuestro cuarteto de cuerdas a la música venezolana.