Por Norma Rossi – Diario Z 2014
Manchados de rock, curten repertorio propio.
Los doce músicos y el cantor que conforman esta orquesta típica llevan editados seis discos y un DVD (Tango antipánico) de manera independiente y giraron por Europa y Latinoamérica, trascendiendo la escena estrictamente tanguera para mancharla de rock. En 2012, por ejemplo, tocaron en el emblemático festival de Roskilde, junto a figuras como The Cure, Rufus Wainright, Lou Reed y Björk. ¿Qué tal?
El proyecto nació a fines de los años noventa, a partir de cuatro músicos devotos de las típicas de antaño que se conocieron en la Escuela de Música Popular de Avellaneda (EMPA). El maestro Rodolfo Mederos se transformó en su guía. Durante cuatro años tocaron en las calles de San Telmo hasta que en 2001 lograron disco y espacio propios. Suenan como los dioses: fuerte, violentamente decididos, no hacen tango más que del siglo XXI.
“Entramos en la orquesta típica con un vacío de información en todo sentido”, dice El Ministro, uno de los bandoneonistas. “Fue una cuestión experimental, de retomar muy de raíz del tango y de la orquesta típica lo que nos gusta: básicamente el estilo de Pugliese y algunas cosas irremplazables de Piazzolla.”
Pero no tocan ni versionan esos tangos. Tampoco hay fusión ni rock. “Nos asocian mucho con una actitud rockera. Si la tenemos, es sólo en las formas; en la rebeldía por lo establecido que tuvo el rock en sus inicios. Arrancamos el tango con esa misma bronca –admite– pero somos pos, como el siglo XXI. Puntualmente, postango, posrock y pospunk.”
Con igual fervor supieron darle al CAFF –escenario por el que también han pasado y pasan los mejores amigos, colegas y referentes del grupo– el indispensable toque popular; desde los precios hasta el sentido social. “Creo que conseguimos armar un espacio donde la gente se siente cómoda”, agrega El Ministro. “La parte técnica –sonido, luces– está impecable, para show a nivel internacional. Es lo que llevamos a las giras.”. Todo bajo una clara intención: “Que la gente se vaya con energía y ganas. Inspirados. Aunque sea con ganas de romper todo”.
“Con el cambio de siglo hubo una ruptura. Nosotros nos sentimos, junto a otros grupos, bandera de ese movimiento caracterizado por otra estética. Básicamente, un encare distinto de su esencia; fundamentalmente, respecto del repertorio”.