Vía: mundo.sputniknews.com/
Niños y jóvenes músicos han vuelto a mostrar el vigor y el alcance mundial del sistema de orquestas de Venezuela, al participar esta semana de una serie de espectáculos en un atolón coralino del Caribe apenas días después de haberse presentado en el prestigioso teatro de La Scala de Milán.
“La festividad de la Virgen del Valle (patrona, en la devoción católica, de los marinos y pescadores de Venezuela) ha enmarcado la actuación de este núcleo de 200 niños y jóvenes que trabajan como orquesta y en ensambles”, comentó a Sputnik Nóvosti, desde la isla Gran Roque, Leonardo Méndez, de la coordinación de integración social en el sistema.
El archipiélago de Los Roques, de apenas 40 kilómetros cuadrados, a unos 200 kilómetros al norte de Caracas, tiene unos 1.500 habitantes que viven de la pesca y el turismo que acude a sus paradisíacas playas.
Méndez dijo que las presentaciones esta semana con motivo de la festividad religiosa sirvieron para subrayar la conexión entre el sistema y grupos tradicionales de percusión en las islas, así como para aprovechar a promocionar el programa ante la inminente apertura del año escolar 2015-2016 y para acelerar los intercambios con las agrupaciones de tierra firme.
A lo largo de 40 años, en toda Venezuela se han abierto 423 núcleos del sistema, que han encuadrado a casi 700.000 niños y jóvenes a órdenes de unos 9.000 profesores.
En la base del sistema están núcleos como Los Roques, que alcanzan hasta zonas rurales y territorios indígenas en las fronteras, y en la cúspide orquestas de jóvenes desarrollados como músicos profesionales que cosechan aplausos en escenarios de renombre.
En La Scala de Milán, durante la última semana de agosto y la primera de este mes, el sistema hizo desfilar a un millar de sus muchachos distribuidos en varias orquestas y coros.
Se incluyó a la selección Orquesta Nacional Infantil, primera orquestación de niños que se presenta en La Scala en más de un siglo, y que arrobó al público bajo las batutas de Dudamel y el veinteañero relevo Jesús Parra.
Parte del éxito está en la sorpresa de los europeos al ver a pequeños de un país lejano entregarse a la ejecución de piezas como “Scherzo fantastique Op. 3” de Igor Stravisnky y la Sinfonía N° 4 de Piotr Tchaikovsky, o la obertura de la ópera “Guillermo Tell” de Gioachino Rossini, ésta con la batuta de José Luis Alvaray, a sus 13 años el más joven director que ha actuado en La Scala.
“Poder hacer algo que niños parecía increíble, en ese escenario, es nuestra recompensa”, comentó entonces el juvenil Parra al departamento de prensa del sistema.
En sus giras por Europa, América del Norte o Asia, el sistema incluye también obras de compositores latinoamericanos como el argentino Alberto Ginastera, el brasileño Heitor Villa-Lobos, el mexicano José Pablo Moncayo y el venezolano Antonio Estévez.