Escrito por Fátima Fernández | Músicos de Alto Rendimiento
Cuando se está cerca de audiciones, exámenes con jurado, o que la presentación de un músico tenga la intensión de destacar su nivel, este se encuentra ante mucha presión; lo primero que suele pensar es “Tengo que estudiar” “y mucho”, generalmente pueden experimentar sensaciones de ansiedad, miedo, poca valoración de su trabajo musical, e incluso el hecho de quedar o no en las plazas ofertadas en la audición; que la nota en el examen o los comentarios de los maestros no sean lo deseado, delimita si el músico lo hizo bien o no.
Encontrarse en esta situación los hace cometer algunos errores como: someterse a excesos de estudio y por ende de trabajo físico sin preparación alguna, aumentando abruptamente las horas de práctica; esto también genera tensiones y pone en riesgo la salud pues además puede generarse una lesión.
A partir de esto existen 7 cosas que los músicos deben hacer para preparar una audición:
- Preparación Física: el primer aspecto que un músico debe considerar es que la ejecución instrumental de por si sugiere un importante esfuerzo físico; pues es inminente el uso de toda la musculatura. En situaciones como la de presentarse ante una audición el esfuerzo físico se duplica, las horas de estudio aumentan y la cantidad de movimientos repetitivos comienzan a ser más que una característica de la actividad musical convirtiéndose en un factor de riesgo, fatiga, y sobre uso muscular.
El calentamiento es una herramienta clave para que la musculatura esté preparada, hacer ejercicios que permitan mejorar el riego sanguíneo, aumento de la temperatura, mayor capacidad de contracción muscular, además del aumento de la eficacia y rendimiento en cada movimiento a realizar en la ejecución instrumental, sin duda es un beneficio que sumará: conciencia corporal, concentración, prevención de tensiones y así mismo de lesiones.
- Entrenamiento Mental: dentro de la ejecución instrumental convergen varios elementos, la concentración, memoria, la técnica, la lectura de la partitura, la interpretación, las emociones, y así todos los procesos mentales y cognitivos presentes al momento de tocar un instrumento.
Los músicos a menudo son comparados con deportistas de alto nivel, sin embargo suelen valerse únicamente de la técnica y el conocimiento, mientras que los deportistas se centran en una práctica basada en el manejo de cada una de las habilidades mentales y corporales, esto provee mayor eficiencia durante la práctica, de esto se trata el entrenamiento, darle importancia a proceso mental y físico a beneficio del trabajo con el instrumento.
¿Cómo lograrlo?
El primer paso es dejar la ansiedad a un lado, el tiempo de estudio dedicado a la preparación de una audición muchas veces se ve amenazado por el miedo y la ansiedad lo que hace que la memoria y la concentración colapsen, el segundo paso es revisar constantemente la técnica, planeando los movimientos a realizar, dándole resolución a pasajes difíciles, haciendo que la interpretación sea planificada y más orgánica; el tercer paso es el control de las emociones, en especial aquellas que representen o estén guiadas por la frustración, angustia, o estrés, entendiendo que mientras más equilibrio corporal-mental-instrumental existe, mayor es la capacidad de ver progresos, logros, y recompensas.
- Planificación del Estudio: esto es básico no solo para preparar una audición, sino también para la vida diaria de un músico, la mayoría de las veces el estudio inicia directamente tocando, el pasaje que más les cuesta, a la velocidad que necesitan o con la pieza más difícil, una forma de lograr efectividad es organizando el estudio de acuerdo al tiempo de práctica, al repertorio y su dificultad.
El inicio debería estar dedicado al trabajo de escalas que se encuentren dentro del repertorio, con el objetivo de resolver técnicamente de manera más eficiente cada una de las partes, al menos la primera media hora (30 minutos) debería estar enfocada a esto. Luego, considerar las piezas u obras que sugieren menor esfuerzo, que son fáciles mental y técnicamente para el ejecutante.
Posteriormente la dificultad del repertorio, aumentando progresivamente su velocidad y finalmente prestar atención a los pasajes de mayor dificultad. Esto no significa estudiar bajo el esquema de la repetición, todo lo contrario se trata de desfragmentar la complejidad, concentrarse y aumentar el rendimiento siendo más conscientes de las necesidades técnicas y corporales. Tomarse un tiempo para el análisis de la partitura, pensando en los movimientos, la respiración, y la postura, que también deberían formar parte de la planificación del estudio.
- Pausas Activas: Uno de los problemas más frecuentes en los músicos durante la jornada de estudio y especialmente si se preparan para una audición, es no incluir periodos de descanso en el tiempo de práctica.
Las pausas activas son pequeñas interrupciones durante la actividad musical, que deben incluir ejercicios con la finalidad de reducir la fatiga física, mental, visual, el estrés y además previene lesiones.
Lo recomendable es que por cada hora de estudio, existan al menos 15 minutos de pausa, en los cuales puede realizarse una rutina corta de ejercicios dedicados al estiramiento, relajación, revisión de pasajes difíciles, control de la respiración, auto masaje, entre otras actividades que además de formar parte del estudio permitan un breve descanso. Un beneficio particular de las pausas activas es que evitan el cansancio mental y promueven un mejor rendimiento; considerando que el descanso es esencial para observar los resultados de la jornada, no se trata de tomarse horas, sino algunos minutos que aportaran efectividad al músico.
- Relajación: es nuestro estado natural, proporciona principalmente, un estado de descanso profundo a la vez que se regula el metabolismo, ritmo cardíaco, y respiración, nos libera de nuestras tensiones, tanto musculares como psíquicas que se han acumulado con el paso del tiempo. Ante la práctica de los instrumentos se hace imprescindible mantener este estado, en especial cuando se prepara una audición, pues en este momento no generar tensiones adicionales al momento de tocar, concentrarse y estar listos es fundamental para tener éxito.
Relajarse para tocar es una herramienta que permite lograr la libertad en la expresión musical y la ejecución de recursos técnicos enfocados en ella, así como los matices o compases difíciles de una obra. Otro aspecto importante de la inclusión de esta técnica en la ejecución instrumental es el ahorro de energía, lo que le va a permitir al músico contrarrestar todos los efectos de la hipermovilidad y las posturas en contra de la naturaleza anatómica típicas de la práctica; enfocarse en la relajación implica dedicarse a equilibrar el cuerpo con la mente y las condiciones psicosociales inmersas dentro de la práctica.
Un músico relajado se encuentra en un estado de sensibilidad y receptividad natural aumentada, atenta al más alto nivel, a través de cada una de las células de su cuerpo. Esto permite que esté preparado para la actividad, generando grandes beneficios a la producción del sonido deseado, a la técnica, y a la presentación.
- Trabajo del Miedo Escénico: también llamado ansiedad teatral, es un fenómeno complejo. Sus diferentes componentes conducen a reacciones cambiantes según las situaciones que la generan, factores sociales, aspectos individuales y desarrollo personal influyendo en la aparición de lo que efectivamente resulta inevitable a la hora de una presentación, “Estrés y Nerviosismo”.
Esto además de representar una interferencia mental y emocional, genera algunos síntomas físicos que dificultan la práctica instrumental como temblor, sudoración en las manos, palpitaciones, dolores abdominales, cambios en la temperatura corporal, conductas descontroladas y desconcentración, que se generan especialmente al momento de presentarse ante un público o jurado en clases, conciertos, audiciones, exámenes etc.
Los efectos no son deseables pues, son más propensos a equivocarse, se disminuye la capacidad expresiva, creativa, y comunicativa al momento de interpretar, el control sobre el instrumento que se logra durante el estudio individual y clases con el profesor se pierde. Lo que por ende perjudica y limita la calidad y rendimiento técnico, corporal y mental del músico.
El miedo escénico no es algo que debe combatirse, todo lo contrario es necesario estar alerta, no confiarse demasiado ante la audición, sin embargo puede manejarse usando a favor las sensaciones que este genera y aplicando las herramientas descritas anteriormente.
- Terapia Preventiva: Para muchos músicos el hecho de realizar sesiones de terapia significa estar enfermos, tener alguna lesión y por ende dejar de tocar, sin embargo los múltiples beneficios se ven reflejados en el rendimiento, la prevención y el control corporal, mental y técnico dentro de la ejecución instrumental.
Es decir un músico no necesita estar lesionado para hacer terapia, mas todo lo contrario es una herramienta para mejorar y estar listos para cualquiera que sea la actividad, en el caso de preparar una audición la terapia está destinada a lograr cada uno de los aspectos descritos en este artículo, eliminando además tensiones generadas de manera inevitable por el estudio, entrenando la musculatura y trabajando cada uno de los procesos con la finalidad de hacer una audición exitosa.
Músicos de Alto Rendimiento ofrece además la posibilidad de minimizar el esfuerzo y aumentar los resultados incluyendo como parte de la terapia entrenamiento postural con y sin el instrumento, ahorro de energía, coaching, masaje, relajación y cada una de las alternativas que permitan generar en el músico máxima efectividad.
Definitivamente preparar una audición no es tarea fácil, es un trabajo conjunto que implica cada uno de estos factores, sin embargo optimizar la práctica a través de ellos con toda seguridad es el camino al éxito y el alto rendimiento musical.
Fátima Fernández
Terapeuta ocupacional especializada en músicos
“Entrenando Músicos de Alto Rendimiento” musicosdealtorendimiento@gmail.com
Teléfono:041634708