Vía El Nacional | Por Pedro Palma
Ya parece cotidiano enterarse de los éxitos que varios miembros destacados del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, mejor conocido como el Sistema, tienen en los centros musicales más prestigiosos del mundo, razón por la cual esas hazañas dejan de ser noticia de primera plana y pasan muchas veces inadvertidas para el público en general. Pasó así con el extraordinario premio conquistado recientemente por Rafael Payare, al ganar el prestigioso Concurso de Dirección Malko 2012 en Copenhague, Dinamarca, compitiendo con más de quinientos concursantes de todas las procedencias. Esa competencia, que dirige el afamado maestro Lorin Maazel, hasta hace poco director musical de la Filarmónica de Nueva York, es una de las más importantes y exigentes en el mundo de la dirección orquestal, y catapulta a quienes obtienen sus primeros premios, abriéndoles las puertas de la fama al ser invitados a dirigir las más prestigiosas agrupaciones musicales del orbe. Esa es la maravillosa experiencia que hoy está viviendo Rafael Payare, la nueva estrella que sale del Sistema, fabulosa obra fundada y dirigida por José Antonio Abreu, y que ha puesto a Venezuela en el pináculo de la fama musical y artística del mundo.
Desde muy temprano Rafael descolló como un músico de grandes cualidades, siendo uno de los intérpretes más destacados del corno, uno de los instrumentos de viento más difíciles de tocar, si no el más enrevesado, maravillando a los que lo escuchaban con sus extraordinarios sostenutos y cautivantes pianissimos. De hecho, era un placer oírlo cuando actuaba como corno principal de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar en las interpretaciones de obras contentivas de partes particularmente exigentes para ese instrumento; vienen a mi memoria algunas que presencié, tales como el tercer movimiento de la Novena sinfonía de Beethoven, el segundo movimiento de la Quinta sinfonía de Tchaikovsky, y el tercer movimiento de la Quinta sinfonía de Mahler.
Pero es ahora como director cuando Rafael está figurando en los más encumbrados centros musicales del mundo, y es invitado frecuentemente para liderar orquestas de primer nivel. De hecho, después de dirigir un maravilloso concierto hace poco más de una semana en la Sala Simón Bolívar del Centro de Acción Social por la Música, en el que también actuó el gran violinista venezolano Alexis Cárdenas interpretando el concierto de Beethoven, y en el que Rafael dirigió magistralmente la Sinfonía fantástica de Berlioz, éste viajó a Doha donde fue invitado a dirigir la Filarmónica de Qatar. Adicionalmente, Payare ya tiene compromisos para dirigir otras grandes agrupaciones, tales como la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse, la Sinfónica del Palacio de las Artes de Valencia, y las orquestas sinfónicas de Cincinnati y Gotemburgo. Entre sus compromisos futuros está la dirección del estreno de la ópera King Ubu del afamado compositor polaco Krzysztof Penderecki, quien honró a Rafael con la ennoblecedora y exigente responsabilidad de montar esa obra en las ciudades de Gdansk y Cracovia, dos importantes y cultas urbes de Polonia.
Se agrega ahora Rafael a la exclusiva pero cada vez más amplia lista de estrellas del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela que hoy brillan en lo más encumbrado del mundo musical, entre los que se pueden mencionar, sin ánimo de ser exhaustivo, a Gustavo Dudamel, Christian Vásquez, Edicson Ruiz, Francisco Flores, Diego Matheuz y tantos otros talentos musicales que han asombrado al mundo, o lo harán en el futuro, pues, sin duda, seguirán germinando estrellas de ese inagotable semillero que es el Sistema, el cual no sólo forma músicos de primer orden, sino que forja ciudadanos de bien y les da a cientos de miles de niños y jóvenes la esperanza y las posibilidades de vivir una vida mejor.
En hora buena, Rafael. ¡Eres un orgullo nacional!