Ciudad de México.- Con 250 discos grabados y 13 premios Grammy obtenidos dejó de existir hace 20 años la cantante estadounidense de jazz Ella Fitzgerald, la voz femenina más famosa en el género, quien hizo historia en la música del mundo, no obstante una existencia marcada por periodos de pobreza, rebeldía y soledad.
Por Notimex | Vía: www.zocalo.com.mx/
De ello dan cuenta sus biógrafos, quienes destacan sus primeros años en un orfanato, una exitosa carrera de seis décadas que la encumbró, y un triste final, tras algunos años de reclusión en su casa, con las piernas amputadas a consecuencia de la diabetes que padecía.
Jane Ella Fitzgerald nació en Newport News, Virginia, el 25 de abril de 1917, aunque su madre la llevó a vivir al barrio de Yonkers en Nueva York, pero tras la dramática muerte de su progenitora, Ella vivió un periodo de pobreza, rebeldía, y soledad.
De acuerdo con “biografiasyvidas.com”, a los 15 años escapó del orfanato y sin dinero o familia cercana de pronto se encontró en las calles.
Empero, sólo un año después su vida cambiaría drásticamente al ganar un concurso en Harlem Opera House, en el que originalmente planeaba bailar, sin embargo, fue ese momento en el que su talento como cantante salió a relucir y resolvió dedicarse devotamente a ello.
Fue también esa ocasión cuando conoció al baterista Chick Webb, quien era líder de su propia banda. Con la orquesta de Webb, que se presentaba en el salón de baile más famoso de aquellos tiempos, el Harlem’s Savoy Ballrom, Ella saltó a la fama de un momento a otro y comenzó una carrera artística a lo largo de la cual ganó de 13 Premios Grammy y 40 millones de copias vendidas.
Siempre reservada y tímida debajo del escenario, considerada como una chica ordinaria con un don fuera de lo común, en escena sorprendía con la intensidad de su presencia y la tesitura de su voz.
En los años 30, cuando la era del swing evolucionó al bebop, Fitzgerald transformó al tiempo su estilo vocal, experimentando con el scat y la improvisación, llevando esta nueva vanguardia a las listas de hits, según apunta el portal de música “allmusic.com”.
Después de la muerte de Chick Webb, Ella tomó las riendas de la banda, asistida por el tenor soxofonista Ted McRae y la orquesta cambió de nombre a “Ella Fitzgerald and Her Famous Band”.
De acuerdo con un artículo firmado por John Chilton para el diario “Telegraph”, durante su segundo matrimonio con Ray Brown, Ella conoció al manager de “Jazz on the Philarmonic”, Norman Granz, quien llevó su carrera a nuevos horizontes, elevándola como una estrella de talla mundial.
Fitzgerald se unió al tour de la “Jazz on Philarmonic”, trabajó con Louis Armstrong en varios álbumes, produjo su famosa serie de libros de canciones y colaboró con distintos personalidades del jazz como Cole Porter, Duke Ellington, Johnny Mercer, Irving Berlin, y los Gershiwns.
Hacia el final de su carrera, aquejada por el deterioro de su salud, su voz perdió la luminosidad que la caracterizaba, sin embargo, Ella Fitzgerald hizo lo que ninguna otra mujer de color había logrado en la música.
La “Primera Dama de la Canción”, como fue apodada, dotada con una voz de alto rango, poseía una técnica de perfecta elocución, grabó más de 200 temas, y dio más de 26 conciertos en el Carnegie Hall de Nueva York.
Ella Fitzgerald, indudablemente, la cantante de jazz más aclamada del mundo, murió el 15 de junio de 1996 en su casa de Beverly Hills, donde vivía recluida desde hacía tres años, cuando le fueron amputadas las piernas, a consecuencia de su diabetes, añade “Buscabiografias.com”.