Por: Hugo Carrizales Bravo / Maracaibo | Vía: Panorama.com.ve
El violinista zuliano habla de su dilatada trayectoria artística y proyectos en el exterior
Con simpatía y admitiendo que posee un sentido estético especial para ejecutar el violín, el zuliano Simón Augusto Gollo Delgado, de 31 años, habló vía telefónica con Facetas de su carrera y “fascinante” inicio artístico.
Como fundador del Festival y Academia del Nuevo Mundo realizado durante 12 años en Maracaibo, Simón Gollo ha obtenido múltiples reconocimientos. Es primer premio del Conservatorio de Música de Ginebra,Suiza, año 2002. Su carrera se destaca por su actividad en el repertorio de la música de cámara.
“Mas que el show y el espectáculo, es la forma de ver la música lo que me ha permitido trascender como violinista en el ámbito nacional y el exterior —confiesa el fundador y director artístico durante 12 años del Festival y Academia del Nuevo Mundo en Maracaibo—. Más que demostrar que toco bien el violín, que nunca ha sido mi intención, trato de enfocarme en el sentido estético y belleza de la música”.
Sin vacilar y con orgullo, habla sobre sus primeros años de formación en Suiza, y el profundo respeto que siente por los músicos Juan Belmonte, el maestro José Antonio Abreu, Gustavo Dudamel, y el fallecido Eduardo Rahn.
“Viví en Maracaibo hasta los 11 años, en el sector La Macandona, y pasé casi toda mi adolescencia en Suiza —cuenta el seguidor de Oscar D’ León, de 31 años—. Para costear mis estudios en el exterior —a pesar que estaba becado—, trabajé muy duro como distribuidor motorizado de medicinas, y llegué hasta limpiar pisos en las canchas de baloncesto. Pienso que esa etapa fue crucial en mi evolución personal, porque me ayudó a madurar, y a ver la vida desde otro punto de vista”.
Siendo el menor de ocho hermanos y el único músico profesional de su familia, jamás le ha temblado el pulso para tomar decisiones. Confiesa que en algún momento llegó a “matar tigritos” como cualquier estudiante de música, y que la fama y el reconocimiento no le quitan el sueño.
“Siempre he trabajado duro para alcanzar mis metas —dice el feliz padre de una niña de tres años—. Reconozco que mi mejor momento artístico no ha llegado, y que sigo luchando para que más niños se integren al Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, el cual integré en algún momento de mi vida y del que ahora soy docente en el estado Mérida.
Mi gran sueño es colaborar con organismos como la Unicef, y otras organizaciones destinadas a la protección de la infancia y la educación”.
Sobre su elogiado nivel artístico expone que está en plena proyección internacional, y que sus múltiples conciertos en Estados Unidos, Brasil, México, y Suiza, lo mantendrán durante casi seis meses lejos de Maracaibo, su tierra natal.
“Me da mucha alegría y satisfacción el presentarme en los grandes escenarios del mundo, y decir que vengo de Maracaibo —finaliza—. Eso significa que mi trabajo está siendo reconocido internacionalmente, junto con el nombre del Zulia”.