“Lucho muchísimo por dar a conocer la música venezolana… es mi manera de ocuparme del país”, señala la músico venezolana.
Por ANA MARÍA HERNÁNDEZ G. | Vía EL UNIVERSAL
La polémica entre las pianistas Gabriela Montero y Clara Rodríguez continúa. El pasado domingo 6 de abril apareció en El Universal una entrevista a Gabriela Montero, en la que el periodista le pregunta si tiene algo qué agregar a lo que Clara Rodríguez señala en su comunicado.
Montero dijo: “Yo no voy a ahondar en este tema porque creo que no es de mayor importancia. Lo que sí te voy a decir es que cuando una persona, sea quien sea, haga lo que haga, emite tuits a favor de un gobierno criminal y en contra de los manifestantes y estudiantes -muchos de ellos asesinados- y de la labor que están tratando de hacer, cuando tú emites un tuit eso es un mensaje público, y ahí cualquiera tiene el derecho a tener una opinión, y de alguna manera a contrarrestar lo que dices”.
Rodríguez envió un correo electrónico en el que comenta que ayer se cumplieron ocho días “del ataque de G.M. (Gabriela Montero) contra mí y no he dejado de recibir mensajes de odio y de amenazas de la más baja calaña”; y agrega con preocupación: “Me quieren destruir”.
Sobre lo que responde Gabriela Montero en esa entrevista, Clara Rodríguez es enfática: “Se contradice porque si no quisiera ahondar en ese tema lo ha debido dejar hasta ahí. Me culpa de decir que emito tuits a favor del gobierno ¡Esa es una calumnia y otra de sus falsedades! ¿Hasta cuándo va a seguir?”.
Sin rencores ni rivalidades
Ante esta situación, ayer mismo Clara Rodríguez conversó telefónicamente desde Londres para dar sus puntos de vista acerca de esta polémica.
De las amenazas señala que “se han calmado bastante. Haciendo el balance, he recibido más mensajes inteligentes y de solidaridad que mensajes de odio porque en realidad el venezolano verdadero, auténtico, lo que está buscando es una salida positiva, vivir en armonía, tener un país libre, de libres pesantes, tolerantes. Esa es la base del respeto. No vale de nada salir a dar batazos a diestra y siniestra con los ojos cerrados. Venezuela no es una piñata”.
Con Gabriela Montero, Clara no siente que existan rivalidades, pues “creo que cada una esté en su lugar. En mi caso, he luchado muchísimo por dar a conocer la música venezolana. Por ejemplo, una de las piezas de Teresa Carreño ha sido transcrita al braile, Venecia, y hay gente invidente que la está tocando acá en Londres. Son pequeños logros que tienen que ver con la música venezolana”.
También refiere cómo una obra de Antonio Estévez fue escogida para formar parte de los exámenes internacionales en países como Gran Bretaña, India, Australia, Estados Unidos, Malasia, Taiwán y China, precisamente gracias a la labor difusiva que ha tenido Rodríguez, incluso agrega que “ya la gente sabe quién es Federico Ruiz. Yo me ocupo de esas cosas y es mi manera de ocuparme de Venezuela, aunque no viva allá”.
No obstante, la pianista hace el esfuerzo, de su propio bolsillo, por ir al menos dos veces al año a Caracas, “y siempre estoy tratando de hacer cosas, inventando si es posible conciertos, festivales, llevando el piano. Lo hago con gran pasión y es que gran parte de mi tiempo está dedicado en pensar cómo ayudar a Venezuela. Acá los ingleses me conocen por eso, me llaman de la BBC para que hable de Venezuela. Acaba de salir una entrevista mía, y un vals de Ramón Delgado Palacios en la revista Pianist de este mes; y hay una crítica de la edición que hice de La Peruanita, una pieza de Federico Ruiz que ya la han tocado muchísimas personas por acá”.
Sobre el tema con Gabriela Montero, “le contestaría que se refiera al octavo mandamiento: no dirás falso testimonio ni mentiras. Más nada”.
Finalmente dice que una salida para el país es que “cada persona haga lo que le correponda de la mejor manera”.