Durante 15 años la Orquesta Sinfónica de Venezuela acompañó al Ballet Teresa Carreño en El Cascanueces, convirtiéndose en el espectáculo navideño por excelencia y tras dos años de pausa regresa con gran alegría y entusiasmo al escenario de la Ríos Reyna para interpretar magistralmente, la más hermosa música. No es raro que inicie funciones con cartel de agotado con una semana de antelación, dado el interés del público por este gran espectáculo.

Conversamos con el Maestro Alfredo Rugeles sobre sus impresiones respecto a las funciones de este año, que también serán maravillosas para el público que desde mañana sábado cuando se inicie la temporada, asistirá para revivir una vez más este ballet ideal para niños, jóvenes y adultos.
Evelyn Navas Abdulkadir, Prensa Orquesta Sinfónica de Venezuela
Alfredo Rugeles es un destacado músico caraqueño con más de 30 años de una sólida y reconocida trayectoria. Muy completo y versátil, pues sobresale como compositor de obras de cámara, sinfónicas, corales y electroacústica. Fundador de Número del Colegio de Compositores Latinoamericanos de Música de Arte y Miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea. Es Director Artístico del Festival Latinoamericano de Música. Su variada y brillante trayectoria como Director de Orquesta lo hace invitado frecuente de todas las orquestas de Caracas, del interior de Venezuela y de otros países del mundo, dirigiendo con gran éxito tanto el repertorio sinfónico y de ópera tradicional, como obras maestras del siglo XX y XXI.
OSV: Maestro, ¿Qué significa navidad para Usted?
AR: “La Navidad es momento de recogimiento, reflexión, recuerdos, examen de conciencia y tiempo para pensar en proyectos para el nuevo año. También es aprovechar la ocasión para desear mucha Paz y Alegría a todo el mundo, a pesar de los tiempos que estamos viviendo”.
OSV: ¿Por qué El Cascanueces es el clásico navideño por excelencia?
AR: “Se ha convertido en una bellísima tradición y el montaje del Ballet Teresa Carreño, con la excelente coreografía de Vicente Nebrada. ¡Es una maravilla! Es un espectáculo lleno de luz, alegría y buen gusto. Sencillamente grandioso”.
OSV: ¿Cuándo fue la primera vez que lo oyó o disfrutó del ballet El Cascanueces? ¿Qué es lo que más le gusta de El Cascanueces?
AR: “Creo que fue hace 18 años cuando se hizo por primera vez. Lo que más me gusta es su colorido, su variedad, su originalidad. Realmente es brillante. La música de Tchaikovsky es sencillamente bellísima y espectacular. Muy completa y original y una de sus composiciones más interpretadas en todo el mundo”.
OSV: ¿Qué pueden esperar los asistentes de estas funciones?
AR: “Un espectáculo muy completo, lleno de fantasía, buena música, un gran orquesta, la OSV, y excelente cuerpo de baile, el Ballet Teresa Carreño. Algo para el disfrute y esparcimiento de grandes y chicos”.
OSV: ¿Habrá alguna sorpresa, alguna variante o qué elemento será diferenciador en esta ocasión?
AR: “En este caso, la variante es que habrán dos directores compartiendo el podio. En este caso, mi alumno y asistente, el maestro Régulo Stabilito, a quien recomendé para dirigir las funciones alternativas de este ballet. Es decir, Stabilito dirigirá 6 y yo las otras 6 de las 12 funciones que se presentarán durante esta temporada”.
OSV: Con dos directores diferentes, ¿Se ponen de acuerdo entre ustedes para abordar a El Cascanueces? ¿Será igual a efectos del público cualquiera de las funciones con ambos?
AR: “Por supuesto, nos hemos puesto de acuerdo en cuanto a los diferentes tempi de la música, de cómo marcar ciertos compases para la claridad de la orquesta, ya que los bailarines necesitan diferentes velocidades según su cuerpo y coreografía. Eso necesita siempre un ajuste y creo que lo estamos logrando y coordinando con el ballet. En todo caso, para el público siempre será distinto, tal cual como sucede en la ópera, en que las funciones siempre cambian de ambiente y de tiempos de acuerdo al estado de ánimo de los cantantes o energía de los bailarines, en este caso. Inclusive de nosotros mismos como directores, la versión siempre será diferente. Nadie es máquina y todos somos seres humanos susceptibles a cambios de ánimo frecuentes. Por tanto, cada función será un reto distinto”.
OSV: ¿Qué significa para Usted dirigir a la Orquesta Sinfónica de Venezuela y sobre todo con este regreso de la OSV al ballet El Cascanueces?
AR: “Dirigir a la Orquesta Sinfónica de Venezuela es para mí un gran privilegio y ¡un honor! Verdaderamente es una gran orquesta y además tiene la experiencia de haber interpretado El Cascanueces bajo la batuta de grandes Maestros como Raphael Jiménez y Rodolfo Saglimbeni en muchas oportunidades. Por tanto, conocen la obra muy bien y son muy flexibles a nuestras batutas. Les auguro un gran éxito en este nuevo montaje que ya se ha convertido en una tradición decembrina”.