PRESNSA OSL | Oswaldo Rodríguez
La versatilidad técnica en la ejecución del concierto para violín y orquesta en sol menor Nº1 de Max Bruch, y la sensibilidad manifiesta en las tres piezas pertenecientes a la banda sonora de la película “La lista de Schindler”, compuesta por John Williams, hicieron del concierto ofrecido por el violinista Eddy Marcano junto a la Orquesta Sinfónica de Lara, bajo la conducción del Maestro Tarcisio Barreto Ceballos, una noche emotiva y plenamente disfrutada por los presentes.
Tal y como es costumbre, la salida al escenario por parte de nuestra principal agrupación sinfónica, se dio con la puntualidad que le caracteriza acompañada de su concertino de esa noche, el profesor Ángel Eduardo Montesinos, quién procedió a la afinación de rigor. Elegantemente ataviada, la dupla Marcano-Barreto se abrió paso entre los aplausos de los presentes para dar la bienvenida al solista invitado quien se dispuso a la interpretación en primera instancia de las obras de Williams. La evocación no se hizo esperar, la melodía de ribetes melancólicos y trágicos traían a la memoria los pasajes más cruentos del film escrito por Spilberg y laureada con la estatuilla de la academia en el 93. Los incisivos cromáticos sobre las apoyaturas presentes en el fraseo llevado por Marcano hicieron gala de su musicalidad y lógica interpretativa que rápidamente impregnó de su carácter.
La ejecución del Bruch, firme y muy segura en la exposición del primer tema presentó una lectura muy minuciosa de la obra, la cual a juicio de Marcano “le une una gran carga emotiva”. La certera mano de Barreto llevó a Marcano a tejer muy tupidamente el trazo de su interpretación. Seguridad de los tiempos y una resolución de las cadencias con gran versatilidad. A los aplausos del público, Marcano respondió obsequiando un pajarillo y posteriormente el vals “Admiración” de Luis Laguna, repertorio que conforman los pilares de su desempeño artístico más allá de nuestras fronteras.
Breve receso para ajustar la rotación orquestal y así dar paso a la última obra del concierto: “Un americano en Paris” de George Gershwin. La riqueza tímbrica en la fila de maderas y metales, una contundente percusión se hicieron presente en la sonoridad alcanzada por Tarcisio Barreto en esta particular obra cargada de un lenguaje moderno y de aires jazzísticos. Dominio por parte de los solistas de fila a lo largo de la obra permitieron una clara definición de los distintos motivos propuestos por Gershwin. Tres salidas por parte de Barreto a los aplausos del público que cerraron otro especial Jueves de Concierto.
Foto: Eddy Marcano, Tarcisio Barreto y la Orquesta Sinfónica de Lara.