“Comenzó en Venezuela con el maestro José Antonio Abreu (fundador del Sistema de Orquestas Infantiles)”, dijo a EFE.
Al director de la escuela y coro infantil del Teatro de la Opera de Roma, el argentino Jose María Sciutto, se le iluminan los ojos cuando habla de Latinoamérica, pues asegura que “allí la música vive un milagro” con las orquestas juveniles.
En una entrevista con EFE en el teatro romano donde enseña a 200 niños, reconoce la buena labor de los italianos para llevar la música a los pequeños, pero que en Latinoamérica “se está haciendo mucho y muy bien”.
“En América Latina hay un milagro. Comenzó en Venezuela con el maestro José Antonio Abreu (fundador del Sistema de Orquestas Infantiles) que dio un sentido social a la música al presentar a los chicos que viven en ambientes difíciles otra perspectiva”, explicó Sciutto.
Nacido en Junín, Sciutto es un referente en Italia, por su innovador método de aprendizaje de música para niños, y como director de orquesta y de coro invitado ha recorrido y recorre aún el mundo, sobre todo Latinoamérica.
Es uno de los grandes defensores de la fuerza de la música como valor social, por lo que también es director artístico del programa “Música para la Paz” de Naciones Unidas
“A un chico a quien le ponen a estudiar violín, tiene que ordenarse intelectualmente y adquiere otros valores”, explica Sciutto, que hace hincapié en el dato de que en “Venezuela hay medio millón de chicos que cantan o tocan en una orquesta”.
Pero no es sólo Venezuela, pues “Latinoamérica ha tenido una evolución musical muy grande”, reconoce Sciutto, quien cuenta cómo el fallecido director de orquesta italiano Claudio Abbado sentía “una verdadera admiración por América Latina adonde viajaba siempre que podía” para ponerse a la batuta de alguna de sus orquestas.
Sciutto explica que también en Costa Rica, donde trabajó durante años, “la orquesta sinfónica juvenil, que también es una escuela de música, tenía un nivel increíble y en el país existen muchísimas orquestas de chicos”.
Pero este incansable maestro afirma que “aunque en América Latina se está haciendo mucho, aún hay mucho para hacer” y explica que está trabajando en un proyecto para crear una red de escuelas de canto coral en Argentina”.
“Tengo la gran ilusión de hacerlo en mi país. Crear una red de formación de directores de coro con este sistema pedagógico nuevo y una red de coros de niños”, afirma.
Llevar un poco de su experiencia italiana a su país, ya que “Argentina está muy presente en Italia”, bromea Sciutto al recordar que este domingo, por ejemplo, la televisión pública italiana, RAI, transmitirá en directo el Ángelus del también argentino papa Francisco y a continuación el concierto de Navidad que dirigirá él en el Senado italiano.
A Argentina quiere llevar su concepción pedagógica de enseñanza de la música que consiste en que “los chicos aprendan con un método global en el que la lectura de la música, la impostación de la voz o cómo sincronizar varias voces todo se hace con la música y no empezando con el solfeo y la teoría”.
“Lo importante es que el chico haga música desde el primer día, con coro o instrumentos y así se llega a leer música en poco tiempo. Los niños van cantando obras mientras empiezan a leer música. Esto estimula mucho a los jóvenes”, argumenta.
Pero Sciutto enseña sobre todo que “la música o el canto no puede ser sólo una distracción o un momento de diversión. Tiene que ser algo lúdico, pero tiene que tener un sentido formativo”.
Por ello, con el programa de la ONU, “insistimos en que llegue a los niños la posibilidad de aprender la lectura de la música porque es una forma de alfabetización, pues lleva a un desarrollo intelectual de los chicos”.
Al maestro argentino le gusta definir cantar en un coro o tocar en una orquesta como “una escuela de democracia”.
“El tener que trabajar en equipo da un criterio del mundo a estos chicos, les enseña a colaborar, la solidaridad y esto es muy importante”, es el mensaje que transmite el director argentino a sus chicos.