Nesyerling Valera- Prensa SRCOJIF
Bajo la dirección musical del Maestro Rubén Capriles, este viernes 04 de julio a las 7:30 de la noche en el Teatro Armonía de Coro, la Orquesta Sinfónica de Falcón presenta un concierto, donde interpretarán “Profanación” de la Sinfonía No. 1 Jeremiah del compositor Bernstein, Preludio al Primer Acto de Lohengrin de Wagner y la Sinfonía No. 1 en Do Menor de Brahms.
Para el director musical venezolano, Rubén Capriles, este repertorio inicia con la ejecución de un movimiento que forma parte del la Sinfonía N° 1 del compositor Bernstein, la cual lleva por nombre Jeremiah, “se trata de una obra que la identifica con su procedencia hebrea, comenzándola a trabajar en 1939 partiendo de un movimiento que él escribe para una Soprano, inspirado en el libro de las Lamentaciones de Jeremías”.
La sinfonía consta de tres movimientos, Profecía, Profanación y Lamento, “nosotros vamos a interpretar el segundo que es Profanación, por ser el más orquestal, que se refiere a la profanación que hacen los babilones en el Templo de Jerusalén y tiene como tema central un cántico hebreo; es una obra que tiene mucha vida rítmica, muchos compases compuestos y funciona como una preciosa obertura para este concierto”, dijo el maestro Capriles.
Asimismo, la orquesta Sinfónica de Falcón ejecutará el Preludio a una obra temprana de Wagner, destacando el director Capriles que “esta obra es un ciclo dedicado a todo lo que es la cultura Caballería alemana Medieval, denominada el Lohengrin, la cual se considera como muy atractiva para la parte orquestal y es una de las obras cuyo fragmento es el más tocado en conciertos; se caracteriza por una gran melancolía y cierta espiritualidad que es introducido en el canto de inicio de la obra por los violines en su tesitura aguda, un hermoso contraste con lo que es la parte viva que la orquesta ejecuta en la primera obra”.
Como obra de cierre, los músicos de la Sinfónica de Falcón interpretarán la Sinfonía N° 1 en Do Menor de Brahms, “es una obra sumamente madura del compositor, él dedico 21 años a la preparación de esta sinfonía, en la tonalidad Do Menor, la misma de la quinta sinfonía de Beethoven, donde Brahms hace mucho parentesco con esta obra tanto en la estructura como en los tiempos de elementos temáticos que la hacen identificable con Beethoven; es una sinfonía de gran escala con un movimiento y una introducción muy dramática y termina con un allegro, luego sigue un movimiento melancólico que presenta como solista al Oboe, al Concertino de la Orquesta y al Clarinete, continúa con un tercer movimiento muy refrescante inspirado en la tradición del scherzo Beethoveniano pero con un signo binario que le da más tranquilidad y culmina el cuarto movimiento nuevamente con un drama; es un programa muy especial esta semana con la cual la Orquesta inicia el ciclo de cierre de temporada”, expresó Rubén Capriles.