Aunque ya son muchas las orquestas que tienen una cuenta en Twitter, todavía es fácil ver en sus timelines que el uso que hacen de esta poderosa herramienta de marketing no está a la altura de las posibilidades de esta red social. Es muy loable el esfuerzo que hacen por publicar varios Tweets al día informando a su público de futuros conciertos o para decir que ha empezado la segunda parte del concierto de turno con el solista invitado de la semana. Incluso algunas de ellas interactúan con sus seguidores o publican críticas que pueden ser encontradas en algún periódico local o nacional. ¿Pero qué puede hacer una orquesta para sacar más partido a su presencia en Twitter?
Lo que me llama poderosamente la atención es que muy pocas orquestas usan Twitter para realizar encuestas entre su público o pedir feedback sobre qué les ha parecido un concierto, un director o su solista de la semana. Esto puede ser sin duda al miedo que produce una mala opinión y su posible reacción en cadena en las redes. Quizás también a la “unidireccionalidad” inherente al sector donde la orquesta toca y el público escucha. En Twitter debe ser al revés. La orquesta debe escuchar a su público y debe cederle la batuta. Al menos de manera virtual.
Twitter es una red muy viral que expone a cualquier empresa o persona que esté en ella a una crisis de reputación online producida por comentarios negativos o reacciones contra nuestros intereses. Pero no nos engañemos: esto puede producirse también aunque no pidamos opinión sobre cómo lo estamos haciendo. El hecho de hacerlo, humaniza nuestra orquesta y la pone al servicio de su público, que es a lo que cualquier institución cultural debería aspirar. Y ese es el mejor marketing posible.
No cabe duda que la ventaja de Twitter respecto a las otras redes sociales es que es completamente pública. Esto significa que una de las mejores utilidades que tiene es, incluso por encima de interactuar con los usuarios, poder escuchar todo lo que ocurre en una red que cuenta con más de 200 millones de usuarios. La información estratégica que se puede extraer de una escucha activa en Twitter, puede ser fundamental para el sector a la hora de elaborar nuevos productos culturales que puedan atraer más público a las salas y así garantizar la llegada de ayudas públicas y sponsors. Una orquesta sin público, es una orquesta sin apoyo institucional o privado.
Por supuesto que la interacción con sus seguidores es otra de las características que hace de Twitter una herramienta atractiva para una orquesta, creando una relación que rompe la distancia que impone una sala de conciertos con los músicos que tocan en ella y su público. Músicos que deberían formar parte de la estrategiade la organización en Twitter para poder ser más efectiva en esta tarea de interacción.
Conseguir visibilidad e informar al público de conciertos, críticas y futuros proyectos, son dos de las acciones más populares de las orquestas en Twitter, pero si no se realizan dentro de un plan muy estructurado, se convierten fácilmente en acciones destinadas a conseguir aumentar el número de seguidores, y este es un gran error en los medios sociales. Sin duda tener usuarios que te siguen es importante para ganar visibilidad y proyección, pero esto sólo se consigue si esos usuarios están comprometidos con nuestra marca y el contenido que les ofrecemos es interesante para ser compartido. Y esto ocurre bastante menos de lo que cabría esperar.
Por todo ello es muy importante contar con un plan de medios sociales profesional que nos de las pautas a seguir en una red social como Twitter o en cualquier otra en que la orquesta tenga presencia. ¿No te parece que una orquesta podría conectar mucho mejor con su público a través de Twitter? ¿Te ha preguntado alguna vez una orquesta que les digas qué concierto, director o solista te gustó menos? ¿Crees que habrá muchas orquestas que compartan este post en Twitter?.