El compositor venezolano ganó recientemente el Concurso de Composición Musical USB 2017 con su obra “Perséfone o el rapto iniciático de lo inconsciente”.
Por Ana María Hernández Guerra | @amhg_periodista | ESPECIAL PARA VENEZUELA SINFÓNICA
Cuando Andrés Ignacio Level, mejor conocido como Andrés Levell, se enteró de que había sido el ganador del Concurso de Composición Musical USB 2017 con su obra “Perséfone o el rapto iniciático de lo inconsciente”, se sintió muy honrado: “Es un grandísimo honor para mi recibir esta noticia. En medio de tiempos tan difíciles, ganar este concurso, es una hermosa confirmación de la vida, de que sigue teniendo sentido componer e imaginar sonidos. A veces el camino del compositor es un transitar la noche a ciegas, confiando plenamente en esa luz-sonido interior. Más aun cuando la noche alrededor es tan oscura”.
El veredicto fue dado a conocer el pasado martes 16 de mayo, cuando las maestras Adina Izarra y Diana Arismendi, en compañía del maestro Mirtru Escalona-Mijares seleccionaron por unanimidad la obra que el compositor y pianista había presentado con el seudónimo Plautenio Sublimatio.
A juicio del jurado, se destaca su “altísimo nivel profesional y creativo, la coherencia en su discurso y un lenguaje osado y original. Es notable el logro en las secciones de transición”. De igual manera se valoró el exitoso trabajo tímbrico empleado por medio de técnicas instrumentales expandidas, “todo esto apoyado en una notación clara y representativa de la intención musical”, reza el comunicado.
Como premio, Levell recibe un diploma y un premio en metálico, además de que la composición será estrenada por el Ensamble de Música Contemporánea Simón Bolívar en su temporada de 2017, y pasará a formar parte del Patrimonio Cultural de la USB.
“Recibir este premio es verdaderamente un honor muy grande, tomando en cuenta además el altísimo nivel que hay actualmente entre nuestros compositores, aunque el público todavía no ha tenido la oportunidad de escucharlos, pero sé que muchísimos también merecían este premio –señaló Levell-. ¡Que la creación nunca se detenga!”.
No es la historia sino el arquetipo
Andrés Levell explica que el título, “Perséfone o el rapto iniciático de lo inconsciente” hace referencia al conocido mito griego en el cual se narra cómo Hades se enamora de la bella Perséfone, y en su deseo de convertirla en reina, se la lleva al inframundo.
“Es la gran transformación de doncella a reina. Me interesaba esa historia, pero más que el mito como historia, el valor simbólico en tanto que transformación. Una transformación forzosa. Por eso, no quería hacer una representación de la historia a nivel narrativo, sino el arquetipo, las lecturas múltiples. Utilizo el término de lo inconsciente para referirme al inframundo, surgen pulsiones de raptos y transformaciones, el inconsciente como fuerza telúrica, como estado latente que está en el olvido por fuera de nuestra conciencia normal”, agrega.
Acerca del lenguaje de la obra, detalla que hay como una especie de cristalización de lo que ha sido su proceso creativo en los últimos seis años.
“Al comenzar 2011, retomé la composición, porque había pasado por un proceso de crisis, como que había dejado de componer. Fue un nuevo proceso, un cambio de lenguaje y profundización de los aspectos técnicos, que van creciendo o madurando, y es tratar de ir a la esencia en ese sentido. En la obra hay un despliegue, un uso de texturas, un amplio rango de técnicas extendidas”, puntualiza Andrés, y da como ejemplo las sonoridades que obtiene al utilizar las cuerdas del piano, “que no son las clásicas, ya son parte del lenguaje contemporáneo. Sin embargo, a nivel estético no está hecha en lenguaje hipercontemporáneo europeísta, es sincrético, amable para el público, combina elementos e influencias de Sagrado Familión, basado en la improvisación relacionada con el cuerpo. A nivel estético he buscado un lenguaje, que sin que busque ser comercial, no sea áspero y difícil”.
El músico defiende su idea señalando que en esta nueva estética de su obra la música puede ser más cercana a los oyentes, y analiza que lo que ha pasado con la música contemporánea es que se ha alejado de los sonidos, “buscando una pureza. En este caso me interesa el sonido relacionado con el cuerpo, pero que no es ni folclórico ni latinoamericano, aunque tiene cosas. También hay ritmos venezolanos, aunque la referencia no es literal”.
“Perséfone” fue concebida para sexteto de flauta, clarinete bajo,violín, violonchelo, piano y percusion (vibráfono, platillos, gong).
Levell comenta lo que hizo durante el tiempo que no estuvo componiendo.
“Fue como una crisis espiritual, pude replantearme muchas cosas, estuve escribiendo mucho, losCuadernos de Urumaco aun en preparación, en el proceso de decantar muchas cosas. Me planteaba por qué escribir, y si tiene sentido seguir anotando notas sueltas en partituras, si sirven para algo, tratar de desprenderme de muchas cosas que uno empieza a ir arrastrando, depurar el estilo, aunque no me gusta la expresión porque creo que hay muchas más cosas involucradas allí. Así estuve en los años 2008, 2009, 2010, esa etapa. Luego quise retomar, y estuve encerrado, prácticamente como un ermitaño, componiendo, redescubriendo ese placer y aunque no se hayan resuelto las crisis, me di cuenta de que tengo que seguir haciendo”, enfatiza.
Sobre Cuadernos de Urumaco define que se trata de una mezcla de géneros, una “novela abierta que es bastante poética y tiene reflexiones metafísicas, cosas que tienen que ver con procesos internos, con esquemas arquetípicos. Tengo como 12 años trabajando en ese libro”.
Seguidamente se anima a indicar que este premio lo alegra particularmente porque coincide con la muestra que actualmente tiene su papá, el artista plástico Javier Level, en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, titulada Espejos de Inframundo.
“Él también tenía un periodo de silencio, que no había expuesto, y me encanta que esté la posibilidad de mostrar nuestro trabajo y hacer notar cómo están vinculados, es maravilloso desde el punto de vista personal y familiar”, y subraya además la coincidencia del “inframundo”: “En la obra de mi papá está presente la belleza del inframundo y su significado más allá, como una zona oscura, terrible, que vaya más allá de lo simbólico. Las posibilidades del inframundo y todas sus posibles manifestaciones en la realidad, todo eso ha sido una gran influencia para mi trabajo, y la obra de los dos está relacionada de raíz, pensada en conjunto y creando desde el mismo lugar”.