El veteranísimo y reverenciado maestro austriaco Nikolaus Harnoncourt (1929) ya había grabado hace un par de décadas las sinfonías de su paisano Franz Peter Schubert con la Orquesta de Cámara de Europa para el sello Teldec. Pues bien, ahora –en plena madurez (una madurez llena de sorpresas y experimentaciones insospechadas)-, el director que fue veterano en la interpretación de música antigua con instrumentos de época, vuelve al romántico Schubert para ofrecer unas interpretaciones renovadas y mejoradas. La orquesta con la que lo ha hecho, en concierto, es la fabulosa Filarmónica de Berlín, que ha aprovechado para grabar en vivo en su sala de conciertos todas esas actuaciones con Harnoncourt, para publicarlas en su propio sello discográfico: Berliner Philharmoniker Recordings. El resultado es una caja de ocho discos de auténtico lujo –por presentación, sonido y contenido- similar, aunque de más enjundia aún, a la caja con las sinfonías de Schumann dirigidas por Sir Simon Rattle, que fue el primer lanzamiento del sello. Ocho son los discos de la caja porque ésta contiene no sólo las ocho sinfonías del popular compositor austriaco, sino también sus monumentales dos últimas misas (con el sensacional Coro de la Radio de Berlín) e, incluso, la bella ópera “Alfonso y Estrella”, que también había grabado Harnoncourt in illo tempore. Tanto para la ópera como para las misas, se contó con un elenco de solistas (con muchos elementos en común) con nombres tan prestigiosos como los de los tenores Jonas Kaufmann y Kurt Streit, las sopranos Luba Orgonasová y Dorothea Röschmann, la mezzo Bernarda Fink o el barítono Christian Gerhaher.
Como se ve, la propuesta es del máximo interés musical. Pero, como producto, también lo es: la gruesa caja y sus ocho cedés vienen acompañados de un grueso libreto apaisado con más de un centenar de páginas con todos los textos (en alemán e inglés), un Blu-Ray que contiene todo el audio reproducible en equipos de sonido envolvente (5.0), más una entrevista con Harnoncourt en vídeo de 38 minutos, más un código para la descarga digital de los contenidos, y –más todavía- un abono de siete días de regalo para el palco digital de la Filarmónica de Berlín, que es uno de los más valorados de toda la red, sino el que más. Y todo a un precio que, aunque abultado, si se divide entre todo el contenido ofrecido, resulta de serie media. El único inconveniente es que no tiene distribución en nuestro país, que sepamos; pero puede adquirirse directamente, con gastos de envío razonables, en la tienda de la página web de la orquesta: https://shop.berliner-philharmoniker.de/harnoncourt-schubert-edition.html.
Desgraciadamente para ella, este suntuoso lanzamiento coincide con el del último disco de la Orquesta Nacional de España, mucho más modesto, también en su propio sello. Cuenta, eso sí, con la baza de estar dirigida por otro de los grandes veteranos del historicismo: el holandés Ton Koopman, que consigue pulir al máximo una agrupación de cuerda que, en comparación con la Filarmónica de Berlín al menos, es dura. Aun así, la interpretación de la Sinfonía Incompleta de Schubert no pasa de lo correcto, sin la garra que obra tan comprometida requiere; mejor está la cosa en los movimientos centrales de la Sinfonía nº 5 “de la Reforma” de Mendelssohn, que completa el álbum. Elogios sin paliativos para la toma sonora y denuestos sin fin para la monísima pero absolutamente inútil e incómoda presentación.
Reediciones discográficas.
Como decíamos la semana pasada a propósito del doble compacto de las “Variaciones Diabelli” por el pianista italiano Paolo Vincenzi, la interpretación que hoy traemos de “Carmina Burana” de Carl Orff no es sino otra más de las muchísimas que hay grabadas de esta obra. Pero en un segundo disco viene el resto de “Trionfi”, porque resulta, y esto no es demasiado conocido, que “Carmina Burana” es tan sólo la primera parte de una trilogía de cantatas profanas en latín, por llamarlas así; las otras dos son “Catulli Carmini” y “Trionfo di Afrodite”. Las tres en un doble cedé de Brilliant Classics que reedita grabaciones de los años setenta procedentes de la casa alemana Edel, con los dos mejores coros de aquella nacionalidad –los de las radios de Leipzig y Berlín- y la Orquesta Sinfónica de la Radio de Leipzig dirigida por Herbert Kegel, especialista en música del siglo XX. Aunque también grabaron los trionfi completos Eugen Jochum (Deutsche Grammophon) y Franz Welser-Möst (Emi), ésta, al ser tan baratita, es la opción perfecta para conocer las otras dos partes de “Trionfi”, que están tan a la sombra de “Carmina Burana”.
Agenda de conciertos.
En este caso nos toca irnos hasta Granada. Hoy entran en la semana final de su Festival Internacional de Música y Danza, muy poco lucido este año, y lo hacen con la principal orquesta invitada: la Orquesta de París. Actúa dos días: el viernes 3 de julio dirigida por el finlandés Jukka-Pekka Saraste y el domingo 5, por el catalán Josep Pons. Aunque el concierto realmente bueno, que pasará desapercibido probablemente, es el del día siguiente, lunes 6, en el Patio de los Arrayanes: La Grande Chapelle dirigida por Albert Recasens tocará música española del Renacimiento en un programa titulado “El gran Tendilla”, en oportunísima conmemoración del V centenario de la muerte de Iñigo López de Mendoza, segundo conde de Tendilla y primer alcaide de la Alhambra.