El maestro Rodolfo Saglimbeni asegura que el arte multidisciplinario vive una buena época en el país. Para los artistas, sin embargo, las temporadas no son suficientes. El Teatro Teresa Carreño reestrenará Tosca desde mañana
Vía: www.el-nacional.com | Mª ANGELINA CASTILLO
La ópera existe en ese lugar donde las pasiones humanas revientan. Es donde habita el amor condenado a no ser, la traición y la muerte; los deseos de poder. Donde confluyen la música, el libreto, el canto y la puesta en escena.
Venezuela es un país de tradición operística, desde finales del siglo XIX, con la apertura del Teatro Caracas, al que siguieron otros como el Teatro Municipal, restaurado recientemente, y el Teatro de la Ópera de Maracay, al que aún le deben su rehabilitación.
Dramas como La Traviata, La Bohème, Madame Butterfly y la comediaGianni Schicchi, entre muchas otras, han tenido sus temporadas. A partir de mañana será el turno de Tosca, obra de Giacomo Puccini que regresa al Teatro Teresa Carreño, donde en 2014 se realizó la gala Somos Venezuela con piezas de compositores nacionales como Gerardo Gerulewicz y José Ángel Montero.

Para algunos, estos ciclos son reflejo de un gran momento para la ópera en el país. “Tiene muchas etapas, pero hay dos importantes: la del Teatro Metropolitano y del Teatro Teresa Carreño, que le da un impulso a la ópera moderna. Y después, con la gestión de Jorge Rodríguez, la recuperación del Municipal y otros 23 teatros ha habido una ganancia”, dice el maestro Rodolfo Saglimbeni.
Con la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas, que dirige actualmente, está a cargo del ciclo Ópera en el Municipal, que ya lleva cuatro temporadas. “El año pasado tuvimos que abrir nuevas funciones de Tosca. Con La Traviata se quedó gente fuera del teatro. Para otra pieza planteamos tres funciones y terminamos haciendo ocho. Más que un resurgir de la ópera, nos hemos organizado para generar alternativas a los cantantes líricos venezolanos”, afirma el director. Agrega que también el Teatro de Chacao y escenarios en Maracay, Barquisimeto y San Cristóbal se han sumado al esfuerzo.
La producción de una ópera implica altos costos: detrás de un cantante pueden estar 70 músicos en el foso, 80 integrantes en el coro, 25 tramoyistas… Pero esto no es inconveniente para Saglimbeni: “No nos hemos amilanado. Nos hemos reinventado para buscar auspicios”. Afirma que cuentan con el apoyo de la Alcaldía de Libertador a través de Fundarte, de Fundapatrimonio, el Banco Central de Venezuela y embajadas de países como España e Italia. “Más que dinero, hay que tener creatividad”, finaliza.
Formación lírica. Gaspar Colón, quien protagonizará Tosca junto con Mariana Ortiz, se alegra del crecimiento de la lírica, aunque cree que no es suficiente. “En Venezuela hay talento vocal y orquestas como para hacer temporadas mucho más extensas”, dice.
El barítono indica que el cantante lírico cuenta con grandes maestros en el país. Y menciona a Elio Malfatti, Isabel Palacios, Margot Pares Reyna y Sara Catarine. “Puedes formarte exclusivamente aquí y contar con sólidos elementos para ser cantante en cualquier parte del mundo”.
Colón afirma que si bien en una época las producciones eran protagonizadas por artistas extranjeros, es una situación que ha cambiado. Sin embargo, no pierde de vista las dificultades: “Siempre hay menos óperas que cantantes dispuestos a interpretarlas. Ahí empieza una competencia profesional que hoy en día es dura, pues los niveles son altos”.
Tosca
Sala Ríos Reyna, Teatro Teresa Carreño
Funciones: del 23 al 26 de julio
Entrada: entre 150 y 400 bolívares