La agrupación interpreta piezas de de Copland, Bach, Mascagni, Tchaikovsky y Zyman; presenta a los primeros titulados en la Licenciatura instrumentista; su reto es forjar a las futuras generaciones
A cinco lustros de la creación de la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh) las nuevas metas que se ha planteado su director, Eduardo García Barrios, es formar a músicos profesionales que puedan ingresar a las mejores orquestas sinfónicas del país y del extranjero; la transformación de los contenidos tanto del lenguaje musical como de la historia de su repertorio; así como vincularla con el Movimiento Nacional de Agrupaciones Musicales Comunitarias y fundar una escuela de nivel medio y superior con el objeto de forjar a las futuras generaciones de la agrupación.
“Queremos que haya un vínculo entre la orquesta y el Movimiento Nacional de Agrupaciones Musicales Comunitarias, es un proyecto que vamos iniciando, que consiste en indagar cómo ir acercando a los jóvenes de Licenciatura Instrumentista hacia el trabajo de base, que son las orquestas comunitarias. Además, tenemos el reto de formar la escuela nivel medio y superior donde podríamos a empezar a forjar a las futuras generaciones de la orquesta escuela, estamos planificando la apertura”, señaló en entrevista con La Razón, García Barrios.
Con estos nuevos retos, la orquesta integrada por jóvenes de 17 a 30 años, hoy festeja su 25 aniversario con un concierto gratuito en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes a las 19:00 horas, cuyo programa incluye piezas de Copland, Bach, Mascagni, Tchaikovsky y Zyman.
Como participantes especiales la agrupación contará con la presencia de su director fundador de la orquesta, Fernando Lozano y del flautista Horacio Franco.
Se trata de un festejo doble en el que también se darán a conocer a los primeros ocho jóvenes que se titulan en la Licenciatura Instrumentista y a los primeros 12 que han culminado los créditos de este programa académico.
“Celebramos dos cosas, por una parte, los 25 años de este grupo musical que ha tenido una larga historia de éxitos, y por otra, estamos presentando los primeros resultados de una reestructuración que se ha venido haciendo en esta orquesta juvenil, convirtiéndola en una escuela de formación musical bajo un modelo alternativo que es único en el país, el Programa Orquesta Escuela”, detalló el también coordinador del Sistema Nacional de Fomento Musical.
A ocho años de que el pedagogo y director musical Sergio Ramírez Cárdenas diseñara un nuevo modelo encaminado a que la Orquesta Escuela Carlos Chávez imprima un sentido formativo, educativo, académico y pedagógico, ésta se ha ido consolidando con un programa en el que los alumnos reciben una formación ciento por ciento práctica. Los músicos trabajan 20 horas a la semana juntos.
“A los jóvenes los consideramos artistas en formación. Tienen una doble carga de trabajo artístico, presentan conciertos y recitales. Los estamos formando en la práctica misma con el enfrentamiento con diferentes públicos ahí radica un poco la diferencia con el sistema tradicional, es una alternativa más para los jóvenes”, destacó García Barrios.
Señaló que apartir del nuevo modelo educativo que diseñó Ramírez Cárdenas y un nuevo proyecto la agrupación dejó de estar sólo dedicada al trabajo artístico y la orquesta se convirtió en su hábitat.
“Hace dos años por una encomienda del titular del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, fuimos reestructurando el trabajo de tal manera que hubiera un balance entre la vida artística y su vida académica. ¿Qué fue lo que hicimos?, darle un gran peso a la parte académica a las clases mismas”, indicó.
A partir de esta visión se formaron las academias instrumentales, los claustros colegiados donde los maestros discuten, analizan, ven la metas y plantean la forma de evaluar.
Otro elemento que incluido ha sido que la orquesta sinfónica, al mismo tiempo, pueda convertirse en un ensamble de chelos, de percusiones, ensambles mixtos.
Parte de estos logros los darán a conocer al público en el concierto, ya que tienen preparado un arreglo para marimbas del Intermezzo de la caballería rusticana, de Máscagni, que originalmente es para cuerdas y maderas.
También interpretarán obras para cámara y música barroca, es decir, debido a su especialidad, la agrupación se dividirá en ensambles de piano, arpas, maderas, metales y percusiones, con el objetivo de exhibir el entrenamiento integral que reciben, así como divulgar repertorios para cada especialidad instrumental.
Durante el evento se contará con la participación de agrupaciones artísticas del SNFM, como el Coro Sinfónico, el Ensamble Escénico Vocal y la Banda Sinfónica Comunitaria de Texcoco.