Un joven estudiante desarrolló un sistema de autónomo que puede generar música a partir de conocimientos teóricos previos.
Un estudiante de tecnología musical del Instituto de Tecnología de Georgia, en Estados Unidos, desarrolló un sistema de inteligencia artificial que puede generar música a partir de conocimientos teóricos previos. Es un experimento que explora la posibilidad de tener robots como acompañantes musicales en bandas u orquestas.
Mason Bretan toca la batería, teclado y guitarra mientras un robot llamado Shimon escucha los sonidos y después genera música en una marimba utilizando sus conocimientos acerca de teoría del Jazz e improvisación. Al tiempo, un trío de pequeños robos genera coreografías basadas en un análisis de la composición musical y sus propias habilidades; que después complementan con sus propios sonidos.
Bretan creó los algoritmos en estos robots para que pudieran lograr una pieza musical completa de 6 minutos. Solo tiene que darles la progresión armónica con la que tocará los instrumentos para que ellos puedan seguirle la pista. Con su proyecto espera probar que las máquinas también pueden ser artísticas, creativas e inspiradoras. Busca fijar el estándar musical que espera que los robots alcancen algún día.