Vía: ABC.es |
La ópera regresará a escena en Santander con un ciclo de recitales en el CASYC que recorrerá las distintas voces del género, una cita tanto para aficionados como para nuevos públicos que tendrá al venezolano Aquiles Machado y al italiano Flavio Oliver entre sus nombres propios.
La empresa Palco 3 que dirigen el exdirector del Palacio de Festivales, Juan Calzada, y el exresposable de su escuela de teatro, Román Calleja, es las artífices de este ciclo, que comenzará el 19 de noviembre con un recital del cántabro Manuel Lanza.
En la presentación, han explicado que el ciclo ha sido diseñado “para todos”, con la idea de que el público disfrute de los momentos culminantes del género y se acerque a las distintas tesituras que dan vida a sus personajes.
Serán seis conciertos, para voz y piano, en los que se podrá escuchar a una soprano, una mezzo, un bajo, un tenor y un contratenor.
El primer recital será especial, porque supone el regreso a los escenarios del barítono cántabro Manuel Lanza después de tres años de ausencia y unos intensos meses de preparación junto a la maestra Isabel Penagos.
El tenor venezolano Aquiles Machado, un cantante que ha actuado en varias ocasiones en el Palacio de Festivales, subirá al escenario del CASYC el 13 de diciembre.
Cantante, compositor y actor, el contratenor sopranista Flavio Oliver será el puente entre las voces femeninas y masculinas en el recital que ofrecerá el 18 de enero, con un programa que combina la música barroca y las canciones.
La primera voz femenina del ciclo será la de la soprano granadina María José Montiel, otra de las presencias habituales en la Temporada Lírica de Santander, que actuará el 31 de enero.
El bajo Miguel Ángel Zapater, ganador del Primer Premio Internacional de Opera “Operalia” en 1995, será el protagonista el 7 de febrero.
Y, como empezó, el ciclo se despedirá el 28 de marzo con una voz cántabra, la de la mezzosoprano Marina Pardo, con un programa que arrancará con la “Arianna” de Claudio Monteverdi para finalizar con Benjamin Britten y su “Rapto de Lucrecia”.